El fundador de Pink Floyd destapa la sucia verdad de los Cascos Blancos
En una entrevista para Sputnik, Blumenthal cuenta la historia detrás del discurso del músico en su concierto en Barcelona el 13 de abril.
Al comentar lo sucedido, Blumenthal subrayó la importancia de lo que hizo el músico, ya que "básicamente [Roger Waters] declaró que los Cascos Blancos son una organización impostora de propaganda internacional… están fomentando la guerra y trabajan mano a mano con los grupos yihadistas en Siria".
Los Cascos Blancos "intentan desmentir el hecho de producir falsas noticias alegando una supuesta campaña de propaganda iniciada por el Kremlin", pero la actuación de Waters ha demostrado que gente de todo el mundo se preocupa por las falsas noticias y sus consecuencias, añadió el periodista.
Según Blumenthal, esta supuesta ONG humanitaria se dedica a reclutar estrellas mundiales para que los promocionen y ya cuentan con estrellas del calibre de Justin Timberlake o Coldplay. El bajista británico no ha sido una excepción - los Cascos Blancos han llevado a cabo un intenso trabajo para reclutarlo y hacer que forme parte de su propaganda.
Sin embargo, a diferencia de las estrellas que ya han expresado su apoyo a la organización, Roger Waters tomó otro camino. Los correos electrónicos e intentos de contactar con Waters por parte de los Cascos Blancos lo motivaron a indagar sobre esta organización, y decidió compartir dichos correos con Max Blumenthal, quien los adjuntó a su publicación sobre esta organización en el Grayzone Project.
Roger Waters en su concierto del 13 de abril en Barcelona
Según relata el periodista, los Cascos Blancos intentaron contactar con Waters por primera vez en octubre de 2016. En un correo electrónico la Campaña Siria invitó a la leyenda del rock a una lujosa cena organizada con el propósito de recaudar fondos y atraer atención a la organización.
Esto no es sorprendente, ya que los Cascos Blancos tienen generosos patrocinadores, tales como el multimillonario saudí-británico, Hani Farsi, y el magnate petrolero sirio-británico, Ayman Asfari. Pero el apoyo de estos individuos no es nada en comparación con el patrocinio de los Gobiernos del Reino Unido y EEUU, que destinaron al menos 55 y 23 millones de dólares respectivamente a financiar la actividad de los Cascos Blancos. Además, incontables millones de dólares empleados por la "ONG" provienen del reino de Catar.
Los Cascos Blancos han vuelto a contactar con Roger Waters días antes de su concierto en Barcelona, aunque esta vez querían algo diferente. En esta ocasión le envió un correo electrónico el fotógrafo francés Pascal Hanrion. El excéntrico fotógrafo, típico representante de esa izquierda que critica solo los "excesos" del capitalismo, ya ha llevado a cabo acciones para atraer la atención de los medios hacia los Cascos Blancos, y esta vez Hanrion quería unirse a Waters en la escena para enviar un "mensaje a los niños de Siria". Pero en lugar de permitirle al activista autónomo de los Cascos Blancos hacer propaganda a la organización, Waters decidió enviar su propio mensaje.
"Encontraron un techo - Colectivo de los muertos de la calle": una de las fotos (y títulos) habituales de Pascal Hanrion
"Si escuchásemos la propaganda de los Cascos Blancos y la de otros, estaríamos animando a nuestros Gobiernos a tirar bombas sobre el pueblo de Siria. Sería un error de una escala monumental para nosotros como humanos… vivimos en un mundo donde la propaganda parece ser más importante que la realidad" dijo en el escenario, ante miles de personas, el bajista Waters, líder de una de las bandas fundamentales de los '70 y '80. Palabras cuidadosamente ocultadas por la prensa burguesa que hizo mucha propaganda antes del concierto, pero después o lo ignoró, o solo comentó la parte musical.