28 páginas censuradas del informe oficial del régimen de EEUU culpan al Mossad del 11-S
Revelaciones publicadas en 2013 y 2014 en el sitio web de Press TV, el New York Post y Veterans Today, una vez compaginadas con el resto de lainformación disponible, han cambiado la historia.
La razón es simple: dos congresistas estadounidenses solicitaron leer el Informe del Congreso de la Investigación del 11-S, esta vez incluyendo los párrafos que el presidente Bush había ordenado eliminar.
Ambos congresistas afirman claramente que las páginas censuradas del informe atribuyen toda la responsabilidad de la planificación y ejecución del 11-S a una o más agencias de inteligencia extranjeras, no -oficialmente- “terroristas”. Según las fuentes, se trata del Mossad del régimen israelí y de los saudíes.
Los movimientos que han seguido a esta revelación no dejan lugar a dudas: los atentados que cambiaron el mundo a peor fueron planificados por los aliados sauditas del presidente Bush Jr., con quienes forma un auténtico cártel petrolero, en particular con el jefe de los servicios secretos saudíes, Bandar bin Sultan, quien en septiembre de 2001 era embajador de su país en EEUU.
Pero no acaban ahí las responsabilidades: la ejecución de los atentados fue posible gracias a la implicación de los servicios secretos israelíes, que ayudaron a las agencias estadounidenses.
Lo que también está claro es que el papel personal del presidente Bush en el encubrimiento de todo esto protegió a los verdaderos autores del 11-S y no solo metió a EEUU en dos guerras demenciales, sino que sirvió para aprobar medidas draconianas contra las libertades de los ciudadanos estadounidenses y de otros países que se oponen al imperialismo de ese régimen.
La conclusión es que El 11 de Septiembre fue un golpe de estado contra la Constitución.