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EE.UU. :: 11/05/2009

¡Atención MOVE! ¡Ésta es América! por Hans Bennett

Amig@s de Mumia
En el aniversario 24 de la matanza del 13 de mayo, la organización MOVE organiza apoyo para sus presas y presos ante las audiencias del 2009.

“Atención, MOVE: Ésta es América!” declaró por megáfono el Comisario de Policía Sambor unos minutos antes del ataque policial contra el hogar de la organización revolucionaria MOVE el 13 de mayo de 1985. En el asalto mataron a 5 niños y 6 adultos, incluso el fundador de MOVE John África. Después de que la policía disparó más de 10,000 cartuchos a su hogar del oeste de Filadelfia, un helicóptero de la policía estatal echó una bomba C-4, ilegalmente suministrada por el FBI, sobre el techo de MOVE. La bomba detonó un incendio que terminó destruyendo 60 casas, una cuadra entera en una colonia negra clasemediera. Cargando el joven Birdie Africa en sus brazos, la única otra sobreviviente Ramona África esquivó las balas y escapó del incendio con quemaduras que dejaron cicatrices permanentes.

Hoy día, Ramona recuerda haber estado en el sótano con los niños cuando el operativo empezó. “Torrentes de agua corrieron de las mangueras. Dispararon gases lacrimógenos después de usar explosivos para demoler la parte frontal de la casa. Escuchamos fuego de ametralladores intenso y luego hubo más o menos silencio. Fue entonces que echaron la bomba, sin aviso”.

“Al principio nosotros que estábamos en el sótano no nos dimos cuenta que la casa estaba en llamas, pues hubo tanto gas lacrimógeno que era difícil reconocer el humo. Abrimos la puerta y empezamos a gritar que estábamos saliendo con los niños. Ellos estaban gritando también. Sabemos que nos escucharon pero en el instante en que nos volvimos visibles en el portal, abrieron fuego. Podrías escuchar el sonido de las balas pegando alrededor de la cochera. Con toda intención, nos apuntaron y dispararon. Es obvio que pretendieron matar a la gente de MOVE—no pensaron detener a nadie”.

Después de sobrevivir el bombardeo, a Ramona le acusaron de conspiración, de incitar disturbios, y de asalto simple y agravado. Su sentencia fue de 16 meses a 7 años, pero cumplió los 7 años después de que le negaron la libertad condicional por negarse a renunciar a MOVE. Durante el juicio, todos los cargos enumerados en la orden de detención para justificar el operativo fueron desestimados por el juez. Dice Ramona: “Esto significa que no tenían motivo válido para estar ahí afuera, pero no desestimaron los cargos contra mí como resultado de lo que pasó cuando aparecieron”.

Al final del juicio de Ramona en 1986, el juez Stiles específicamente instruyó a los jurados que no debieran tomar en cuenta la mala conducta de los policías u otros oficiales del gobierno porque ellos tendrían que rendir cuentas en otros procedimientos. Esto nunca ocurrió. Ramona explica: “Ni un solo oficial, ni un policía o cualquier otra persona ha tenido que rendir cuentas ante la corte por el asesinato de mi familia”.

“Nadie debe dejarse engañar cuando este gobierno usa palabras como “la justicia”. Mis familiares, quienes eran los papás de la mayoría de los niños asesinados ese 13 de mayo, han estado en la prisión casi 30 años, acusados de un asesinato que no cometieron. Ni un solo testigo los identificó. Mientras tanto, los que asesinaron a sus niños siguen en la nómina. El mundo los considera gente respetable; nunca pasaron ni un día en la cárcel”.

Las orígenes del enfrentamiento

El bombardeo policial de 1985 fue la culminación de muchos años de represión política ejercida por las autoridades de Filadelfia. Mucho se ha escrito sobre los sucesos del 13 de mayo de 1985, pero menos se sabe de los “9 de MOVE”: Janine, Debbie, Janet, Merle, Delbert, Mike, Phil, Eddie, y Chuck Africa. Estos nueve integrantes de la organización MOVE fueron sentenciados colectivamente por el asesinato del oficial James Ramp en 1978 después de un sitio policial alrededor del hogar de MOVE en la colonia de Powelton Village en Filadelfia. Tendrán sus audiencias para considerar su derecho a libertad condicional en 2008. Según Ramona África, “El gobierno llegó a Powelton Village en 1978 no para detenernos sino para matar. Al fracasar en esto, condenaron injustamente a mi familia por un asesinato que el gobierno sabe que no cometieron y los encarcelaron con sentencias de 30-100 años. Después, cuando nuestra familia se atrevió a denunciarlos, llegaron a nuestra casa de nuevo y nos bombardearon. Quemaron a nuestros bebés vivos”.

Primero, un poco de historia:

Fundada a principios de los 70 por John Africa, la organización MOVE buscó descubrir y desafiar todo tipo de injusticias y abusos contra la vida en todas sus formas, incluso contra los animales y la naturaleza. MOVE promovió el activismo comunitario y organizó protestas no-violentas frente al zoológico y laboratorios donde se realizaban pruebas en animales, foros públicos y medios corporativos, entre otros.

Los conflictos iniciales entre MOVE y la policía se dieron cuando los agentes del alcalde Frank Rizzo reaccionaron con su brutalidad de siempre ante estas protestas no violentas. Desde el principio, MOVE practicó el principio de la auto-defensa y sus integrantes “respondieron a golpes con golpes”. Al defender esta práctica, Ramona Africa dice: “Estoy segura que los policías se enojaron porque “estos niggers” los resistían, diciéndoles que no podían llegar a golpear a nuestros hombres, mujeres y bebés sin que nos defendiéramos. ¿Qué se suponía que debemos hacer? ¿Quedarnos con los brazos cruzados y aceptar los abusos?”

Dado el régimen de mano dura de Rizzo, un enfrentamiento con MOVE fue inevitable. Notorio por su brutalidad racista cuando era Comisario de la Policía de 1968 a 1971, Rizzo una vez alardeó en público que él iba a “hacer que Átila el Huno se vea como un maricón”. Fue elegido alcalde en 1972 con consignas como “Vota blanco”. En 1979, su departamento de policía sería el primero acusado por el gobierno federal de brutalidad y corrupción.

Los ataques policiales contra MOVE aumentaron después del 9 de mayo de 1974, cuando dos mujeres embarazadas de la organización, Janet y Leesing, abortaron después de ser golpeadas por la policía y encarceladas una noche sin comida o agua. El 29 de abril de 1975, Alberta África perdió su bebé después de ser detenida, arrastrada desde los separos, sujetada y golpeada en el abdomen y la vagina.

La noche del 18 de marzo de 1976, siete prisioneros de MOVE acababan de salir libres y saludaban a sus familiares frente su casa en Powelton Village cuando los policías llegaron y atacaron a todos. Seis hombres de MOVE fueron detenidos y golpeados tan duro que sufrieron fracturas craneales, contusiones y huesos astillados. Janine Africa fue arrojada al suelo y pisoteada mientras cargaba su bebé de 3 semanas, Life África. El cráneo del bebé fue aplastado y Life murió.

Después de que MOVE les avisó a los medios del ataque y de la muerte del bebé, la policía declaró públicamente que el bebé no existía porque no hubo acta de nacimiento, y que MOVE mentía. Como respuesta, MOVE invitó a varios periodistas y políticos a su casa a ver el cadáver. Un poco después del ataque, el aclamado periodista de Filadelfia Mumia Abu-Jamal (ahora encarcelado en el corredor de la muerte en el mismo estado de Pensilvania) se entrevistó con un testigo presencial que había observado todo desde una ventana desde el otro lado de la calle. “Vi caer el bebé”, dijo el viejo. “Le daban de garrotazos a la mamá. Sabía que el bebé iba a quedars lastimado. Levanté el teléfono para llamar a la policía, luego me di cuenta que ellos eran la policía. ¿Me entiendes?" La fiscalía se negó a presentar cargos por el asesinato.

El enfrentamiento comienza

Como respuesta a la intensificación de la violencia policial, MOVE convocó una manifestación dramática el 20 de mayo de 1977. Varios integrantes subieron a un templete grande frente a su casa, cargando lo que parecían ser rifles. Según MOVE, “Les dijimos a los tiras que no habría más muertos escondidos, que esta vez tendrían que estar preparados a asesinarnos abiertamente porque si nos atacaban a golpes, les daríamos de golpes a ellos, si nos ataban a garrotazos, les daríamos de garrotazos, y si nos agredieran con armas, también responderíamos con armas. No creemos en las armas de muerte. Creemos en la vida. Pero sabíamos que los tiras no nos atacarían tan fácilmente si tuvieran que aguantar el mismo tratamiento que ellos dan de rutina a gente indefensa, sin armas”.

Hablando por megáfono en la plataforma, MOVE exigió la salida de sus presas y presos políticos y un fin al hostigamiento violento ejecutado en su contra por el gobierno de la ciudad. Policías fuertemente armados rodearon la casa, pero un probable ataque policial se evitó cuando una multitud de gente de la comunidad rompió la línea de policías y se paró frente a la casa de MOVE para proteger a los residentes del fuego.

Unos días después, la jueza Lynn Abraham respondió, emitiendo órdenes de detención para 11 integrantes de MOVE, acusándolos de incitar disturbios y de tener en su posesión un instrumento de la delincuencia”. La policía estableció vigilancia alrededor de la casa de MOVE para detener integrantes que salían de la propiedad. El empate duró casi un año.

El alcalde Rizzo agravó el conflicto el 16 de marzo de 1978, cuando su policía selló un perímetro de cuatro cuadras alrededor de la central de MOVE, bloqueando la entrada de comida y cerrando la llave del agua. Rizzo se jactó de que el bloqueo era “tan estrecho que ni una mosca podría pasar”. Muchas personas de la comunidad fueron golpeadas y detenidas al intentar entregar comida y agua a las mujeres embarazadas, bebés lactantes y niños adentro.

Después del bloqueo de hambre de dos meses, MOVE y el gobierno de la ciudad llegaron a un acuerdo bajo presión del gobierno federal. El 8 de mayo de 1978, los presos y presas de MOVE lograron salir de la cárcel; por otro lado, la policía pudo registrar la casa de MOVE para buscar armas. Los agentes se asombraron al encontrar sólo un puñado de fusiles inoperables de maqueta y unos cohetones que se veían como dinamita. Según el acuerdo, la fiscalía tendría que retirar todos los cargos contra MOVE y efectivamente purgar MOVE del sistema judicial dentro de 4-6 semanas. MOVE, por su parte, tendría que salir de su casa dentro de 90 días mientras el gobierno de la ciudad le ayudaba a conseguir un nuevo lugar.

Después de registrar la casa de MOVE y encontrar las armas de maqueta, la policía empezó a modificar los términos del acuerdo, enfocado en el plazo de 90 días. Dice MOVE que el periodo fue descrito a sus integrantes como un “un plan de trabajo factible para cambiar de sitio” pero que esto “fue falsamente presentado a los medios como un plazo absoluto. MOVE había dejado clara su intención a cambiar de casa y, a la vez, pretendía mantener la central abierta como una escuela”.

En la audiencia del 2 de agosto de 1978, el juez Fred DiBona falló que MOVE había violado la fecha tope. Firmó órdenes de detención para justificar el sitio policial que empezaría la semana siguiente.

La mañana del 9 de agosto, cientos de granaderos entraron. Los bulldozers tumbaron la barda y el templete mientras las grúas rompieron las ventanas de la casa. Unos 45 policías armados registraron la casa y encontraron que los de MOVE estaban apertrechados en el sótano. Con mangueras de alta presión, la policía empezó a inundar el lugar.

De repente, se escuchó disparos, probablemente desde una casa del otro lado de la calle. La policía abrió fuego contra la casa de MOVE, disparando más de 2,000 cartuchos. La policía y la mayoría de los medios principales reportaron después que MOVE había disparado primero. Sin embargo, los reporteros John McCullough y Larry Rosen de KYW Radio recuerdan que escucharon el primer disparo venir de una casa de enfrente, en diagonal, donde vieron un brazo que sostenía un arma recargada en una ventana del 3° piso.

Luego el fuego estuvo muy caótico, casi todo dirigido al sótano inundado. El oficial James Ramp fue herido de muerte en el tiroteo. Otros tres policías y varios bomberos también recibieron disparos. Después, un oficial encargado de vigilar la casa reconoció que había vaciado la recámara de su carabina, disparando al sótano donde escuchaba a las mujeres gritando y los niños llorando. En una reunión del personal unos días después, un capitán de la policía comentó sobre “la excesiva cantidad de disparos innecesarios de parte de los policías cuando no hubo blancos de por sí”.

Cuando MOVE eventualmente se entregó y salió de la casa, los oficiales se llevaron a los niños y golpearon a los adultos con saña. Chuck y Mike África habían recibido disparos en el sótano. La detención violenta de Delbert África fue grabada en vivo por un canal de televisión. Mientras yacía en el suelo, los agentes le pegaron en la cabeza con la cacha de un rifle y un casco de metal y lo patearon salvajemente.
Ddoce adultos de MOVE quedaron detenidos.

En una conferencia de prensa en la tarde, alguien le preguntó a Rizzo si ésta sería la última vez que Filadelfia vería a MOVE. Él respondió: “La única manera de terminar con ellos es de reimponer la pena de muerte. Ponlos en la silla eléctrica y yo jalaré la palanca”.

La destrucción de evidencia

El caso posterior contra “los 9 de MOVE” estuvo plagado de irregularidades con respecto a los hechos y de la manipulación ilegal de evidencia por la policía.

El profesor de la Universidad Temple y periodista de Filadelfia Linn Washington cubrió el enfrentamiento del 8 de agosto y el juicio de los 9 de MOVE. Entrevistado en el documental titulado MOVE narrado por Howard Zinn, Washington declaró que “el Departamento de Policía sabe quién asesinó al oficial Ramp. Fue otro policía quien lo disparó sin querer. Hay bastante evidencia de que fue un error, pero nunca lo van a reconocer. Yo me enteré de esto al consultar varias fuentes del Departamento de Policía, tanto fuentes del equipo SWAT (Armas y Tácticas Especiales) como fuentes de la sección de Balística”.

La manipulación de evidencia se inició inmediatamente después de la detención de los adultos de MOVE: el alcalde Rizzo dio la orden para que la policía demoliera la casa de MOVE antes de mediodía del mismo día. Los policías no hicieron nada para preservar la escena del crimen, realizar trazos con gis, o medir los ángulos balísticos. En una audiencia preliminar para desestimar los cargos, MOVE postuló, sin éxito, que la destrucción de su casa les había impedido demostrar la imposibilidad física de que MOVE le disparara a Ramp. MOVE citó el caso de los Panteras Negras del estado de Illinois, en el cual la preservación de la escena del crimen permitió a los investigadores establecer que todos los hoyos de bala en las paredes y puertas se hicieron por fuego policial.

La evidencia fotográfica presentada en la corte también fue incompleta. Es cierto que antes de demoler la casa de MOVE, la policía sacó fotos de estantes vacíos y dijeron que se usaban para guardar armas. Sin embargo, no hay fotos de MOVE apuntando o disparando armas desde las ventanas del sótano o de la policía sacando armas de la casa, tampoco hay fotos que apoyen la suposición de que los policías sacaron armas del lodo en elpiso del sótano. Al contrario, un video policial visto en la corte muestra al anterior Comisario de Policía Joseph O’Neill metiendo armas por la ventana frontal del sótano de la casa de MOVE.

Otra fuerte indicación de la destrucción intencional de evidencia, es que, en los tres videos policiales presentados en la corte, el metraje estuvo borrado precisamente en el momento cuando Ramp recibió el disparo.

La evidencia balística presentada sobre la muerte del oficial Ramp también es contradictoria. En el documental MOVE, Linn Washington recuerda la manera en que se manejó la evidencia en el juicio. “Tuvieron un gran problema con la autenticidad y, por eso, con la validez del informe del examinador médico. El fiscal sacó un lápiz y borró las palabras del informe que no le gustaron. Cuando MOVE objetaba, el juez decía “siéntense y cállense” y permitió que el tipo hiciera eso”.

El 8 de agosto, el Philadelphia Bulletin reportó que a Ramp le habían “disparado en la parte posterior de su cabeza, según la bitácora de la policía.” El Daily News, por lo contrario, reportó el día siguiente que la punta de la bala había entrado por la garganta, haciendo una trayectoria para abajo hacia el corazón. Más tarde, el examinador médico para la fiscalía, el doctor Marvin Aronson dio testimonio en la corte que la bala entró por su “pecho y viajó en dirección horizontal sin desviación para arriba o para abajo”.

En un boletín reciente, MOVE postula que si ellos hubieran disparado desde el sótano, la trayectoria de la bala habría sido para arriba en lugar de para abajo u horizontal, según las versiones presentadas.

Aparte, habría sido casi imposible hacer un disparo limpio en ese momento. El agua en el sótano, estimada en 2.13 metros de profundidad, obligó a los adultos a cargar a los niños y los animales para evitar que se ahogaran. “La presión del agua estuvo tan poderosa que levantaba los tirantes de ferrocarril de 2 metros (estas vigas formaron parte de nuestra valla) y los echaron a través de las ventanas del sótano sobre nosotros. No hay manera de que alguien pudiera haber aguantado la presión del agua y de los escombros para luego disparar o apuntar para matar a alguien”.

El 4 de mayo de 1980, Janine, Debbie, Janet, Merle, Delbert, Mike, Phil, Eddie, y Chuck Africa fueron condenados por asesinato en tercer grado, conspiración y varios cargos de tentativa de asesinato y asalto agravado. Cada persona recibió una sentencia de 30-100 años. Otras dos personas que denunciaron a MOVE fueron absueltas. Consuela África fue enjuiciada en un proceso aparte porque el fiscal no encontró evidencia de que ella era integrante de MOVE.

Mumia Abu-Jamal escribe que los 9 de MOVE “fueron condenados por ser unidos, no en la delincuencia, sino en rebelión contra el sistema y en resistencia contra los ataques armados del estado. Fueron condenados por ser integrantes de MOVE”.

Cuando Judge Malmed salió como invitado unos días después en un talk show, Abu-Jamal llamó para preguntarle quién había matado a Ramp. El juez dijo: “No tengo la menor idea”. Explicó que los integrantes de MOVE se consideraban como una familia y por eso él los encontró culpables como una familia.

Las audiencias del 2009

Mike Africa, hijo, quiere que sus papás regresen a casa. Hijo de los presos Mike y Debbie, de los 9 de MOVE, el joven Mike nació en prisión unas semanas después de que su mamá sobrevivió el fuego policial y a una golpiza salvaje que recibió el 8 de agosto de 1978. Hoy día, Mike explica que crecer sin padres es “muy duro. Es como perder parte de ti mismo. El sistema separó a la gente de MOVE porque saben que es muy difícil vivir aparte de tu familia”.

Después del bombardeo del 13 de mayo de 1985, la abuela de Mike tomó la decisión de salir de MOVE y se llevó a él y a su hermana con ella. “El no estar en MOVE y no tener papás estuvo muy duro. No entendí por qué mis papás estaban en prisión y me dio vergüenza. Nadie me lo explicó hasta que Ramona me trajo de nuevo a MOVE después de que salió de la cárcel en 1992”. Después de regresar a MOVE, Mike ha viajado por muchas partes del mundo para difundir la lucha por liberar a sus papás y los demás presas y presos de los 9 de MOVE.

Una de estas presas, Merle África, murió trágicamente tras rejas en 1998 bajo circunstancias vistas como sospechosas por MOVE. El agosto de 2008 marcó el año 30 del encarcelamiento de los 9 de MOVE, y por primera vez tenían derecho a libertad condicional. Sus simpatizantes organizaron apoyo público para su salida, incluso un serie de videos en línea, una petición en línea y una campaña para comunicarse con el Consejo de Libertad Condicional a través de cartas y llamadas telefónicas. A pesar de la presión pública, el Consejo les negó su derecho a salir aún cuando las mujeres ni siquiera fueron acusadas de portar armas. MOVE ha empezado a organizar y reunir apoyo público para lograr su libertad.

Ahora, en el 2009, el Consejo de Libertad ha convocado audiencias de nuevo, y MOVE ha iniciado otra campaña para enviar llamadas y cartas en apoyo a la libertad de los presos. Convoca una manifestación en Filadelfia el 16 de mayo para marcar el aniversario 24 de la matanza del 13 de mayo de 1985.

A Ramona África le preocupan mucho dos posibles cláusulas que se podrían implementar para negarles la libertad condicional.

La primera se conoce como la cláusula “tomar responsabilidad”, la cual exige, en efecto, que un preso reconozca su culpabilidad para que le otorguen la libertad condicional. “Ésta no es aceptable; es patentemente ilegal. Si una persona está condenada en un juicio, es ridículo exigir que asuma la culpabilidad aun cuando proclama su inocencia, como es el caso con los 9 de MOVE. La única cuestión relevante con respecto al otorgamiento de libertad condicional debe de ser la mala conducta en la prisión, algo que podría indicar que una persona no está lista para recibir la libertad condicional. Aparte de eso, deben de permitir que salga”, explica Ramona.

La segunda es la cláusula que se refiere a “la naturaleza grave de la ofensa”. “Ésta también es patentemente ilegal porque el juez tomó todo eso en consideración cuando emitió la sentencia. Si no hubiera mala conducta, problemas, nuevos cargos, etc., deben de permitir que el preso o la presa salga después de servir el término mínimo. La negación de este derecho es, en su fondo, una nueva sentencia. Tenemos que resolver estas cuestiones porque cuando nuestros familiares pidan la libertad condicional, no queremos escuchar más de estas tonterías”.

Ramona también insta a la gente a apoyar a Mumia Abu-Jamal, a quien la Suprema Corte de Estados Unidos le acaba de negar un nuevo juicio para determinar inocencia o culpabilidad. Llama al presidente Barack Obama y al procurador Eric Holder a abrir una investigación sobre las violaciones de derechos civiles en el caso. Dice Ramona: “La vida de este hermano está en la línea.... Él se volvió un blanco del gobierno porque fue el único periodista que siempre decía la verdad sobre lo que pasaba con MOVE. Mumia nos dio su apoyo total durante muchos años y por eso le damos nuestro apoyo y lealtad ahora”.

Hoy día Mumia Abu-Jamal escribe: “La callada respuesta del público al homicidio masivo de los integrantes de MOVE ha preparado el terreno para la violencia estatal aceptable contra los radicales, los negros, y todos considerados inaceptables socialmente.... Las mentalidades torcidas en juego aquí están parecidas a las de Alemania de los Nazis, o tal vez más al grano, a las de My Lai en Vietnam o de Bagdad. Son el espíritu tras la idiótica mantra asesina que hizo eco desde Da Nang: “Tuvimos que destruir la aldea para salvarla”.

Durante todos estos años, las autoridades nunca han dejado en paz a MOVE. La destrucción de sus casas en 1978 y 1985, la detención y condena de muerte impuesta al periodista Mumia Abu-Jamal, quien había cubierto los conflictos de MOVE; la muerte en 1998 de Merle Africa en prisión; y la batalla de custodia de 2002 sobre Zachary Gilbride Africa son unos pocos ejemplos de la larga historia de MOVE en sus enfrentamientos con el sistema. Esta tradición se resume mejor por el fundador de MOVE John África en su discurso al jurado en 1981 cuando fue absuelto de cargos federales de acopio de armas en el famoso juicio “John África vs. el Sistema”:

“Ya es tiempo para que toda la gente pobre se libere del ahogo engañoso de la sociedad...Este sistema les falló ayer, les falla hoy y ha creado las condiciones para fallarles mañana porque la sociedad está mal, el sistema está tambaleando, las cortes están en pleno desequilibrio. Los tiras están locos, los jueces esclavizadores, los abogados son tan justos como los jueces que enfrentan...entrenados por el sistema para ser como el sistema, para servir el sistema, para explotar de la mano con el sistema. Y MOVE no va a cerrar los ojos ante este monstruo”.

Hans Bennett es un periodista independiente y multimediático (www.insubordination.blogspot.com ) y co-fundador de Journalists For Mumia Periodistas por Mumia (www.Abu-Jamal-News.com )

Para más información, vean: http://www.onamove.com o www.move9parole.blogspot.com

Vean el serie Libertad Condicional para los 9 de MOVE, 2008, el documental Confrontation in Philadelphia, 1978, y el documental MOVE, 2004, narrado por Howard Zinn:
http://www.brightcove.com/title.jsp?title=428944249&channel=219646953

 

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