Dentro del apartheid israelí: "Una sola bala hirió a todo un pueblo"
A quienes resistieron los palos y los gases
y terminaron en el hospital o en la cárcel,
pero no dejaron caer el ataúd de Shirin.
Escribo estas líneas todavía impactada por las imágenes del funeral de la periodista palestina Shirin Abu Aqleh (51), captadas por la cadena Al Yazira (donde trabajaba desde 1997), que muestran cómo las fuerzas de seguridad israelíes se aproximan a quienes cargan su féretro a la salida de la morgue del hospital San José, en Jerusalén Este, y les empiezan a agredir con porras, hasta el punto que el ataúd casi cae al suelo. A diferencia de lo que suele suceder, el mundo entero vio la brutalidad de quienes llevan años entrenados en la deshumanización de la población palestina, incapaces de respetarla ni siquiera en la muerte.
El cortejo de Shirin Abu Aqleh es atacado y reprimido por la policía israelí a la salida de la morgue del hospital San José, en Jerusalén Este.