Argentines: ¡Que la inocencia les valga!
Se celebra el Día de los Santos Inocentes, con el que los cristianos conmemoran la matanza de varones menores de dos años nacidos en Belén, lugar de Palestina donde nació Jesús (Judea), ordenada por el mencionado rey, que según los relatos tenía el propósito de asesinar al niño que sería el Mesías según los anuncios proféticos.
En fechas posteriores se instaló la costumbre de gastar bromas (algunas bastante pesadas) con noticias falsas, que luego eran develadas tras la sorpresa de la gente que se las creía, como los “inocentes” niños.
Aunque el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, se adelantó unos días, seguramente nos quiso hacer una broma cuando aseguró que “bajó la deuda pública”, a pesar de la “tristeza de los mismos de siempre” y citó, como fundamento, cifras relevadas por Ramiro Castañeira, economista y asesor presidencial.
Según Menem, este mensaje está destinado a “kirchneristas y allegados”, porque, como dice Castañeira, “el kirchnerismo aumentó la deuda pública en 300.000 millones de dólares”.
“La deuda pública bajó 29.000 millones de dólares durante el primer año de Javier Milei. Dos décadas aprobando presupuestos que pedían autorización para aumentar la deuda pública en igual magnitud por año”, señaló el asesor presidencial.
En la misma línea, recordó que además de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y el de Alberto Fernández, el mandato de Mauricio Macri, a través de Cambiemos, la aumentó en 60.000 millones.
“Durante 20 años nos quisieron hacer creer que no se podía, que era imposible, que la guerra, que la crisis, que el contexto… etc. Toda ‘sarasa’ de los mismos de siempre”, aseveró Menem desde su cuenta de la red social X.
Paralelamente, Castañeira sostuvo que el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita “se duplica a 15.500 dólares” y, de esa manera, el país recupera “32 puestos en el ranking mundial”, luego de más de dos décadas en las que Argentina perdió 60 escalafones.
Para finalizar, el presidente de la Cámara Baja tomó un concepto de Castañeira, que apunta a las políticas económicas llevadas adelante por todos los gobiernos anteriores, y lo resaltó: “Fue un ‘experimento comunista’ que duró 23 años. Nunca mejor expresado”, culminó.
Los vencimientos de la deuda pública
Los vencimientos para el año próximo de la deuda pública constan, básicamente, de dos partes: los de la deuda externa son de 17.285 millones de dólares en billetes “verdes” y los vencimientos de la deuda doméstica que llega a 39 Billones de pesos, el equivalente, según el tipo de cambio estimado por el gobierno para el 2025, de unos 33.000 millones dólares.
Respecto a los casi 18.000 millones de dólares, dentro de este paquete, hay 2.700 millones que corresponden a compromisos de pago con el FMI (15%).
Pero los compromisos de pago con el Estado chino son 5.500 millones de dólares. Es decir, más del doble de lo que exige el FMI (más del 31,82% del total de los casi 18.000 millones de dólares).
Es una contradicción importante que debe afrontar el gobierno de Milei-Villarruel. Por un lado, se desvive por arrastrarse ante Trump, la cabeza del eje yanqui, inglés y del Estado genocida de Israel, que el presidente Milei ama de corazón y, por otro lado, debe tratar de no desairar al gobierno chino que lo tiene sujeto de otro lazo y es, además, el primer socio comercial de nuestro país.
Deuda odiosa. El Gobierno de Milei acelera la búsqueda de un acuerdo con el FMI
La vocera del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, confirmó el jueves pasado el inicio de negociaciones formales con el Gobierno argentino para un nuevo programa de financiamiento externo. El actual programa de facilidades extendidas vence a fin de año y el gobierno de Milei busca reemplazarlo por uno nuevo, que según se anticipa, incluirá condiciones aún más severas para cumplir con los acreedores, perpetuando el ajuste sobre la clase trabajadora y los sectores populares.
Restan dos revisiones y un desembolso cercano a los 1.000 millones de dólares para culminar con el acuerdo de Facilidades Extendidas, firmado en marzo de 2022 durante el gobierno del Frente de Todos y apoyado por todos los partidos políticos en el Congreso con excepción de la izquierda. Este acuerdo reestructuró la deuda del programa stand by por U$S 45.000 millones tomada durante el gobierno de Mauricio Macri y, por lo tanto, desde el año 2025 en adelante el país comenzará a afrontar los vencimientos de capital e intereses que superan los U$S 20.000 millones al año.
El gobierno había acelerado las negociaciones con el organismo internacional en las últimas semanas con el envío de una comitiva a Washington encabezada por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, el secretario de Política Económica, José Luis Daza, y el vicepresidente del Banco Central (BCRA), Vladimir Werning.
El gobierno de Javier Milei se apresura a cerrar un nuevo acuerdo con el FMI, en medio de una estabilidad económica del dólar y la inflación con bases muy débiles, apoyada en la recesión económica y el ingreso reciente de dólares por el blanqueo de capitales. Kozack destacó ciertos "logros" del plan de ajuste implementado por el gobierno, como la reducción de la inflación y la mejora en las reservas internacionales.
Sin embargo, estos avances son insuficientes para enfrentar los desafíos estructurales de una economía asfixiada por la deuda y la fuga de capitales.
"Las autoridades han expresado formalmente su interés en pasar a un nuevo programa y las negociaciones están en marcha", dijo Julie Kozack, durante su conferencia de los jueves en Washington.
“Durante el último año desde que asumieron el cargo, las autoridades argentinas han seguido implementando su programa de estabilización económica, y han logrado resultados impresionantes. Estos incluyen una reducción considerable de la inflación, los superávits fiscales, y una mejor cobertura de las reservas internacionales”, describió Kozack. Y completó: “Una recuperación de la actividad económica y de los salarios reales está ahora firmemente en marcha, con un crecimiento que se tornó positivo en el tercer trimestre de este año”.
La intención del Gobierno es obtener un desembolso adicional de entre 11.000 y 20.000 millones de dólares para reforzar las reservas del Banco Central y eliminar el cepo al dólar, no obstante, esta aspiración es rechazada por la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y su staff técnico.
El actual esquema de vencimientos de deuda es impagable y el gobierno busca fondos frescos para sortear el primer año, con la contracara de profundizar las contradicciones de la economía. Las reservas netas del Banco Central siguen en terreno negativo por unos U$S 4.600 millones, por lo cual, quedó muy lejos de cumplir con la última meta de reservas con el organismo.
La deuda externa: un mecanismo de saqueo y dominación
El endeudamiento externo, promovido por los sucesivos gobiernos desde la última dictadura cívico-militar, es un instrumento de saqueo. "Honrar" esta deuda ilegítima y fraudulenta no ha traído beneficios para la mayoría de la población, sino que ha profundizado las desigualdades y la dependencia económica. Este nuevo acuerdo con el FMI no será la excepción: se trata de una "deuda odiosa", impagable y destinada a seguir beneficiando a un pequeño grupo del gran capital.
El FMI, nuevamente, exige medidas como "un tipo de cambio flexible y la eliminación del cepo", según palabras de Kozack. Estas demandas, lejos de resolver los problemas de fondo, profundizan el ajuste sobre las mayorías trabajadoras encareciendo el costo de vida y perpetuando la precariedad laboral, junto con un saqueo de los bienes comunes naturales.
Eric Toussaint, que es el referente del “Comité para la abolición de las deudas ilegítimas” señala que el endeudamiento argentino califica como deuda odiosa, porque la mayoría de las operaciones son realizadas contra los intereses de la nación o del pueblo de la nación y con conocimiento de los involucrados (es decir, el FMI, los bancos nacionales e internacionales, los fondos de inversión, funcionarios) de que esto es así. La calificación de deuda odiosa es motivo suficiente para declarar el desconocimiento soberano de esas deudas. Hay que rechazar el acuerdo con el FMI.
La experiencia histórica demuestra que los acuerdos con el FMI no son una solución, sino parte del problema. “Honrar” la fraudulenta deuda externa en beneficio de los buitres especuladores y del FMI llevó a catástrofes económicas y sociales permanentes, como la hiperinflación de 1989-1990 o la quiebra de 2001. La deuda externa es un mecanismo de subordinación imperialista que condiciona la soberanía económica y política del país. De allí, la necesidad de romper con el FMI y desconocer soberanamente esta deuda ilegítima.
No es un planteo "utópico" o imposible, como busca presentar la derecha y todo el arco político que coincide en mantenerse dentro de los marcos del régimen del FMI, para no cuestionar los fundamentos que sostienen las ganancias capitalistas en el país. El desconocimiento soberano de la deuda externa es una medida urgente para reorganizar la economía en función de las necesidades de las grandes mayorías, empezando por la nacionalización de la banca y el comercio exterior, medidas que permitirían poner las riquezas del país al servicio del pueblo trabajador y no de un puñado de especuladores.