Argentina 2007: El movimiento Nacional

x Alcides Alvarado

La historia argentina esta cruzada por los avatares del movimiento nacional, desde las guerras de la independencia, pasando por las montoneras federales, el Yrigoyensimo y el Peronismo, cada vez que el Pueblo supo articularse políticamente pudo avanzar socialmente e imponer sus condiciones.

Estos periodos fructíferos para los intereses nacionales coincidieron con ciertas condiciones internacionales que favorecieron su desarrollo y el consiguiente avance, como ocurrió en la década de 1940 con los coletazos de la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias económicas internacionales, que habilitaron un proceso de sustitución de importaciones netamente favorable para nuestra Nacisn.

Hoy enfrentamos condiciones objetivas y subjetivas analogas a aquellas, aunque en un contexto diferente en cuanto a los actores económicos internacionales, con una potencia política-económica-militar única a nivel planetario, pero con nuevos países con potencialidades super competitivas al menos en el plano econsmico como lo son China e India y otros desafiantes en lo polmtico-militar como Iran y el mundo Arabe que ademas concentran y monopolizan el petroleo, ese elemento vital para el funcionamiento del mundo capitalista.

En nuestro país, las condiciones socio-políticas generadas por el neoliberalismo menem-delarruista, la resistencia popular, los excesos y soberbia de las clases dominantes y los meritos propios enmarcaron la llegada al gobierno de Nistor Kirchner, quien desde un comienzo marcó claramente que no era mas de lo mismo sino que abría la puerta a un nuevo proceso con pretensiones soberanas, independientes y de justicia social.

El Presidente supo cabalgar el desbocado potro económico e imponer sus condiciones en paralelo con los intereses populares y nacionales, enfrentando desde el vamos las presiones de los diversos factores de poder, la Iglesia, Las FFAA, la partidocracia, el establishment, locales e internacionales, guerra que aún se libra, casi diariamente en todos los frentes.

El poder del Presidente, quien en los hechos esta conduciendo el movimiento nacional, se caracteriza por la prescindencia de las estructuras partidocraticas tradicionales, y se sustenta en el consenso popular, debiendo interpretar permanentemente los estados de animo sociales y maniobrar políticamente para no perder poder frente a la manipulada opinión pública? que motorizan los MCM (Medios de comunicacisn masivos).

Hasta hoy el camino político ha ido zigzagueando frente a los obstaculos, piedras y palos en la rueda que le han ido atravesando, manteniendo en línea los trazos gruesos de la política propuesta para esta etapa, no obstante es necesario reflexionar no solo sobre los logros que son muchos- sino fundamentalmente sobre los dificit y debilidades del actual proceso.

Son logros en lo externo el convencimiento político demostrado en la búsqueda de la integracisn latinoamericana, la negativa al avance del ALCA, la renegociación de la deuda externa, el pago al FMI y la consiguiente independencia en las decisiones económicas, mientras que en lo interno lo son el sostenimiento del tipo de cambio alto para favorecer el desarrollo de la industria nacional, la disminución de los índices de desocupacisn y pobreza, el superavit fiscal, el establecimiento de retenciones a los productos agropecuarios, el aumento de la obra pública, la mayor participacisn presupuestaria en materia de educación, el sostenimiento de tarifas sociales en los servicios públicos, junto a la renovación de la Corte Suprema de Justicia y la cúpula militar, sumado a los juicios a los represores y la derogación de las leyes de la impunidad que los protegma, cuentan en el haber.

Son dificit en cambio las dificultades para integrar a los sectores excluidos y marginales, la falta de renovacisn política en los cuadros dirigentes tanto partidocraticos como estatales, los dificit energeticos, la corrupción entre dirigentes gubernamentales, la falta de una actitud decidida frente a la concentracisn económica, la falta de frenos a la venta de las empresas nacionales.

Pero los dificit no son tan preocupantes aún como lo es la debilidad estratigica del actual proceso político en tanto y en cuanto carece de un soporte social organizado que trascienda a los hombres, por aquello de que solo la organizacisn vence al tiempo y esta carencia es la que paradójicamente nos debe guiar en el camino militante que la hora exige.

Mas alla de los importantes avances logrados por el Presidente en estos cuatro aqos de gestión, es preciso tomar conciencia de que solo cuenta con el gobierno pero no con el poder y que es imprescindible construir o reconstruir el frente nacional, es decir la base movimientista que le de contenido y sustento al actual proceso político, una tarea que es responsabilidad de todos: los viejos militantes sociales y políticos, los sobrevivientes de la dictadura y las nuevas generaciones que se van sumando aunque en forma dispersa a la lucha política, tanto dentro como fuera de las estructuras partidarias.

La actual coyuntura electoral debe evaluarse solo en el marco de lo que define: hombres y mujeres que ocuparan diversos cargos electivos, presidente, gobernadores, intendentes, diputados, senadores y concejales, entre los cuales segura y lamentablemente son los menos aquellos que representan verdaderamente los intereses mas caros del pueblo y la Nación toda, mientras que seran casi en su totalidad los reciclados de la partidocracia neoliberal que hoy se encuentra agazapada y a la defensiva.

Este dificit es tambiin de nuestra incumbencia en tanto y en cuanto no hemos sabido o podido expresar a nuestro pueblo a traves de las herramientas electorales generadas por el Presidente, no hemos podido disputar los espacios a los mediocres, los reciclados, los oportunistas y los profesionales de la partidocracia, y en esta historia no perdemos nosotros sino que pierde el pueblo.

Nuestra responsabilidad de la hora es la unidad, la solidaridad y la organización en el marco del movimiento nacional con el objetivo en lo mediato de reconstruir el frente nacional que en lo estrategico apunte a ocupar las diversas estructuras del Estado para ponerlo al servicio de la defensa de los intereses populares, nacionales y latinoamericanos.

Cada barrio, empresa, escuela, sindicato, debe ser un ambito mas de trabajo, de debate ideológico, de acción política. La hora exige reconstruir las estructuras sociales y políticas que expresen las luchas, las reivindicaciones, los intereses populares en general y que a su debido tiempo daran el salto cualitativo que permita darle forma a otras herramientas, electorales o no, y que en definitiva nos permita ocupar los espacios de poder y de gestisn en la estructura estatal, ya que en definitiva es la política la única herramienta que posibilitara al pueblo defender sus intereses frente a los grupos de poder, toda vez que estos tienen múltiples formas de mantener su poder, el dinero, las influencias, los medios de comunicacisn, la superestructura jurídica, las instituciones, la cooptación corrupta de la partidocracia y finalmente lisa y llanamente: la fuerza.

Juntarse, agruparse, compartir, solidarizarse, unirse y en definitiva: organizarse, esa es la tarea del momento en el largo camino de la liberacisn nacional y social que siempre ocuparemos, en el que siempre avanzaremos porque una cosa es sufrir una derrota y otra muy distinta es sentirse vencidos.

*Militante de organizaciones políticas de izquierda en Argentina