Correpi. "Casuales" llamados y robos: No nos van a asustar
Hace unos días, en horas de la tarde, un grupo de militantes de CORREPI salió de una reunión con familiares de Hugo Arce y Carlos Vázquez, dos pibes fusilados en Avellaneda por el policía federal Sergio Bovadilla el 4 de septiembre de 2011. Apenas unos minutos después, uno de ellos recibió una llamada en su teléfono celular. Una voz masculina, antes de cortar, se identificó en forma amenazadora como "el hermano del policía que vos sabés".
“Casualmente”, después de tres años de dar pelea en la calle y en el Polo Judicial de Avellaneda, en los mismos días obtuvimos los primeros elementos de peso para avanzar hacia el castigo para el asesino: una demorada pericia multidisciplinaria demostró que no hubo en el lugar del hecho más disparos que los realizados por el policía Bovadilla, todos desde adentro de su auto. Se cayó la historia del "tiroteo" que viene amparando al federal.
Unos días más tarde, unos individuos irrumpieron en el domicilio de dos militantes de CORREPI en Moreno, robaron algunas cosas y apalearon a uno de ellos, mientras gritaban cosas sobre "el juicio".
“Casualmente”, también, en Moreno estamos impulsando la búsqueda del policía federal Néstor Adrián González, prófugo tras la condena por el homicidio de Sergio "Checho" Casal, y acabamos de obtener la demoradísima prisión del bonaerense, ex Grupo Halcón, Oscar Ayunta, condenado por el homicidio de Christopher Torres.
Como último episodio “casual”, en zona norte, donde un equipo de CORREPI viene desarrollándose en los últimos tiempos, e interviniendo en los conflictos, un caracterizado compañero empezó a recibir llamados que se cortaban al atender. Cuando devolvió el llamado, le dijeron: “Policía bonaerense, buenas noches...”.
No nos llama la atención que seamos blanco del apriete o la amenaza. Ha pasado, y seguirá pasando, porque así funciona el aparato represivo del estado.
Lo que no va a suceder, en cambio, es que logren su objetivo de asustarnos. Cada uno de estos episodios, que no minimizamos, y frente a los cuales tomamos todas las precauciones necesarias, fortalece nuestra convicción de por qué y cómo nos organizamos contra la represión estatal.