El peligro de la OTAN en Latinoamérica

La Organización del Tratado del Atlántico Norte, liderada por EEUU, fue creada en 1949 en el marco de la Guerra Fría, se suponía con finalidades puramente defensivas y de ayuda mutua en el caso de un ataque contra alguno de los Estados miembros, los territorios y lugares donde rige la alianza, la realidad mostraría que la estrategia de la OTAN no se limitaría a la defensa y que pese a la caída del Bloque Soviético, esta organización no solamente seguiría existiendo, sino que se haría más fuerte.

El fortalecimiento de la OTAN constituyó en primer lugar un negocio para los fabricantes de armas, entre ellos Estados Unidos, países europeos e Israel, pues los nuevos Estados Miembros tuvieron que adaptarse a los “estándares” militares de la OTAN y modernizar su armamento.

A pesar de ser una organización Internacional, conformada por diversos países, en la práctica la OTAN es una herramienta de intervención para los intereses de los Estados Unidos, las agresiones e invasiones a distintos países a lo largo de la historia así lo han demostrado.

Bajo la excusa de “democratizar, llevar la paz y la libertad”, la OTAN se pone la máscara de la “ayuda humanitaria”, para invadir, asesinar, desplazar e imponer los intereses del imperio, Vietnam, Yugoslavia, Irak, Libia y Siria son una muestra de que a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN nunca le interesaron los derechos humanos ni la defensa de la población civil.

Los grandes medios de comunicación la presentan como una organización heroína en el mundo, lo que no dicen los mass media es que la OTAN en su afán por silenciar voces que vayan en su contra, toma como objetivo militar a los medios de los países que invade, misiles dirigidos hacia estaciones de TV nacionales son frecuentes cuando empieza una agresión.

Es extensa la historia de intervención, agresión y genocidio en muchas partes del mundo por parte de las fuerzas de la Organización del Tratado Atlántico Norte, lo que sus países llaman "operaciones de mantenimiento de la paz".

La utilización de armas prohibidas, los bombardeos masivos y prolongados hacia la población civil han dejado una larga lista de víctimas mortales, desaparecidos y refugiados, para la alianza simplemente son daños colaterales. La OTAN no siembra “paz y libertad” como quiere tratar de hacer ver la prensa convencional, la OTAN siembra millones de víctimas, países sumidos en el caos, destrucción y violación de los Derechos Humanos. La OTAN siembra el terror.

Los últimos acercamientos del Gobierno colombiano con la OTAN, preocupan mucho a todos los países vecinos, pues con estos antecedentes, la alianza representa un claro peligro para la estabilidad de la región. La OTAN busca retomar el control de América Latina perdido por el Imperio en un avance de gobiernos progresistas iniciado por Hugo Chávez en Venezuela. Así se pronunció el presidente de Bolivia, Evo Morales: “Cuando internamente EE.UU. ya no puede dominarnos a países, a Gobiernos, a pueblos antiimperialistas, ¿cómo es posible que Colombia pida ser parte de la OTAN? ¿Para qué? Para agredir a Latinoamérica, para someter a Latinoamérica, para que nos invada la OTAN como ha invadido en Europa y África“

Juan Manuel Santos, el presidente que el año pasado fue honrado con el Premio Nobel de la Paz, busca un convenio que permitiría la intervención del Imperio en América, desestabilizando y generando las condiciones para nuevos conflictos armados.

FIPU Press