Daniel Scioli, leal a ser funcionario
Daniel Scioli, flamante Super Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes del gobierno de Milei, nunca se destacó por los antecedentes de su militancia, ni por sus dotes de administrador, ni por su discurso carismático, pero hizo de su lealtad su virtud más preciada.
Esta lealtad peronista le permitió transitar sin sobresaltos como funcionario los gobiernos de Menem, Duhalde, Nestor Kirchner, Cristina y Alberto Fernández. Fue candidato a Presidente en 2015, y en 2023, fue promovido por Alberto Fernández para ir por la revancha.
En el año 2012, Scioli se ufanaba de su mayor virtud: “No tengo que dar ningún test de lealtad”. La “lealtad presidencial la honré en las marchas, con los aplausos y los huevazos”
En el año 2015 su lealtad era bendecida por Cristina Kirchner: hombres “como Daniel Scioli y Carlos Zannini” se van a “deslomar” para continuar el proyecto político iniciado en 2003. “Quienes propiciaron políticas sobre parques industriales, trabajo y producción pertenecen a este proyecto y no van a tirar todo por la borda”.
En 2023 distintos medios comentaban que “…en charlas con sus colaboradores más cercanos, Alberto Fernández evaluaba la posibilidad de apoyar a Scioli e impulsar la precandidatura de Victoria Tolosa Paz a la gobernación bonaerense”. La presencia de Tolosa Paz en ese armado era confirmada por la propia dirigente, el 10 de junio de 2023: “Scioli y yo iremos a las PASO en el lugar que nos toque. Yo soy bonaerense y quiero jugar las PASO en la provincia de Buenos Aires”.
El presidente Javier Milei ratificó, poco después de asumir, a Daniel Scioli como embajador de Brasil. Pero le reservaba un mejor destino: Súper Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes. De todas esas carteras, la más jugosa es Ambiente, porque lo conecta con las empresas mineras, que son las más cuestionadas por las comunidades afectadas y los ambientalistas.
La caracterización de Scioli como “traidor”, me parece excesiva. Pertenece a esa franja política que desde hace años viene oscilando entre el justicialismo y la derecha encarnada en el PRO, los Radicales y ahora La Libertad Avanza. Siempre se inclina para el lado del oficialismo. Lo que resulta preocupante es que los tres últimos candidatos presidenciales del peronismo emergieron de esa franja: Scioli, Alberto Fernández y Massa. Se intenta justificar esa decisión política con el argumento de que “aseguran la victoria”. Apostar a esos candidatos demuestra que la vocación por mantenerse en el Estado es más importante que gobernar para defender un modelo de país. Y la apuesta ni siquiera fue exitosa. De los tres, solo ganó Fernández, con los resultados conocidos.
A pesar de estos hechos, el justicialismo sigue insistiendo con bancar a estos personajes. Página 12 publica un articulo, “El 'paper' de Massa contra el modelo Milei”. En ese medio no hay mención alguna a que el massismo de las provincias se alinea con el gobierno de Milei para aprobar la Ley Ómnibus. En los últimos días no han faltado elogios a Miguel Angel Pichetto.
Por eso me parece que no hay que cargar tanto las tintas con el “traidor Scioli”. La lealtad a ser funcionario es una vocación muy extendida en la actual dirigencia peronista.
Tramas.ar