Ganó el Frente Amplio en Uruguay
El candidato centroizquierdista Yamandu Orsi se impuso por 4 puntos a Álvaro Delgado de la alianza de los partidos tradicionales.
Gano el Frente Amplio y perdió la derecha en Uruguay, pero es exagerado afirmar que ganó la izquierda. Hace muchos años que el Movimiento de Participación Popular (MPP) fundado por un sector de los Tupamaros y otras agrupaciones menores como Vertiente Artiguista y Voluntad Popular, ha abandonado posiciones confrontativas, y el viejo programa del Frente Amplio.
En Uruguay ganó el progresismo social-liberal, de la mano de un candidato bendecido por José Mujica, uno de los artífices de la devaluación programática del Frente Amplio. Debe recordarse que en Uruguay la organización más disruptiva de los años 60-70, los Tupamaros, sufrió un doble secuestro.
Primero sus principales dirigentes y militantes fueron encarcelados por más de una década. Posteriormente y después de la muerte de su líder histórico, Raúl Sendic, buena parte de esos militantes y dirigentes fueron secuestrados por la institucionalidad uruguaya. Lo que no pudieron los carceleros, lo consiguieron los despachos, los sillones y los pequeños poderes de la burocracia estatal.
Yamandu Orsi, nacido en 1967, profesor de historia de colegios secundarios y ex intendente de Canelones, proviene de otra historia y expresa a una tradición de políticos uruguayos que se caracterizaron más por su honestidad en la administración de recursos públicos, que por su vocación transformadora. Lo demostró como intendente de Canelones entre 2015 y 2024. Su compañera de fórmula, Carolina Cosse, también tiene antecedentes en la gestión, fue intendenta de Montevideo entre 2020 y julio de 2024. Es hija del actor Villanueva Cosse, de prolongada actuación artística y sindical en la Argentina.
El candidato de la derecha, Delgado, y el actual presidente Luis Lacalle Pou, reconocieron el triunfo de Orsi. Una gran concentración popular en la avenida 18 de julio, festejó el triunfo del Frente Amplio.
El pueblo uruguayo, que se ha caracterizado en las últimas décadas por su vocación democrática, pero también por su propensión al conservadurismo, se ha mirado siempre en el espejo de la política argentina, evitando caer en sus posiciones más extremas. Horrorizado por las políticas de privatizaciones de Menem, dio la oportunidad a que por primera vez el Frente Amplio llegara al gobierno.
Ahora, la decisión de estar lo más lejos posible de las posiciones de Javier Milei, ha aportado para que la alianza de los partidos tradicionales (blancos y colorados) no pueda repetir un segundo mandato.
No deben esperarse grandes cambios en la política uruguaya, pero se supera el riesgo de que en el gobierno de “el paisito” aniden las peores expresiones de la ultraderecha.
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