Sánchez decide sobre el Sáhara sin respetar nuestro derecho de autodeterminación
Adhu insiste que «no les queda más remedio que seguir luchando a través de la vía armada».
Durante una calurosa mañana en Rabuni, la ciudad administrativa de los campos de refugiados saharauis en Tinduf, hablamos con el responsable de la Organización Política del Frente Polisario, Jatri Aduh. El que fuera portavoz de las negociaciones con Marruecos antes de que volviera la guerra al Sahara Occidental en el año 2020, habla en esta entrevista sobre el cambio de posición del Gobierno de España.
El veterano miembro del movimiento saharaui responde también acerca de la situación actual en el frente de batalla, el futuro de la guerra, la posibilidad de volver a la mesa de negociaciones y las acusaciones que ha recibido el Polisario de supuesta represión interna y falta de pluralidad.
¿Cómo valora el Frente Polisario el cambio de postura del Gobierno español sobre la solución del conflicto del Sáhara Occidental? ¿Esperaban que sucediera?
Nadie se lo esperaba, ni siquiera en España. De hecho, todas las fuerzas políticas españolas y los españoles se han sorprendido por el hecho de que Sánchez haya tomado esa decisión. También suscita muchas preguntas la manera en que se ha hecho y hasta ahora ni los españoles, ni nosotros, ni la opinión internacional hemos obtenido una respuesta convincente de las razones de esa decisión. Todo el mundo ha constatado que es una nueva traición al pueblo saharaui.
No se descarta que algún día podamos volver a la mesa de negociaciones. Cualquier conflicto acaba en acuerdos.
¿Qué significa este cambio de postura?
Es una salida que contradice totalmente el marco de la legalidad internacional, que define al Sáhara Occidental como territorio no autónomo pendiente de descolonizar y al pueblo saharaui como un pueblo pendiente de ejercer su derecho a la autodeterminación. Esta decisión debilita la posición española en la región como interlocutor tanto en el marco del mediterráneo como en el marco europeo. Sánchez ha tratado de decidir la culminación del conflicto en vez de respetar el derecho de autodeterminación, que es exclusivo al pueblo saharaui. Ni siquiera el Frente Polisario puede decidir por encima del pueblo saharaui, que tiene que expresar su libre voluntad. El señor Sánchez se ha permitido decidir algo que no le corresponde.
Después de casi 30 años sin combates directos, hace dos años volvieron los enfrentamientos armados en el Sáhara Occidental . ¿Es la guerra la única vía que plantea el Polisario para conseguir la autodeterminación?
Nosotros hemos tratado de cooperar durante veintinueve años. Hemos tratado de culminar un arreglo pacífico que le permita al pueblo saharaui ejercer sus derechos a través de un referéndum libre cuyos resultados estén garantizados por la ONU. Hemos hecho muchos esfuerzos y sacrificios para que se logre. Finalmente, se ha constatado que la ONU y su secretario general están sometidos a la presión de Francia y en cierta medida también de Estados Unidos y otros países; además de la falta de contundencia por parte de España como potencia administradora del Sáhara Occidental. Desgraciadamente seguir apostando por el arreglo político ya no va a tener salida y no va a ser viable. Por esto tomamos la decisión en octubre de 2019 de no seguir formando parte del proceso de negociación que se estaba produciendo desde 2007.
¿Y qué pasó en 2020 para que volviera el conflicto armado?
Pues que Marruecos, el 13 de noviembre, rompió definitivamente el alto el fuego y por consiguiente a los saharauis no les quedaba más remedio que retomar las armas. Los saharauis han hecho todo lo posible para evitar que se reanuden las hostilidades, pero desgraciadamente no éramos nosotros los que podíamos forzar las cosas en ese sentido. La posición negativa de Francia, Estados Unidos, España y Marruecos era más fuerte que la voluntad del pueblo saharaui y del Frente Polisario para seguir buscando una solución pacífica. Por todo ello, a los saharauis no nos queda más remedio que seguir luchando a través de la vía armada, aunque no solo así, sino también por todas las vías posibles, no cerramos ninguna posibilidad de seguir luchando.
¿Hay algún tipo de acuerdo con el que ustedes estarían dispuestos a dejar las armas?
No se descarta que algún día podamos volver a la mesa de negociaciones. Cualquier conflicto acaba en acuerdos. Incluso cuando se impone la derrota de una de las partes hay obligatoriamente un acuerdo final. No descartamos que se puedan reanudar las negociaciones, no obstante, cualquier vuelta al proceso político se debe retomar sobre la base de rectificar los errores de años anteriores. Una vez que se reconozca de forma pública u oficial y bajo garantías internacionales por parte de Marruecos al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación a través de un referéndum que se organice por la ONU y con una agenda definida, igual podemos volver a la negociación. Desgraciadamente hemos experimentado que los marroquíes no respetan sus compromisos, porque en 1991 firmamos con ellos la organización del referéndum en seis meses, no lo respetaron y han ido tergiversando y perdiendo tiempo. Finalmente han tratado de desviar totalmente el proceso hacia sus propósitos, que es la usurpación definitiva de los derechos de los pueblos saharaui.
En cuanto a la situación en el frente de batalla, ¿cómo evoluciona el conflicto?
Hay actividad militar diversa a diario en el frente. Lo que hay es una guerra y cada uno tiene su estrategia, sus tácticas, sus posibilidades y cada uno trata de mejorar también sus posiciones. Esto es lo que está pasando y hay pérdidas de toda las partes.
Pero tienen muchos menos recursos militares que Marruecos.
Sí. Nunca nos hemos comparado con Marruecos. Ni en recursos, ni en números, ni en posibilidades, ni en alianzas. No obstante, la experiencia que vivimos entre 1975 y 1991 [años de la guerra entre el Polisario y Marruecos] es que finalmente Marruecos aceptó el alto el fuego y tuvo que recurrir a la comunidad internacional porque su ejército fue derrotado totalmente en el terreno. Pasará igual dentro de algún tiempo. Esto es una guerra y una lucha, y los saharauis, con sus pocos números y sus posibilidades reducidas, sabrán cómo llevar la guerra para persuadir a Marruecos y que así sepan que es imposible ocupar el Sáhara Occidental. Marruecos trata de ocupar y usurpar derechos ajenos y el pueblo saharaui está convencido de que tiene que luchar para conseguir sus derechos legítimos y por eso está dispuesto a consentir todos los los sacrificios necesarios.
Han tratado de dar una imagen falsa del Frente Polisario, diciendo que somos autoritarios o una banda de terroristas y traficantes
¿Con qué alianzas internacionales cuenta el Polisario?
Tenemos muchas relaciones con países que están en contra de la injusticia y de la utilización de la fuerza para usurpar los derechos ajenos. Tenemos una buena posición en la Unión Africana precisamente por ese respaldo. El Frente Polisario es un interlocutor reconocido por la ONU, por la comunidad internacional e incluso por los estadounidenses, franceses y españoles. Nadie en el fondo reconoce la soberanía absoluta de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Se pronuncian para complacer a los marroquíes y darle la impresión o la garantía de que son aliados, pero, en definitiva, ni siquiera Francia reconoce oficialmente la soberanía marroquí, porque eso quiere decir una contradicción flagrante con la legalidad internacional.
¿Y esas alianzas son también militares? ¿De donde obtienen el armamento que usan?
En la guerra y sobre todo en el terreno contamos con nuestros propios medios. En realidad tenemos muchas relaciones con países, pero eso no quiere decir necesariamente que nos proporcionen armas. Nunca hemos contado con intervenciones a nuestro lado en el terreno, algo que sí trata de introducir Marruecos con fuerzas extrarregionales, algo que acentuaría el problema y agravaría más las tensiones en esta zona. Con cada país tenemos ciertas relaciones, cooperación y ayudas diferentes.
¿Cree que la posición que ha tomado ahora España puede influir en el desarrollo de la guerra?
Marruecos siempre ha contado con apoyo y armamento español, francés, americano y de muchos otros. Los marroquíes cuentan con el respaldo militar e incluso cooperación con muchos Estados; ahora incluso ha aumentado con Israel, aunque ya tenían relación desde hace tiempo. La posición española no tendrá tanta incidencia en el terreno, más allá de debilitar su propia posición y no ayudar a que haya menos tensión y una solución pacífica del conflicto.
En cuanto al funcionamiento interno del Frente Polisario, han surgido ciertos grupos que tratan de rivalizar con la organización para controlar la causa y se les ha llegado a acusar de autoritarios e incluso terroristas. ¿Cómo trata el Polisario la disidencia interna y cómo valora estas acusaciones?
El Polisario es el primero que debe respetar el derecho del pueblo saharaui porque, si no, no lo representaría. Todos los que tratan de demostrar que están en contra del Polisario están en contra del pueblo saharaui y su derecho a la autodeterminación. Marruecos y otras fuerzas han tratado de presentar personas que podrían representar dar el pueblo saharaui y han fracaso todo este tiempo, desde la creación del Frente Polisario hace 49 años. España lo ha tratado de hacer cuando aún estaba la administración colonial, también Marruecos y Mauritania… a lo largo de cuarenta y nueve años han tratado de crear una tercera fuerza y no lo han logrado. Por consiguiente, todas las voces que parece que se alzan de vez en cuando y se instrumentalizan, en realidad solo reflejan aspectos de la estrategia de Marruecos y de sus aliados en Occidente.
¿Qué buscan con esto?
Debilitar la posición del Frente Polisario como representante único y legítimo del pueblo saharaui. El Polisario en ese sentido está en una posición cómoda y nosotros no nos acomplejamos de ser los representantes y nunca vamos a renunciar a los derechos del pueblo saharaui ni vamos a contribuir en ningún proceso que no le permita expresarse de forma libre para definir su futuro. Igual en este momento podemos oír más voces, pero todo eso se inscribe en el marco de la estrategia que tiene como objetivo persuadir al pueblo saharaui a aceptar lo que nunca va a aceptar, es decir, la ocupación y la usurpación de sus derechos legítimos. En estos últimos años han tratado de dar una imagen falsa del Frente Polisario, diciendo que somos autoritarios o una banda de terroristas y traficantes. Esto es lógico porque entra en el marco de la campaña de propaganda a la que Marruecos y sus aliados del golfo Arábigo dan mucha importancia e invierten mucho dinero.
20minutos