Ataques
Los sistemas de opresiones y antipueblos, cada uno con un nombre, con características y formas diferentes han sospechado, han atacado históricamente a las posibilidades de cooperaciones, solidaridarides y coordinaciones, de los movimientos colectivos, organizados, autogestivos, surgidos desde las bases, esos que son masivos y cuestionadores.
Si rastreamos un poquito en historias de memoria -sin hacer muchas investigaciones- recordamos como lxs migrantes anarquistas que trajeron ideas revolucionarias a estas tierras, se amalgamaron con criollxs que tenían en sus memorias personales y colectivas los movimientos independistas. Aquellas compañeras como las Juanas, las Dolores, las Mariquitas, las Remedios negras y marrones, las que tiraban agua caliente a los ingleses; las que conspiraban en estos territorios por identidades e independencias: las que barrieron las injusticias frente a la ley de alquileres en los conventillos de barrios populares de Buenos Aires, Rosario y otras ciudades del país. Y, del otro lado encontramos, a quienes atacaron y reprimieron esos movimientos usando deportaciones, nacionalismos fachos, estigmatizaciones y condenas absurdas.