El ocaso del PRD
El Partido Revolución Democrática (PRD), pieza fundamental de la historia de la centroizquierda mexicana, se perfila a perder el registro nacional luego de no alcanzar la votación requerida que marca la ley. De acuerdo con información oficial publicada por el Instituto Nacional Electoral (INE), el PRD obtuvo solo el 2,43% de los votos para diputaciones, el 2,27% para senadurías y el 1,86% para la elección presidencial. La Ley General de Partidos Políticos establece que es necesario haber obtenido en las elecciones federales inmediatas al menos el 3% del total de votos que se emitieron en las urnas.
El INE le notificó al partido este 10 de junio su ingreso a un período de prevención, con lo cual, de acuerdo con la legislación, lo limita a solo pagar gastos relacionados con la nómina e impuestos, además, le obliga a suspender pagos a proveedores o prestadores de servicio e incluso contratos, compromisos, pedidos, adquisiciones u obligaciones.
Ángel Ávila, representante del PRD ante el organismo electoral nacional, adelantó en días pasados que buscarán por la vía legal impedir el proceso de extinción del partido.
Los aportes a la democracia del PRD
El surgimiento del PRD se remonta a finales de la década de los 80 del siglo pasado. En los comicios presidenciales de 1988, Cuauhtémoc Cárdenas, abanderado de la alianza de partidos de centroizquierda que conformaban al Frente Democrático Nacional, perdió luego de un opaco proceso marcado por la caída del sistema de conteo de votos.Ante esto, Cárdenas junto con otras figuras como Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y el actual presidente Andrés Manuel López Obrador fundaron en 1989 al PRD, aprovechando el registro del entonces Partido Mexicano Socialista.
El partido comenzó a ganar espacios de representación popular a nivel nacional a partir de 1997, año en que Cárdenas fue electo como el primer jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, hoy la Ciudad de México. Ese mismo año, el PRD se convirtió en la segunda fuerza política del Congreso de la Unión, justo después del dominante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
"[El PRD] tiene muchas aportaciones, la primera de ellas fue democratizar la Ciudad de México. No se puede entender el proceso de democracia de la ciudad, es decir, que se pudieran elegir delegados, que se pudiera elegir jefe de Gobierno, que se pudiera tener finalmente una Constitución en la Ciudad de México, sin el papel del PRD", consideró en entrevista para Sputnik el doctor Hugo Garciamarín, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Anteriormente, la Administración de la capital del país estaba a cargo de los Poderes de la Unión. El presidente de turno encabezaba al entonces Distrito Federal mediante un jefe del Departamento. Cárdenas se convirtió así en el primer encargado electo mediante el voto popular y años después, a partir de 2015, cambió su denominación a Ciudad de México, también fue creada su propia Constitución.
El PRD también comenzó a obtener gubernaturas en distintos estados del país como Guerrero, Zacatecas, Tabasco y Morelos, por mencionar algunas.Para Garciamarín, el también denominado partido del Sol Azteca tuvo otros aportes relevantes para la vida pública del país como la defensa de la soberanía del petróleo, así como la democratización de la vida pública nacional.
La caída del "Sol Azteca"
El declive del Partido Revolución Democrática se remonta a años antes de la derrota que este tuvo en las urnas el pasado 2 de junio.
"El principal problema que tuvo el partido fue el alejamiento de la diligencia con las bases y con la sociedad; lo que terminó ocurriendo, más allá de las luchas de poder que hay en todo partido, es que hubo una facción que se hizo cargo de la burocracia y, a partir de la burocracia, fueron desplazando a todos los actores de altísima relevancia, como el pleito con López Obrador, pero también con Cuauhtémoc Cárdenas", consideró Garciamarín.
El ahora presidente Andrés Manuel López Obrador fue una pieza fundamental en la consolidación del PRD como fuerza política nacional. Junto con ese partido se presentó a las elecciones presidenciales de 2006, las cuales perdió por un reducido margen frente al panista Felipe Calderón. López Obrador acusó que hubo fraude en la elección, por lo que encabezó una serie de movilizaciones y protestas contra los resultados electorales.
La postura del ahora mandatario comenzó a causar divisiones al interior del partido. Para 2012, cuando se presentó de nuevo a la presidencia junto con el PRD y el PT, la cual perdió (por fraude) frente al priista Enrique Peña Nieto, López Obrador anunció su separación del partido y la creación de uno nuevo, Morena. Para las elecciones intermedias de 2015, el PRD obtuvo un duro golpe en las urnas al obtener 4.335.321 votos, con lo que se vio desplazado a ser la tercera fuerza política en dicho año.
Esta tendencia a la baja se mantuvo en 2018, año en el que compitió en alianza con el Partido Acción Nacional (PAN), de corte neoliberal derechista, y junto con quien obtuvo solo el 2,83% de los votos emitidos en la elección presidencial. Su candidato fue Ricardo Anaya, quien perdió con una diferencia superior a los 30 puntos porcentuales frente a López Obrador.
Otro factor que el especialista describe que influyó a la caída del PRD es su adscripción al denominado Pacto por México, una iniciativa impulsada durante el régimen de Peña Nieto para la aprobación de una serie de reformas estructurales de corte neoloiberal, criticadas desde la izquierda.
"Fue un pacto que se realizó para garantizar reformas para cambiar el país que la hizo con el PRI, que la hizo con el PAN, y que desdibujó por completo lo que era el programa histórico del partido, entonces a partir de eso se genera un cisma", señaló Garciamarían, quien también destaca la renuncia al partido de otra figura fundamental, Cuauhtémoc Cárdenas, luego de afirmar que ya no lo ve como un espacio fundamental de la centroizquierda mexicana.
El Pacto por México fue adscrito por Jesús Zambrano, el actual dirigente nacional del PRD. Para Garciamarín, el partido desde entonces se dedicó solo a obtener algunas curules plurinominales, figura que permite la llegada de legisladores al Congreso de la Unión sin haber ganado en las urnas.
¿Qué sigue para el PRD?
En recientes declaraciones, Jesús Zambrano aseguró que "con o sin registro" se formaría algo nuevo de la asociación política, incluso aseguró que ya se mantienen conversaciones con la dirigencia de la Marea Rosa, la movilización opositora al gobierno de turno. Actualmente el PRD cuenta con aproximadamente 980.000 militantes a nivel nacional. Garciamarín estimó que la base del PRD podría decantarse para otras fuerzas políticas como Morena, actual partido en el poder, o Movimiento Ciudadano, en este último caso por la cercanía que ha mostrado hacia una agenda más progresista.
"No veo que ellos vayan a buscar conformar un nuevo partido, no creo que tengan la fuerza porque tampoco tuvieron la fuerza para mantener al PRD, pero buscarán acomodarse en alguna de las fuerzas políticas que están emergiendo", consideró.
Sputnik