Presos políticos en Argentina: Fuerte repudio al encarcelamiento de dos militantes populares

Con el acompañamiento de importantes dirigentes políticos opositores y kirchneristas, y decenas de organizaciones, en la jornada del martes, se hizo efectiva la prisión de dos militantes populares argentinos, quien fueran condenados en 2010 por repudiar el asesinato de un docente por parte de las fuerzas policiales de la provincia de Neuquén, durante una protesta sindical.

Se trata de Fernando Esteche y Raúl Lescano, secretarios políticos del Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho, luego de que la Corte Suprema de Justicia formalizara la decisión del Tribunal de primera instancia. La causa, iniciada en el 2007, representa un camino de persecución contra los sectores populares que dejó al descubierto la vigencia de una corporación judicial que mantiene sus prácticas dictatoriales.

En la ciudad argentina de La Plata -a 55 kilómetros de Capital Federal- se consolidó un escenario de unidad popular en repudio de las condenas contra los militantes de Quebracho. El amplio abanico político que acompañó a los dirigentes de Quebracho expresó una contundente solidaridad, y dio cuenta de la ineficacia de los amedrentamientos de la corporación judicial.

Cerca de las 16 hs. se inició una conferencia de prensa con la presencia del Vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto; Florencia Saintout, decana de la Facultad de Periodismo (lugar de trabajo de Fernando Esteche); Vilma Ripoll (MST); Luis Delia (MILES); los diputados electos por el Frente de Izquierda Christian Castillo (PTS) y Guillermo Kanes (Partido Obrero); Roberto Martino (MTR); Fernando Bermúdez (Tupac Amaru); Roberto Perdía (ex comandante de la organización Montoneros); Itai Hagman (Marea Popular); los diputados del Frente para la Victoria Patricia Cubria y Gustavo Dimarzio; los senadores provinciales Eduardo Ancona y Emilio Muntaner; Alberto Santillán (padre de Darío Santillán, quien fuera asesinado en la represión del Puente Pueyrredón en el año 2002); Luis Zamora; Jorge Beisntein; representantes de la comunidad Islámica en Argentina; y con partidos políticos, agrupaciones estudiantiles, sindicales, de derechos humanos y sociales.

Durante la conferencia, Esteche sostuvo que “este acompañamiento no tiene que ver con los acuerdos políticos, sino que tiene que ver con un punto de unidad del campo popular; de decir no a la idea de algunos que con este tipo de condenas buscan amedrentar a la militancia”.

Por su parte, el vicegobernador Mariotto cuestionó la decisión judicial dado que Esteche no se encontraba en el lugar de los hechos juzgados. “El asesino de Fuentealba está libre, mientras que Fernando va a ir preso. Es una injusticia, una arbitrariedad”, agregó. En consonancia, la decana de la Casa de Estudios, Saintout, sostuvo que “vamos a seguir peleando porque tienen que estar libres” y enfatizó que la condena era parte de “fuerzas tenebrosas de la derecha que intentan volver atrás”.

Esteche fue detenido luego en la puerta de la Facultad del Periodismo, después de acordar con las autoridades policiales, en medio de una gran manifestación callejera, cantos con consignas anti represivas y antiimperialistas, bajo un clima de gran tensión y nerviosismo. Desde allí, Esteche fue conducido a los Tribunales de la Ciudad Capital y luego a un establecimiento carcelario en la localidad de Ezeiza.

La orden de prisión también alcanzó al otro Secretario político de la organización, Raúl Lescano, quien se encontraba internado en una institución hospitalaria por una grave dolencia. “Es una causa política armada por la corporación judicial. Es una vergüenza para la Justicia Argentina que vayan presos Esteche y Lescano y que mientras esté en libertad Sobisch, que es el asesino ideológico del maestro Fuentealba y el asesino material (Darío) Poblete esté en semilibertad. No tengo dudas de que los dos compañeros son presos políticos rehenes de la corporación judicial”, señaló el dirigente político, Luis D´Elia.

“Nosotros no nos entregamos. Tampoco nos rendimos. Si nos quieren, nos tendrán que venir a buscar. Nuestros dirigentes ya han ido a prisión antes, por luchar. Nada tienen que demostrar. Enfrentarán la cárcel que se les impone porque son dirigentes populares reconocidos, públicos, militantes históricos para la revolución en Argentina”, habían señalado desde Quebracho en un comunicado.

Ambos dirigentes deberán cumplir una condena de casi 4 años de prisión. Esteche fue condenado sin haber participado de los sucesos que supuestamente se juzgaron. Fue acusado por autoría intelectual o responsabilidad política. Mientras tanto, el gobernador Jorge Sobisch, responsable político de la represión que derivó en asesinato del docente Fuentelba –suceso que motivó el escrache popular por el cual Esteche y Lescano fueron condenados- , no posee cargos en su contra y se encuentra en pleno goce de su libertad.

Asimismo, otros 6 integrantes de la organización política Quebracho fueron condenados a 3 años de prisión en suspenso por la misma causa.

Asesinato y Corporación judicial

En el 2007 comenzó el hostigamiento, las agresiones y la persecución por parte de la corporación judicial de Argentina contra la organización Quebracho. En abril de ese año organizaciones políticas de todo el país se movilizaron en las calles en muestra de repudio contra el asesinato del docente Fuentealba en la provincia sureña. En Capital Federal hicieron un escrache político contra una sede partidaria del entonces candidato a presidente, Jorge Sobisch.

A la brevedad, Esteche y Lescano fueron detenidos por fuerzas policiales y los mantuvieron reclusos en un penal de máxima seguridad durante seis meses, de donde lograron salir a costa de una huelga de hambre de 43 días. La Justicia argentina, en diversas instancias, consideró que los militantes debían ser condenados por dañar la propiedad privada de Sobisch, quien dictó a las fuerzas de seguridad la orden de represión contra los trabajadores movilizados de su provincia.

La causa logró llegar hasta la Corte Suprema de la Nación, donde los magistrados ratificaron las condenas que superaron los tres años. No obstante, la persecución inicial contra los militantes fue encabezada por un Tribunal Oral que posee fuertes vínculos con la última Dictadura Cívico-Militar argentina. Los jueces Miguel Pons, Guillermo Gordo y Gerardo Larrambebere, son señalados por complicidad en el robo de bebés a los detenidos-desaparecidos; por irregularidades en investigaciones de homicidios y torturas; y por amparar el accionar de militares genocidas, además de complicidades con ejecutores de diversos delitos económicos de gran envergadura.

“El problema es que en el Poder Judicial tenemos una banda de rufianes que se han refugiado en la justicia (…) A los militantes sociales se nos judicializa”, sostuvo Fernando Esteche durante la conferencia de prensa.

Hacia el indulto

“Ahora empieza otra lucha, hasta ganar de nuevo su libertad. Por el indulto. Nosotros seguiremos con nuestra política”, enfatizaron desde el Movimiento Patriótico en alusión al recurso que presentarán ante la líder del Ejecutivo Nacional, Cristina Fernández, para que efectivice la extinción de la responsabilidad penal a los presos políticos.

El MPR Quebracho es una organización política de izquierda que hace 17 años desarrolla políticas en su país y en hermandad con los pueblos nuestroamericanos. Símbolo de la resistencia popular contra el modelo neoliberal –ejecutado por el ex presidente Carlos Menem-, las condenas contra sus dirigentes políticos se traducen en amedrentamiento contra todas las organizaciones que combaten los intereses que hoy defiende la corporación judicial.

Fernando Esteche es docente universitario y Raúl Lescano inició su militancia política en la década del 70 en los movimientos revolucionarios de la época – camino en el que en diversas ocasiones fue preso político-.