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México :: 04/07/2008

En México se tortura. Testimonio de comunero del FNLS tras quince días en cárcel clandestina del ejército. Video sobre curso a policías en el "arte de torturar"

Noticias de la Rebelión

Testimonio del comunero Moisés Molina Rodríguez, quien fue detenido-desaparecido por elementos del ejército federal durante 15 días en un centro clandestino de detención y sujeto a tortura física y psicológica.

El comunero Moisés Molina Rodríguez refirió que el jueves 12 de junio de 2008, cerca de las 22:00 horas, encontró la puerta abierta de su casa y dentro de ella a unos individuos de aspecto y corte militar esperándolo, quienes lo golpearon en la cabeza con la cacha de una pistola y lo obligaron a desnudarse; sólo le permitieron llevarse una truza puesta. Lo obligaron a caminar con los ojos vendados y descalzo una distancia muy larga y de subida, que sentía no aguantar.

Siempre con los ojos vendados, lo introdujeron a un sótano en donde había ratas, moscas y un olor fétido. Ahí se encontraban también otras personas en similares condiciones. De inmediato le pusieron grilletes en las manos y comenzaron a golpearlo con un látigo en la espalda, glúteos, tórax, piernas y abdomen. Cada vez que gritaba por el golpe asestado, le propinaban tres más; no tenía que gritar ni hacer ruido, pues los golpes aumentaban en cantidad y con mayor fuerza, además lo obligaban a decir “si señor” y “estoy listo para lo que sigue”

Señala que le preguntaron: “Cómo se llama la organización en la que estás”, “qué hacen y qué les enseñan”. Igualmente le mencionaban que: “tenemos nombres de todos los que participan en la organización”; y le preguntaban: “¿qué dice Zoilo y Martín, coordinadores de la organización?”, “¿y el profesor Gerardo… en qué escuela trabaja”. También le dijeron que: ”a todos les va a pasar lo mismo que te pasó a ti, si no dejan de luchar por las tierras, al fin que ya tenemos el registro con nombres y lo que hacen todos los miembros de la organización”.

Al compañero lo tuvieron ocho días sin comer. Había sujetos que entraban y salían, los cuales fueron identificados como militares por la forma en cómo se comunicaban a través de silbidos y cómo se hablaban entre ellos; se escuchaba un ambiente de cuartel militar y hablaban mucho del “kilómetro 23 de la ciudad de Morelia”, en Michoacán, como punto de referencia.

La tortura psicológica continuaba al mencionarle que sabían sobre la muerte del profesor Leonel Calderón Villegas (integrante de la Organización Campesina, Indígena y Popular “Ricardo Flores Magón” OCIP-RFM–FNLS, que murió recientemente en un aparente “accidente” automovilístico) y le comentaron con detalles todo sobre el accidente: cómo murió y quiénes iban abordo del automóvil; lo cual sorprendió al compañero.

Posteriormente un sujeto le dijo que le iban a dar “luz verde”, que ya lo iban a soltar. Entró otro y le dijo que lo iban a liberar, pero que no hiciera ninguna declaración, que no dijera nada porque de lo contrario “lo matarían a él y su familia”; y que les dijera “a los de la comunidad que firmarán un documento donde especifique que renuncian a sus derechos por la tierra, ya que en caso de no hacerlo los iban a desalojar con la fuerza pública federal y matarían a mujeres y niños”.

Como otra condición para liberarlo, los militares le exigieron al compañero Moisés que renunciara a la posesión y lucha de su tierra, si no su familia junto con él serían asesinados.

Aproximadamente a las 23:45 horas del 26 de junio (luego de la amplia campaña emprendida como FNLS por su presentación con vida), lo liberaron cerca de la comunidad: lo obligaron a correr y con los ojos vendados; le dijeron: “te vamos a estar vigilando para ver si cumples con lo que dijimos, en caso de no hacerlo corre en riesgo tu vida y la de tu familia”. Llegó así a la casa de su hermana, terriblemente golpeado en todo el cuerpo y con las costillas rotas; apenas ahí pudo quitarse la venda de los ojos después de 15 días.

¿Qué nos falta por ver o enterarnos? (fragmento)

x Andrés Bianque

En el primero de los videos un policía es obligado a rodar sobre el vómito de otro compañero afectado por tratos crueles. El funcionario se encuentra desorientado, a la deriva, bastante afectado y se niega a realizar lo que se le pide. Quien va dando las órdenes, aparte de ser el encargado del ejercicio, las hace también de traductor. Esto porque a su lado, de civil, se encuentra un sujeto de gafas con indiscutido acento gringo quien va guiando las acciones. Es decir, un ciudadano estadounidense brindando toda su experiencia y colaboración para tal empresa.

Ante la mediocre maniobra del policía de rodar por sobre el vómito, éste desinteresado amigo del norte, toma de los pies al policía y lo arrastra sobre la repugnancia.

En el segundo video, aparece un policía en posición invertida, con la cara tapada, vendado con un pequeño orificio donde se puede ver su nariz. Es tomado entre varios por los pies e introducido a un hoyo en el cual hay mierda y ratas –según las propias palabras de sus camaradas-. El detalle norteamericano se deja ver una vez más cuando introducen agua por las fosas nasales del individuo con una botella. Generando esta práctica la sensación de estar ahogándose. Esta destreza es bien conocida en América latina. Se le llama. Submarino.

Es decir, la misma práctica inhumana que practican los soldados estadounidenses en las cárceles tanto de Irak, Guantánamo y otras más, que ellos llaman Waterboarding

Fuente: Centro Independiente de Noticias

 

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