Primero de mayo, organización y lucha

Se acerca el Primero de Mayo, día internacional del trabajo. Éste es nuestro día, el día señalado donde los obreros y obreras de todos los países conmemoran su despertar a una vida con conciencia de clase, su solidaridad en la lucha contra toda opresión, en la lucha por liberar a millones de trabajadores del hambre, la miseria y la humillación. Dos mundos se alzan frente a frente: el mundo del capital y el del trabajo, el mundo de la explotación y la esclavitud, y el de la fraternidad y la libertad. Lucha entre un puñado de ricos parásitos que han hecho del gobierno y el ejército sus criados, contra millones de trabajadores y trabajadoras, obligados y obligadas a suplicar a los ricos el permiso de trabajar para ellos. Que además crean con su trabajo toda la riqueza, mientras ellos mismos tienen que luchar toda la vida para hacerse con una vivienda que se encuentra en manos de los especuladores y los bancos.

El movimiento obrero lleva décadas sumido en el más absoluto fracaso y sufriendo grandes retrocesos en sus derechos adquiridos históricamente, salvo honrosas excepciones profesa una fe y subordinación ciega en la legalidad que ha impuesto la burguesía. Una legalidad creada para continuar con el dominio y extraer el fruto del trabajo obrero, esa y no otra es la gran victoria de los ricos, lograr que el Pueblo Trabajador acepte disputar el partido de la lucha de clases en un campo impuesto, cuesta arriba y con el árbitro comprado. Para poder llegar a esta situación, la burguesía ha necesitado de la inestimable ayuda de una parte de la clase obrera (sindicatos y partidos) integrada en las instituciones burguesas. El primero de mayo no es ajeno a todo esto, desgraciadamente se ha vuelto costumbre celebrar el primero de mayo como un día festivo en lugar de lucha, como un día en el que se respeta por parte del movimiento obrero la legalidad del enemigo, convirtiendo el primero de mayo en un día de subordinación. No resulta una barbaridad afirmar que el primero de mayo como día de orgullo del proletariado ha dejado de existir, se ha dejado perder.

Es necesario recuperar el primero de mayo como una jornada de lucha para la clase obrera. Es necesario crear organización para desarrollar la lucha proletaria. Es necesario acabar con las movilizaciones enfocadas a la prensa y comenzar la confrontación con el enemigo de clase, armando a la clase obrera de razones y de peso político en las luchas. La legalidad burguesa encauza a la paz social las luchas, por lo tanto, no tiene sentido seguir ese camino.

El sistema capitalista está podrido de los pies a la cabeza y sus instituciones y las leyes son los garantes de que la corrupción y la explotación sean la normalidad absoluta. La subordinación de las clases trabajadoras, explotadas y oprimidas, es un arma en manos de la clase explotadora. Solo luchando día a día, pueblo a pueblo y centro de trabajo a centro de trabajo por una legalidad obrera conseguiremos acabar con la situación que padecemos.

Acumular fuerzas, radicalizar la lucha, dirigir la lucha de clases al socialismo.