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Mundo :: 30/04/2021

Discurso de Raúl 'Bebe' Sendic el 19 de diciembre de 1987 en el estadio Franzini

Raúl Sendic
"Construir con los hombres millones de columnas donde se pueda asentar una sociedad socialista" :: 32 Aniversario de la muerte del fundador de Tupamaros

Nota de La Haine: Reproducimos artículo publicado el 30 de abril de 2014, cuando los ex-guerrilleros tupamaros aún estaban en el Gobierno.

Raúl Sendic (no confundir con su hijo del mismo nombre, funcionario del gobierno actual que rechaza las ideas revolucionarias de su padre) murió el 28 de abril de 1989 en un hospital de París. Tenía 64 años y llevaba muchos meses lidiando con una enfermedad producto de los 10 años de tortura a que lo sometió la dictadura uruguaya, la misma a la que el ex-guerrillero y actual presidente Mujica dice ahora que hay que perdonar.

Sendic y los otros 10 rehenes de la dictadura, así como la mayoría de los presos políticos uruguayos, habían salido en 1985 de la cárcel. Ya en ese momento comienza a salir a la luz el cambio de orientación política de la mayor parte de la dirección de Tupamaros, que pretende abandonar no sólo las armas si no también los principios, para integrarse a la lucha electoral y conseguir algunos puestitos.

Este es uno de sus discursos más famosos, donde retoma esos principios que se estaban abandonando y manda un aviso a los que, poniendo el intermitente a la izquierda, empezaban a girar hacia la derecha: "estamos por la unidad, por la unidad sin exclusiones. Pero no reunirnos para transar [pactar], para contemporizar con el gobierno. Tampoco estamos para transar con el que transa."

Esto y otros textos similares explican el silencio mediático y electrónico que rodea a la figura de Sendic. Sus numerosos escritos y discursos, que antes de la subida al gobierno del Frente Amplio se encontraban con facilidad en Internet, ahora cuesta mucho encontrar a los pocos que van quedando.

Incluso la foto de la entradilla, tomada cuando Sendic visitó Cuba después de salir de la cárcel, ha desaparecido. Sendic estuvo varias semanas pidiendo a Barbarroja una reunión con Fidel, y este le decía que espere, que Fidel estaba muy ocupado, pero la realidad es que, por indicación del sector pactista de Tupamaros, Barbarroja no le había informado a Fidel de la presencia de Sendic en La Habana. Finalmente Sendic decide retornar a Uruguay y justo al subir al avión, Fidel, que por caminos misteriosos se había enterado de que el revolucionario uruguayo lo buscaba, llegó al aeropuerto y lo abrazó largamente, conversó con Sendic y pudo enterarse de cómo estaban las cosas.


Es posible que muchos se pregunten por qué hay tanta urgencia en ese Frente Grande. Es que nos están entregando el país al extranjero impunemente, compañeros. Ningún gobierno, nunca, había llegado a tanta audacia en la enajenación del país. El gobierno militar le dio un gran impulso a la venta del país - de los elementos fundamentales de su economía - al extranjero. Recibieron un país con un 2% de la tierra en manos de extranjeros y lo devolvieron, en medio de un discurso patriótico, con un 8% del territorio - que habían jurado defender - en manos del capital extranjero. Y recibieron un país con un sistema bancario bastante extranjerizado, con un 46% del capital bancario en manos del extranjero, y lo devolvieron con un 83% de capital en esas manos foráneas.

Lejos de rescatar este patrimonio vendido al extranjero por los militares, el gobierno civil que se eligió en el '85 llevó más lejos aún la venta del país. Este gobierno dio un paso que ni los militares se habían atrevido para la extranjerización del país: la aprobación de la Ley de Zonas Francas. Zona Franca significa ceder un pedazo de territorio para que las empresas extranjeras puedan instalarse allí, libres de acatar buena parte de las leyes nacionales.

La urgencia de una unidad opositora, la urgencia de un Frente Grande, hoy es para detener esta extranjerización. Extranjerización al capital financiero internacional a través de la venta de tierras en el exterior por las embajadas. Extranjerización por las zonas francas, extranjerización al acatar la política económica decretada por el Fondo Monetario - es el Ejecutivo acatando las directivas de ese Fondo que impide el alza de los salarios, a veces yendo más lejos que las propias patronales. Extranjerización a ese sistema financiero mundial que hoy tambalea en una enorme caída que ha tenido la Bolsa en los principales países capitalistas, y también el dólar respecto a las monedas estables de Europa y Japón.

Frente al derrumbe del sistema financiero y el dólar, gobiernos como el del Uruguay, que han apostado a ello, se perjudican. Uruguay es uno de los pocos países en el mundo que ha suprimido el uso forzoso de su propia moneda, el peso, para transformar el dólar en la moneda fuerte del país, y ahora se perjudica. Ya está perdiendo, porque vendemos todos los productos en dólares al exterior; y con esa moneda, que ha bajado un 15% en los últimos meses respecto a las monedas estables de Europa y Japón, podemos comprar un 15% menos. Por eso la urgencia de un frente opositor.

ESE FRENTE GRANDE DEBE TENER UN PROGRAMA, UNA PROPUESTA

Ese Frente Grande no es una mera conjunción de fuerzas. Ese Frente Grande debe tener también un programa, una propuesta. Y ahí viene el programa que hemos agitado desde hace más de dos años y medio, como les decía, con soluciones para la tierra, la banca, la deuda externa y el salario. Una y otra vez han saltado al tapete de la opinión pública, en los últimos tiempos, estos problemas. Por ejemplo, la demanda de que las tierras embargadas por la banca del Estado pasen a los aspirantes de colonos saltó con motivo del remate de algunas de esas tierras del Banco Central en Tacuarembó, hace unos meses cuando este banco se las devolvió al gran latifundio. Hoy día hay más de medio millón de hectáreas en poder de la banca estatal. Y tenemos la desgracia de tener un gobierno partidario de la privatización, un gobierno que hasta si pudiera vendería el puerto de Montevideo. Al cual le caen como peludo de regalo, estos latifundios y estas empresas embargadas por los bancos estatales. Y este gobierno extranjerizante sigue demorando el pasaje de estas tierras y estas empresas a manos de los que las pueden trabajar. Espera mes a mes que venga algún capitalista extranjero que las compre y se quede con ellas.

Ahora ha saltado al tapete el problema de las empresas sobreendeudadas, sobre las que venimos proponiendo, desde hace más de dos años, que deben pasar a poder de los trabajadores. Ha saltado al tapete a raíz de una marcha de los vecinos de Las Piedras, para que el Estado se haga cargo del frigorífico Comargen y lo haga funcionar. Y ante una movilización de los vecinos de Mercedes por la rehabilitación de otra planta industrial, la de Arinsa.

Véase que estas propuestas que parecían utópicas cuando se enunciaron, se van abriendo camino por impulso del propio pueblo. Comargen debe más de 24 millones de dólares a los bancos del Estado y ¿qué espera el Estado para hacerse cargo de Comargen? ¿Qué espera el gobierno para hacer lo mismo con cientos de grandes empresas que, como Comargen, deben a los bancos del Estado mucho más que su capital en máquinas e inmuebles? ¿Tendremos que hacer una marcha por cada una como lo hizo el pueblo de Mercedes o el de Las Piedras?

Otra cosa que debe integrar un programa de Frente Grande es terminar con la sangría del pago de la deuda externa. También esta idea se ha ido imponiendo, y hoy hasta algunos líderes importantes del Partido Nacional han sostenido que la deuda contraída por la dictadura - casi toda la deuda externa - no se debe pagar porque es tan ilegal como el gobierno que la contrajo.

QUE CADA CUAL ASUMA SUS RESPONSABILIDADES

Todo esto, lo mismo que la idea del Frente Grande, lo venimos agitando desde hace más de dos años, y el consenso alrededor de esos problemas básicos, para enfrentar la extranjerización, se ha demorado demasiado. Decimos esto para que cada cual asuma sus responsabilidades. Si el país sigue así, ya se sabe lo que viene. Los militares golpistas están ahí, protegidos por algunos políticos, esperando que este intento de democracia fracase, y de hecho ya está fracasando por no elevar el nivel de vida del pueblo. Y si no hay soluciones, otro golpe militar puede venir más tarde o más temprano. Entonces, que cada cual asuma sus responsabilidades:

- Los que entregaron el país al extranjero y los que reciben directivas del mismo, hasta sobre qué aumento de salarios tienen que dar.

- Los que pueden impedirlo, uniéndose para detener la extranjerización y prefieren atender sus conveniencias políticas individuales.

- Los que ya tienen mayoría parlamentaria para sacar algunas leyes y no lo hacen.

- Los que pudieron depurar a las Fuerzas Armadas de oficiales golpistas y no lo hicieron.

- Los que están contemporizando con el retorno de un golpista al ministerio que maneja las Fuerzas Armadas.

Que cada cual asuma sus responsabilidades y después no descarguen la culpa sobre los combatientes del pueblo otra vez.

CONSTRUIR CON LOS HOMBRES MILLONES DE COLUMNAS DONDE SE PUEDA ASENTAR UNA SOCIEDAD SOCIALISTA

Mientras tanto tenemos que continuar y profundizar nuestra lucha en los barrios, en los sindicatos y en el campo, para buscar salidas a los problemas inmediatos, que son muy elementales, pero que no pueden espera, porque esos problemas son de alimento, son de salud, de vivienda, de trabajo. Hoy ya hemos colaborado en muchas policlínicas, ollas populares, cooperativas de vivienda, cooperativas rurales, pequeñas industrias cooperativas, sindicatos, movimientos sociales como el Movimiento por la Tierra y los frentes contra la pobreza - uno de los cuales inaugura un comedor infantil en Bella Unión en estos días. El trabajo en todos estos frentes nos une al pueblo, y lo consideramos prioritario.

Compañeros, en este año 1987, hemos conmemorado en todo el mundo el 20º aniversario de la muerte del Che Guevara y hemos tratado de rescatar lo más permanente de su mensaje. En el mundo de los '80 en donde el gran enemigo se llama capitalismo pero que incluye muchas secuelas, desmoralización, droga, alcoholismo, etc., tenemos que hacer un esfuerzo gigante para rescatar al hombre, impedir que la juventud caiga en todo esto por falta de horizonte, impedir que las otras generaciones hagan lo mismo.

Ya hemos desarrollado este tema en otros lados. Debemos buscar salidas colectivas para los marginados, entre los cuales parece estar casi toda una generación de jóvenes que llega tarde al mercado de trabajo; una salida colectiva, de conjunto, para la clase obrera y para los que el sistema lanza a la economía informal: vendedores callejeros y demás. Rememorar aquella etapa gloriosa del pueblo uruguayo en los últimos años de la dictadura. Había mucha solidaridad en aquella época, compañeros, que ahora no se da.

Pronto iniciaremos un nuevo año, y sería bueno que nos comprometiéramos a dar un salto en el sentido humano y solidario. Un avance hacia ese hombre nuevo del Che, siendo más austeros, más generosos, más solidarios. Volver a la unión del pueblo por abajo y profundizar esa conciencia solidaria y socialista que permitió salir colectivamente de la dictadura y de la miseria que nos trajo. Construir en los hombres millones de columnas donde se pueda asentar una sociedad socialista.

Para terminar, compañeros, nuestros frentes de lucha están ahí:

- Distribución de la tierra y mejoras para el trabajador rural.

- Terminar con la banca privada en manos de extranjeros.

- Terminar con la sangría del pago de la deuda externa.

- Volcar esos recursos y lo quitado a los especuladores, para un aumento general del salario que traiga el consiguiente ensanchamiento del mercado interno.

- Que las industrias y comercios endeudados con la banca pasen a los trabajadores.

- Que se haga un gran frente que se comprometa con esas soluciones.

- Que dentro del mismo nos unamos las fuerzas afines para darle un impulso a esta salida y a otras más profundas.

Por la tierra, por el trabajo, contra la pobreza, y con el compromiso de siempre, ¡habrá patria para todos!, compañeros.

Compilado por La Haine

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Algunos de los textos escritos por Raúl Sendic

Marginados del mundo: unámonos

La tierra: un tema tabú que vuelve

Frente Grande: ¿de qué nos espantamos?

 

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