Derrota estratégica de las "Farc" y cambio generacional en Colombia
Finalmente en este mes de junio/ 21 y en pleno estallido social en Colombia, JM Santos (alias Chuky el muñeco diabólico) ex presidente y ministro de defensa del gobierno de Uribe Vélez, se presentará ante la Justicia Especial para la Paz ( JEP), no para ser juzgado como debiera ser por un organismo judicial competente como por ejemplo la CPI, sino a “explicar” el crimen de guerra y las atrocidades cometidas por el Estado colombiano por él bautizadas como Falsos Positivos, donde se fusilaron cerca de 5000 ( léase bien, cinco mil) jóvenes reclutados por el ejército previamente con la más absoluta frialdad y luego, sus cadáveres disfrazados por los militares perpetradores como guerrilleros para ser presentados por la prensa adicta y de su propiedad como bajas guerrilleras, causadas en heroicos y sangrientos combates de la Fuerza Pública contra la subversión comunista.
El aristocrático tahúr, fullero y tramposo por naturaleza, ascendido a la celebridad universal como premio nobel de la paz por una sorda y ciega Academia Sueca situada a miles y miles de kilómetros de tales atrocidades, hoy desde las salas de redacción del que fuera su propio periódico quintaesencia histórica del régimen colombiano (11.06.2021) reconoce, entre tanta ignominia como aquella de “honrar las víctimas”, la siguiente verdad:
«Voy a asistir mañana a la Comisión, porque creo que para honrar a las víctimas debo ir y contar mi verdad sobre los falsos positivos. Allá voy a comenzar diciendo que había dos concepciones diferentes entre el presidente y su ministro de Defensa. Uribe lo que quería era una derrota total de la guerrilla; la mía era una derrota estratégica: debilitarlos, para llevarlos a la mesa de negociación». https://www.eltiempo.com/justicia/jep-colombia/expresidente-santos-hablara-en-comision-de-verdad-mencionara-a-uribe-595093
En efecto. Una gran verdad. Que hoy después de casi mes y medio de un histórico estallido social de masas que ha deslegitimado totalmente el histórico régimen fascista narco paramilitar dominante en Colombia, el que ha respondido según su esencia fascista masacrando cruelmente al pueblo reclamante de sus derechos de la manera más brutal y sanguinaria posible, tal y como lo está confirmando toda la opinión pública Mundial o Global; lo que ha quedado a la vista no es un proceso más de paz frustrado en la Habana signado con el pacto Santos-Timolión 2016, sino la Derrota Estratégica (reclamada como verdadera victoria político-militar por JM Santos) sobre esa antigua organización guerrillera de inspiración comunista, que al haber sido desmenuzada en diferentes grupos rivales y destruido su mando central que aglutinaba los diferentes Frentes Regionales actuantes casi de manera federalizada, tomaron cada uno sus propios intereses como banderas para continuar en el conflicto que se recicló. Por la sencilla razón de que el narco paramilitarismo contrainsurgente y el militarismo oficial continuaron intactos aterrorizando estatalmente a sus ciudadanos/as de todas las clases sociales, etnias y géneros, con el fin de continuar la dominación y explotación, traída desde siglos.
Como lo anota el columnista Carlos de Urabá en su último análisis en el portal Rebelión que por su tino analítico ha sido ampliamente reproducido por otros portales y redes sociales:
…” ¿Cuál es el papel (durante el actual estallido social) de las FARC-EP y sus comandantes guerrilleros desmovilizados? Ellos que en su día se proclamaron la vanguardia de los campesinos y los proletarios apenas intervienen en esta grave crisis social y con su partido los Comunes se mantienen al margen de los graves acontecimientos ocupando cómodamente una curul en el Congreso de la República. Dónde están aquellos que predicaban: ¡Solo con las armas en la mano se podrá doblegar al estado fascista colombiano! De qué valieron 50 años de guerra civil que dejó más 200.000 muertos, miles de desaparecidos y millones de desplazados. Además del fracaso de unos tratados de paz firmados en Cuba que jamás cristalizaron. Como lo demuestra los 270 excombatientes y más de 1.184 de líderes sociales asesinados desde el 2016”…
Efectivamente, el papel lastimoso del partido Comunes dirigido por la rosca de las tres eles, en este estallido social ha sido peor que nulo. Ha desaparecido de la escena política tratando de endosarle unos votos que no tiene o nunca tuvo y de refugiarse bajo el ala “protectora” de Petro, de quien ya sabemos el tratamiento que les dará en el siguiente volantín que dará en su camino “imparable” (?) hacia la presidencia de Colombia en el 2022. (ver https://lasillavacia.com/los-comunes-le-ofrecen-todo-petro-cambio-nada-concreto-81881)
Pero como todo en la naturaleza es dialéctico y avanza con superaciones de contradicciones; aquella antigua contradicción entre lo armado y lo masivo que parecía insoluble en Colombia dada la primacía dada por cada organización marxista o comunista a uno u otro contrario, finalmente se ha resuelto con la Derrota Estratégica de las Farc reclamada hoy por JM Santos, es decir, la derrota del Plan Estratégico elaborado en sucesivas conferencia guerrilleras, y sobre todo, con la desaparición del famoso “secretariado” de órdenes verticales. Las masas populares, especialmente de jóvenes, de mujeres, de grupos étnicos y de género, de ciudadanos de las clases subalternas oprimidas y explotadas que la organización guerrillera decía representar y constituir su vanguardia, quedaron libres y sueltos, pero sin perder el acumulado práctico de luchas y experiencias muy diversas y confluentes.
Y frente a la ofensiva fascista-del-narco-paramilitarismo-oficial del régimen que reinició el exterminio y el genocidio social fusilando gota a gota a ex combatientes y lideres sociales, comenzaron a plantearse la reconstrucción del tejido social destruido por el terror del Estado en especial durante los 20 años de Uribato neoliberal (del cual es parte destacada JM Santos); a reconocerse en reuniones unitarias y asambleas populares y a enumerar los problemas acuciantes de cada núcleo humano, así como las angustias apremiantes generadas por la resistencia al genocidio fascista sistemático del régimen del gota a gota, hasta desembocar en un brillante y colorido haz de organizaciones sociales y de lucha sin vanguardismos, sino más bien reconociéndose OJO como Vanguardia Colectiva que reactivo la Movilización Social General, la que despues de varios intentos, en el 2017 y en el 2019 confluyó en el Estallido Social que estamos presenciando, el que sorprendió a todo el mundo, menos a quienes venían organizándose y como resultado ha dejado deslegitimado totalmente el régimen dominante, no solo en Colombia sino ante el Mundo globalizado.
Y esa es la contradicción que ha surgido después del pacto Santos-Timochenko 2016 y en la que estamos: Por un lado el antiguo régimen fascista-narco-paramilitar gobernado por un Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCi) reconfigurado, que tomado de sorpresa está haciendo los esfuerzos desesperados y sanguinarios que estamos viendo por recuperar la legitimidad y legalidad perdidas y por eso intenta como el gatopardo cambiar de uniforme a los narco-paracos-oficiales tratando de llegar a las elecciones del 2022.
Y por otro lado, el Pueblo trabajador alzado desde hace más de 43 días en calles, carreteras y barriadas, dirigido colectivamente, discutiendo en asambleas y reuniones y luchando en los sitios de resistencia, en busca de la superación dialéctica del Estado neoliberal existente.
Dos sentimientos también contradictorios parten el corazón de cualquier persona mínimamente consiente que se acerque a conocer el genocidio social que está cometiendo el régimen fascista imperante en Colombia: Gran tristeza y dolor ante tanta crueldad y sadismo que confirma aquel aserto de que la oligarquía bipartidista colombiana es de lejos la más violenta y sanguinaria del continente americano. Y otro, una esperanza, un anhelo, de que el recambio generacional, el que aplaudo con todas mis manos, llegue a donde debe llegar, trayendo la Paz con justicia social, la Democracia y la Soberanía, por la que he luchado tantos años de mi vida.
“E pour si move”. Sin embargo, sigo convencido que “alias Chuky, el muñeco diabólico”, símbolo torcido o inverso de un premio de paz; DEBE comparecer ante una Corte Penal Internacional para que sea juzgado por sus crímenes de guerra y atrocidades, responsable como es, desde cuando fue ministro de gobierno y compinche de alias “el Matarife”, y no se le debe brindar una pantalla o escenario periodístico así sea dirigido por un jesuita bien intencionado como la JEP, para que nos cuente “su” verdad acomodada frente a la cual hay una verdadera-verdad judicial sobre la cual se debe fallar en derecho. Sin esta justicia es difícil llegar a la paz en Colombia.