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Detienen a ex Preso Político Pablo Morales Fuhremann, uno de los principales voceros de los familiares y amigos de Freddy y Marcelo
Si algo ha caracterizado al poder político del cual se vale el capitalismo para neutralizar cualquier tipo de conflicto o potencial irrupción del mismo es el exterminio, la tortura, el encarcelamiento y en algunos casos, la absorción por parte de instituciones de ciertos típicos que ante la incapacidad de eliminarlos, los integra. La solidaridad ha sido una de las armas que el poder no ha podido acallar, aunque progresivamente el Estado avanza sigilosamente a pasos agigantados contra ya no solo las expresiones de descontento, sino contra todos aquellos que solidarice con aquellas.
Ya vimos hace poco más de una semana como la compañera Andrea Cid se transformo en una de las primeras víctimas. Detenida en Argentina por supuestamente trasladar explosivos en sus genitales, arriesga alrededor de 15 años de cárcel en el vecino país. Ella tenía la intención de visitar a Freddy y Marcelo, pero por esas raras situaciones que los medios de comunicación suelen publicitar pero nunca explicar, mágicamente el clonazapam que la compañera portaba y que motivo a que los mismos gendarmes la dejaran en libertad, se transformara en horas en explosivos.
Hoy le toco el turno a uno de los principales voceros de los familiares y amigos de quienes se encuentran detenidos en Argentina. En conjunto con otros compañeros, Pablo se hacía participe de foros y demases donde dejaba en claro todos los elementos del montaje que eran victimas Marcelo y Freddy. Con un amplio manejo jurídico y descriptivo del contexto actual, acudiendo a diversos lugares físicos a denunciar este nuevo invento del Gobierno, Investigaciones y los Medios de Comunicación, sin duda que no pasaría poco para que apareciera cualquier excusa con tal de encerrarlo. Así fue como se le revoco su libertad por una supuesta causa pendiente que al momento de acogerse a la Ley de Indulto 19.957, que dejaba en libertad a quienes hubiesen sido condenados por “conductas terroristas” y llevasen más de diez años de cárcel. Extrañamente el requerimiento es por una causa pendiente databa de 1992, lo que habría vuelto imposible acogerse a dicho beneficio de libertad hace cuatro años.
La solidaridad ha sido el arma más eficaz del proletariado. Las redes que se articulan por la libertad de los presos han ejercido un inmenso poder al imposibilitar la versión de la policía como la única existente. No es casual que la difusión y socialización de posiciones y discursos que puedan desmembrar la coherencia y sistematicidad de los argumentos que acríticamente repiten los medios de comunicación vía encargo por parte del Estado, requieran ser acallados y por sobre todo, amedrentados en su entorno. ¿Qué esperan con esto? Hacernos saber algo que ya tenemos bastante claro: “los estamos identificando, los estamos vigilando” y recurriendo a cualquier resquicio con tal de desarticularnos. Eso lo sabemos y lamentablemente Pablo ha caído con resquicios rebuscados por parte de la Justicia.
No queda más que estar alerta y multiplicar las redes de apoyo y difusión de lo que está ocurriendo, que sean tantas que no tengan capacidad de callarnos ni pararnos. Hagamos efectiva nuestra solidaridad de una forma que podamos obtener rendimientos: presionar al poder y obligarlo a hacer lo que deseamos sino los ataques a sus instituciones se multiplicaran.
