Guerra de los 33 días, “punto de inflexión estratégico” para la Resistencia

El 12 de julio, hace 17 años, el régimen israelí lanzó una guerra total contra El Líbano, un pequeño país de Asia Occidental ubicado en la costa este del mar Mediterráneo, vecino de los territorios palestinos ocupados.

Después de 33 días de intensos combates, el 14 de agosto de 2006 la pequeña nación de gente valiente capturó la imaginación del mundo por infligir una derrota aplastante a una entidad relativamente dominante.

Los combatientes de la Resistencia de El Líbano destruyeron la ilusión de invencibilidad del régimen de apartheid y cambiaron para siempre las ecuaciones de poder.

Durante la guerra de 33 días los combatientes de la Resistencia libanesa, los funcionarios de Hezbolá, las fuerzas de movilización, los partidarios y los voluntarios apenas tuvieron tiempo para dormir o comer adecuadamente.

Por primera vez desde mayo de 2000, cuando los soldados israelíes fueron expulsados de un territorio que había ocupado en el sur de El Líbano, un frente de Resistencia trabajó al unísono para hacer frente a la agresión israelí.

La guerra de los 33 días fue devastadora. Incluso los animales y el ganado fueron masacrados por los saqueadores israelíes. Pero al final la Resistencia prevaleció y los ocupantes fueron derrotados.

La inhumanidad israelí en El Líbano

Haj Ali, un miembro de la movilización de Hezbolá que estuvo en el valle de Beka’a durante la guerra junto con otros camaradas para ayudar en tareas relacionadas con la logística para informar sobre cualquier lanzamiento aéreo israelí, en una entrevista con Press TV describió en detalle gráfico la masacre de Jammaliya.

“Estábamos en la carretera acercándonos a la vía de retorno de Jammaliya, cuando una camioneta que transportaba a 15 personas fue golpeada por un avión de guerra. Llegamos al lugar, la camioneta todavía estaba en llamas y los cadáveres de las personas ardían dentro”, dijo al relatar sobre ese fatídico día durante la guerra de los 33 días.

“Vimos estos eventos durante la guerra, testimonio de la magnitud del salvajismo y la crueldad israelí”, afirmó.

Hubo numerosos ataques aéreos israelíes en los que civiles inocentes murieron o resultaron gravemente heridos en todo El Líbano durante los 33 días de agresión israelí, dijeron testigos.

Sarah, una ciudadana con doble nacionalidad estadounidense y libanesa que había llegado recientemente a El Líbano para las vacaciones de verano, vio en persona un escenario similar y narró las escenas desgarradoras.

“Mi hermana y yo estábamos en dos sitios diferentes. La noche que comenzó la agresión, estaba en casa de mi primo, donde pasaba unos días en Beirut y me quedé atrapada allí. Mi hermana estaba en nuestra casa, en la ciudad de Ghaziyeh”, recordó.

El 8 de agosto, Sarah se enteró que aviones de guerra israelíes perpetraron masacres en Ghaziyeh. Se asustó y trató de llamar a su hermana para ver cómo estaba, pero todas las líneas telefónicas estaban cortadas por los ataques aéreos.

Ese día, aviones de combate israelíes atacaron a ciudadanos en Ghaziyeh y mataron al menos a 10 personas.

Además, el 4 de agosto, aviones de combate israelíes bombardearon la zona agrícola de la ciudad de Qa’a Al-Rim en el valle de Beka’a, apuntando a un sitio utilizado para empacar cultivos dentro de un proyecto agrícola.

Como resultado, 34 trabajadores sirios murieron y otros tres resultaron heridos. Según los medios de comunicación, los misiles los tomaron por sorpresa cuando se habían reunido para la hora del almuerzo.

Desde el comienzo de su agresión contra El Líbano, el ejército israelí llevó a cabo una serie de masacres devastadoras contra civiles, matando a un gran número de niños, mujeres y ancianos.

‘Mírenlo arder’

Un funcionario del movimiento de resistencia de Hezbolá dijo que el día que el líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, en la fase inicial de la guerra decidió atacar la corbeta INS Hanit, apostada en aguas territoriales libanesas, con un misil antibuque moderno de fabricación iraní, que se saldó con cuatro marineros israelíes muertos, fue cuando la ecuación comenzó a cambiar realmente en términos de la invencibilidad ilusoria del régimen israelí.

Explicó que una amenaza en el mar es una amenaza para la seguridad de Israel. Un comandante naval de Hezbolá, identificado como Haj Jalal, le dijo a Al-Manar TV en una entrevista en 2019 que el arsenal antibuque que se usó por primera vez en la guerra de julio de 2006 es importante para el movimiento de resistencia de Hezbolá porque el “mar sirve como pulmón económico para el enemigo sionista”.

Se refirió a los campos de gas en alta mar y dijo que algunos de ellos “todavía están siendo explorados”.

“Las sorpresas que les prometí comenzarán ahora. Ahora en medio del mar, frente a Beirut, el buque de guerra israelí … mírenlo arder”, dijo el jefe de Hezbolá en un discurso televisado el 14 de julio de 2006.

“Los discursos de Seyed Hasan Nasralá nos darían un gran impulso moral para que olvidemos todo el agotamiento debido a las pocas horas de sueño y el trabajo duro en ese momento”, dijo el funcionario y agregó que el discurso sobre el ataque al buque de guerra en particular “se celebró en todo El Líbano”.

La guerra, señaló, fue un “punto de inflexión estratégico” para el grupo de Resistencia Hezbolá, que allanó el camino para que se convirtiera en una potencia regional y redefiniera los términos para disuadir al régimen israelí.

El funcionario de Hezbolá confirmó además que, como Nasralá describió en un discurso en 2019, “si Israel vuelve a entrar en el sur de El Líbano... verá una transmisión en vivo de la destrucción de las brigadas israelíes”.

Durante los 33 días de agresión israelí contra El Líbano, unos 1300 libaneses fueron asesinados, alrededor de un millón fueron desplazados y miles de viviendas fueron destruidas total o parcialmente. En la Palestina ocupada, alrededor de 500 mil sionistas tuvieron que ser desplazados por los lanzamientos de misiles de Hezbolá, y unos 200 murieron.

Sin embargo, la Resistencia pudo definir un nuevo futuro, para sí misma y para el Eje de la Resistencia (Palestina, Líbano, Siria e Irán).

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