EEUU: "Más de 26 millones de desocupados, falta de vivienda, centros de salud colapsados"
El análisis de James Petras en CX36, 20 de abril de 2020. Escuchar: https://archive.org/details/el-analisis-de-james-petras-en-cx-36-20abr-20
Hernán Salina: Venimos de unas semanas en las que Donald Trump está apelando a sus seguidores, e incluso en manifestaciones públicas, en algunos Estados hasta con exhibición de armas, reclamando contra las medidas de precaución por el coronavirus.
JP: Bueno, hay un doble discurso de Trump. Por un lado habla de abrir la economía, por otro dice que no podemos abrir la economía rápidamente, que hay que hacerlo paso a paso. Es muy contradictorio, no tiene una línea fija y ha perdido mucho apoyo de los sectores de trabajadores que venían pensando que Trump era el salvador, y ahora está traicionando lo que él prometió.
Es una situación que podría permitirnos ver una explosión social, porque el hecho es que los desocupados suman ahora más de 26 millones; es mayor que la depresión del '30. En segundo lugar, no otorgan suficientes compensaciones para los parados; tercero, los pagos están demorados y la burocracia está disfuncional. Hay varios factores juntos que están creando una tensión enorme.
Podríamos seguir en esa línea, por ejemplo, alimentación. Podemos ver personas buscando alimentos, en las casas de comidas hay grandes colas esperando para recoger alguna sobra. Y podemos terminar diciendo que mucha gente está perdiendo su casa, y los magnates están aprovechando para conseguir casas baratas de los que no pueden asumir los pagos mensuales.
Es un desastre total y la explosión social no sería simplemente contra Trump, eso es un error. Hay muchas protestas, muchas manifestaciones que están creciendo. Los capitalistas en Wall Street han dicho que tienen miedo de posibles brotes violentos, de grandes manifestaciones que pueden atacar al gobierno, pueden atacar a los bancos, y a otros sectores que figuran en la problemática económica.
HS: Sobre las manifestaciones que se dieron en Estados como Michigan, Kentucky, Utah, Nevada, de gente con exhibición de armas. ¿Qué importancia se le debe dar a eso Petras?
JP: Todavía es un sector minoritario. La mayoría de los manifestantes están desarmados, buscan soluciones inmediatas. Los que manifiestan con armas pueden ser derechistas que aprovechan el descontento para mostrar su oposición a toda la política gubernamental. Es un tipo de fascismo que rechaza el Estado pero desde posiciones agresivas, racistas y anti inmigrantes.
Entonces hay que separar aquí, en toda la confusión que existe, los temas. Los sindicatos no juegan ningún papel; las organizaciones de inmigrantes todavía no muestran la cara; todos están mezclados pero la gran protesta es por la falta de trabajo, la falta de compensaciones, la falta de viviendas, alimentos, escuelas, centros de Salud; los hospitales están llenos, no hay camas para atender a la gente que está enferma. Es muy caótica la situación y los que buscan presionar a Trump no reflejan la desesperación que existe.
HS: Uno de los debates es también la necesidad de hacer masivamente las pruebas por el Covid-19 y se debate entre los gobernadores y el gobierno central quién financia esas pruebas.
JP: Si, sólo al 1% le han realizado pruebas para ver si padece la enfermedad y los proyectos masivos de tratar las personas a ver quién está infectado y quién no, se muestran muy primitivos, muy elementales. Y todavía no hay proyectos nacionales; no hay financiamiento, la falta de una política estratégica tiene que ver con el hecho de que no hay un Plan Nacional de Salud aquí, no tenemos un sistema de salud pública, entonces es una forma de rechazar el sistema capitalista que originalmente era una propuesta de izquierda, y que ahora está generalizada.
HS: Todo aquel dinero que se había votado, creo que eran dos billones de dólares, a nivel central, ¿para dónde está yendo ese dinero?
JP: Si, ese dinero ya está por aprobarse en el Congreso pero es poco dinero y llega tarde. Debemos ver cuánto va a los trabajadores y cuánto va a los pequeños y medianos empresarios. No es cierto que los programas van a apoyar las razones sociales o a los pequeños capitalistas.
HS: Bien, una mirada más a lo económico, ¿qué pasa en Wall Street donde ha arrancado además esta semana impactada por el descenso del precio del petróleo?
JP: Si, el petróleo ha tocado el nivel más bajo desde hace un buen tiempo. Algunos dicen que el barril vale más que el petróleo que está adentro. Hoy dicen que dan 11 dólares por un barril y nadie puede cumplir eso sin perder dinero. Las empresas norteamericanas van a la bancarrota, los saudíes y los rusos están temblando.
HS: En Israel se anunció un acuerdo después de más de un año de bloqueo entre Benjamín Netanyahu y el centrista Benny Gantz, que van a hacer un gobierno conjunto rotando en el cargo de Primer Ministro. ¿Qué puede significar esto para Israel en los próximos meses?
JP: Va a significar la continuidad de la agresión contra los palestinos; van a seguir profundizando las desigualdades en Israel que se encuentra entre las peores del mundo; van a seguir deteniendo a los médicos árabes y empeorando el tratamiento del virus que está creciendo en Israel. En otras palabras es la colaboración entre dos bandos anti-palestinos políticos, los militares de Gantz y los derechistas de Netanyahu.
No veo ningún cambio significativo por el momento y no anticipamos ninguna diferencia que podría mejorar la condición de los palestinos que sufren en Gaza por la enfermedad, porque Israel está bloqueando la circulación de los medicamentos.
Algunos hablan del 50% de desocupados palestinos, otros hablan de 40. Hay muchos sub ocupados, muchos temporales, situaciones dramáticas, los palestinos están sufriendo lo que están sufriendo los negros en EEUU con la enfermedad.
HS: Otros temas que quiera mencionar, Petras.
JP: Varias cosas. Primero, el gobierno está financiando a los grandes bancos que están sufriendo la crisis, es la principal preocupación. En segundo lugar, los chicos sin escuelas están perdiendo educación, algunos son educados en casa, pero es muy complicado y difícil.
En tercer lugar, hay problemas con los pensionistas que no pueden sobrevivir, porque no tienen financiamiento, protección, y sufren un alto porcentaje de enfermedades. Los que tienen más de 60 años son cerca del 50% de los enfermos, los jubilados y los que viven en casas de ancianos, sufren en enormes porcentajes por maltrato, por mal financiamiento, por no acceder a medicamentos. Todo es un desastre. Es una especie de genocidio contra los viejos.
Extractado por La Haine