Carlos Pedro baja a su sepulcro
Dicen que se murió con una sonrisa
Los jodí
habrá pensado
Dicen que se durmió
como un abuelito bueno
que cuenta ovejas
Pero no contaba ovejas
sino millones
Los secuestrados eran pocos
apenas cuatrocientos
Y los que no volvieron
cincuenta y cinco
Dicen que se murió apapachado
por los avisos fúnebres de La Nación
donde la gente decente
despide los muertos patricios
Dicen que se murió como un patriarca
Que maquillaron sus crímenes
Que le lavaron la sangre
Pero fue tanto el olor a mierda
de su cadáver
que los gusanos hicieron huelga
Y no hubo cielo ni infierno
Apenas un pedazo de carne
Una tumba ocupada
Y unas flores que se pudren