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Mundo :: 03/01/2006

¿Dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"?

Noticias de la Rebelión

La toma del Poder Político: Lenin y los bolcheviques

x Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (méxico)

"Los hombres han sido siempre en política víctimas necias del engaño de los demás y del engaño propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a discernir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase."
Vladimir Ilich Lenin, Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo.

Luego de la caída de la URSS, los historiadores y propagandistas burgueses, semejando a buitres alrededor de un animal muerto, se dedicaron literalmente a despedazar la historia del pueblo soviético. Como era de esperarse, esos falseadores de la historia se dedicaron a mostrar al mundo entero todo lo malo del "socialismo real", pero ocultaron todo lo bueno que tuvo o pudo tener el régimen soviético, sobre todo del periodo anterior a la muerte de Lenin.
Los soviéticos tuvieron, sin duda, aciertos y errores, pero el estudio pormenorizado de una historia tan compleja, tan difícil y en muchas ocasiones tan ejemplar y heroica como la de la URSS no permite las conclusiones fáciles, que en verdad resultan inexactas e injustas para ese pueblo heroico como lo fue y sigue siendo a pesar de su fragmentación en diversos países.
Hacer pasar, de una manera simplista, a Rosa Luxemburgo como contraria a Lenin es inexacto. Decir que mientras Luxemburgo pugnaba por el trabajo "desde abajo", Lenin y los bolcheviques pretendían "instaurar el socialismo desde arriba", no es sólo un desprecio hacia el esfuerzo de muchos hombres ya muertos, muchos de ellos en una forma ejemplar y heroica, sino también una falsedad histórica. Habría que empezar diciendo que el propio Lenin reprochó a Luxemburgo, un poco antes de la muerte de ésta, su aislamiento con respecto de las "bases"; al hablar de un folleto de Luxemburgo, Lenin dice: "En el folleto de Junius se siente a un solitario que no actúa codo con codo al lado de camaradas de [una] organización ilegal habituada a pensar a fondo las consignas revolucionarias y a educar sistemáticamente a las masas en el espíritu de estas consignas".
Junius era el nombre clandestino con que Lenin se refería a Luxemburgo. Ya de por sí, por simple metodología, es absurdo equiparar, como a veces se hace, el "comunismo primitivo" del que hablaba Luxemburgo con "las culturas originarias" americanas de hoy, pero lo más cuestionable de esa forma de sacar conclusiones fáciles, pero inexactas, es decir que los bolcheviques pretendían "instaurar el socialismo desde arriba" y eliminar la democracia. Eso no es sólo reducir la historia de una manera imperdonable, sino seguir despedazando la historia de un pueblo como el soviético, lo cual favorece el desprecio por el estudio más riguroso de la historia universal.
En casi cada página de las miles que escribió Lenin se puede encontrar por lo menos una idea que refuta esa patraña de que los bolcheviques pretendían "instaurar el socialismo desde arriba". En las páginas de los periodistas de la época, entre ellos John Reed, se encuentran testimonios elocuentes de lo que fue la lucha de obreros, soldados y de los campesinos más pobres de Rusia (y no sólo de Rusia), organizados en los llamados Consejos o Soviets, los órganos de poder popular bolchevique, en contra del poder zarista.
Ahora bien, el propio Lenin, siempre muy respetuoso de la iniciativa popular, decía en forma autocrítica que la práctica siempre superaba a la teoría, y que el pueblo estaba dispuesto a ir incluso más lejos que el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, POSDR: "Como siempre, la práctica ha procedido a la teoría. La huelga pacífica y las manifestaciones han dejado de satisfacer enseguida a los obreros, que se preguntaban: ¿y después qué?, y que exigían acciones más activas. La directiva de levantar barricadas llegó a las barricadas con enorme retraso, cuando ya se levantaban en el centro. Los obreros se pusieron en masa a levantarlas, pero esto tampoco les satisfacía, y preguntaban: ¿y después qué?, y exigían acciones más activas.
Nosotros, dirigentes del proletariado socialdemócrata, nos hemos encontrado en diciembre [1906] como aquel jefe militar que tenía dispuestos sus regimientos de un modo tan absurdo que la mayor parte de sus tropas no participaban activamente en la batalla. Las masas obreras buscaban instrucciones para realizar operaciones activas, y no las encontraban".
En el párrafo anterior queda fielmente consignado el respeto de Lenin por la actividad del pueblo trabajador. También queda demostrada la iniciativa y participación independiente de ese pueblo trabajador. No sólo eso, ese pueblo trabajador, ese pueblo bolchevique, estaba tan adelantado ideológicamente que, dice Lenin: "El proletariado de Moscú nos ha dado, durante las jornadas de diciembre [1906], admirables lecciones de «trabajo ideológico» entre las tropas; por ejemplo, el 8 de diciembre, en la plaza Strastnaia, cuando la muchedumbre rodeó a los cosacos, se mezcló y confraternizó con ellos y les convenció de que se volviesen atrás. El 10, en la barriada de Presnia, cuando dos jóvenes obreras, que portaban una bandera roja entre una multitud de 10,000 personas, salieron al paso de los cosacos gritando: ¡Matadnos! ¡Mientras nos quede vida, no nos quitaréis la bandera! » Y los cosacos, llenos de confusión, se alejaron a galope, mientras la muchedumbre gritaba «¡Vivan los cosacos!». Estos ejemplos de arrojo y heroísmo deben quedar grabados para siempre en la conciencia del proletariado".
Los bolcheviques fueron los autores de las huelgas económicas de 1896- 1900, de las manifestaciones políticas de obreros y estudiantes de 1901-1902, de los motines campesinos de 1902, de las grandes huelgas de verano 1903, de la huelga política de toda Rusia con casos locales de lucha de barricadas de octubre de 1905, de los combates de masas en las barricadas y la insurrección armada de diciembre de 1905, de la lucha pacífica parlamentaria de abril a junio de 1906, de las insurrecciones militares parciales de junio a julio de 1906, de las insurrecciones parciales campesinas de otoño de 1905 a otoño de 1906, del paso del célebre acorazado Potemkin a las filas revolucionarias, de los levantamientos en Cronstadt de 1912, de la confraternización de obreros y soldados y cosacos en 1917. Esos bolcheviques inauguraron las revoluciones socialistas victoriosas en el mundo en octubre de 1917.
Esos bolcheviques pagaron con muchas más de 20 millones de vidas la derrota del nazismo. Por todo eso y mucho más resulta grotesco acusar a Lenin y los bolcheviques de "pretender instaurar el socialismo desde arriba". Las palabras de Lenin refutarían letra por letra todas esas mentiras propias de un intelectual que se dice de izquierda pero que es claro que escribe con la ideología y estilo de Enrique Krauze. Lenin decía: "Es evidente que, para suprimir por completo las clases, no basta con derrocar a los explotadores, a los terratenientes y capitalistas, no basta con suprimir su propiedad, sino que es imprescindible también suprimir toda propiedad privada sobre los medios de producción; es necesario suprimir toda diferencia existente entre los trabajadores manuales e intelectuales. Esta obra exige mucho tiempo. Para realizarla, hay que dar un gigantesco paso adelante en el desarrollo de las fuerzas productivas, hay que vencer la resistencia (muchas veces pasiva y mucho más tenaz y difícil de vencer) de las numerosas supervivencias de la pequeña producción, hay que vencer la enorme fuerza y la rutina que esas supervivencias llevan consigo."
¿Dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"? Al contrario, dice que depende de vencer la rutina de las supervivencias capitalistas. Ante las enormes dificultades políticas y económicas que entrañaba dirigir una revolución socialista, Lenin criticaba a quien todo lo quería arreglar con la violencia: "Ahora hay que realizar un trabajo colosal para convencerlos [a los campesinos] definitivamente de que la ruina que la guerra ha dejado en pos, únicamente puede ser superada mediante la organización comunista de la economía. En esto no hay que actuar por la violencia, sino únicamente mediante el convencimiento."
¿Dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"? Al contrario, habla de convencer a los campesinos sobre la necesidad de la economía comunista. Para ser objetivos, tendríamos que decir también en cuáles aspectos teóricos y prácticos de la lucha revolucionaria, Lenin y Junius eran afines. Esas afinidades eran muy importantes, pero algunos las evitan decir; quizá porque esas afinidades tenían que ver con la manera radical de abordar la revolución socialista, tanto de parte de Lenin como de Luxemburgo. Lenin y Luxemburgo eran afines, por ejemplo, antes de la primera guerra imperialista, en la caracterización del militarismo: "El militarismo es el principal instrumento de la opresión de clase".
También, durante ese mismo periodo, Rosa Luxemburgo y Lenin estaban de acuerdo en que la "tarea de la socialdemocracia [es] luchar no sólo contra el desencadenamiento de las guerras o por el cese inmediato de las ya iniciadas, sino también por el aprovechamiento de la crisis engendrada por la guerra para acelerar la caída de la burguesía". En eso era que estaban de acuerdo Luxemburgo y los bolcheviques encabezados por Lenin: en "la caída de la burguesía".
Para ser objetivos, tendríamos que decir, además, cuáles eran las críticas de Lenin hacia Luxemburgo y Liebknecht. Eso tampoco suelen decirlo los simples detractores de Lenin y los bolcheviques. Pero basta decir que Lenin tenía en alta estima a Luxemburgo, a pesar de las diferencias que pudo tener con ella: "Sabemos que esas dificultades son enormes y que la violencia no basta para vencerlas Naturalmente, no estamos en contra de la violencia; nos reímos de quienes mantienen una actitud negativa hacia la dictadura del proletariado, y decimos que son gente necia, incapaz de comprender que debe haber dictadura del proletariado o dictadura de la burguesía. Quien diga lo contrario o es idiota o es tan ignorante políticamente, que sería una vergüenza, no digo ya dejarle subir a una tribuna, sino permitirle participar en una asamblea. O violencia contra Liebknecht y Luxemburgo, asesinato de los mejores guías de los obreros, o aplastamiento de los explotadores por la violencia, eso es lo único que puede haber; quien sueñe en un término medio, es nuestro peor y más peligroso enemigo."
¿Dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"? Al contrario, plantea la necesidad de la violencia revolucionaria para evitar el asesinato de los mejores guías de los obreros, como Liebknecht y Luxemburgo.
No está de menos hablar de la crítica que hace Lenin a Luxemburgo en un artículo llamado Acerca del Folleto de Junius, escrito en julio de 1916. Luxemburgo planteaba que, en el imperialismo, y una vez iniciada la guerra imperialista de 1914-1918, "no puede haber ya guerras nacionales". Lenin no estaba de acuerdo en ello, entre otras razones, porque "la continuación de la política de liberación nacional de las colonias las conducirá inevitablemente a librar guerras nacionales contra el imperialismo". Además, Lenin agregaba, las "guerras nacionales contra las potencias imperialistas, no sólo son posibles y probables: son inevitables y son progresistas y revolucionarias, aunque desde luego, para su éxito se requiere la unión de esfuerzos del inmenso número de habitantes de los países oprimidos".
¿Tenía razón Luxemburgo? No; tenía razón Lenin. Y quizá la demostración histórica más conocida y elocuente fue la posterior victoriosa guerra de liberación nacional del pueblo vietnamita sobre los imperialistas franceses, primero, y norteamericanos, después. Qué curioso, si Luxemburgo tuviera razón, entonces ¡no tendría sentido la existencia de diversos ejércitos populares de Liberación Nacional mexicanos, incluidos nosotros, las FARP! Eso lo callan los desdeñosos del estudio crítico y serio de la historia. En ese mismo artículo Lenin dice estar de acuerdo plenamente con Luxemburgo cuando ésta dice que el "socialismo reconoce a cada pueblo el derecho a la independencia y a la libertad, el derecho a disponer de su destino; el socialismo internacional reconoce el derecho de las naciones libres independientes e iguales; pero tan sólo él puede crear naciones semejantes, tan sólo él puede realizar el derecho de las naciones a su autodeterminación. Y esta consigna del socialismo, al igual que todas las otras, sirve, no para justificar lo existente, sino para indicar el camino, para estimular la política revolucionaria, transformadora y activa del proletariado".
Eso pensaba Luxemburgo, y en eso estaba de acuerdo con Lenin. Pero eso, repetimos, suelen no decirlo los detractores de oficio de Lenin y los bolcheviques.
Veamos ahora cómo Lenin definía el gobierno revolucionario: "El gobierno revolucionario es necesario para abordar inmediatamente las transformaciones políticas que preconiza la revolución: para instaurar la autonomía revolucionaria del pueblo, para convocar a una asamblea realmente constituyente y que represente efectivamente a todo el pueblo, para implantar las «libertades» sin las que no es posible la justa expresión de la voluntad popular. El gobierno revolucionario es necesario para dar unidad política a la parte insurreccionada del pueblo, que ha roto real y definitivamente con la autocracia, para organizarla políticamente."
¿Dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"? Al contrario, plantea la autonomía revolucionaria del pueblo, la verdadera representación de todo el pueblo en una asamblea constituyente y la justa expresión de la voluntad popular. Lenin criticaba el autonombrarse comunista sin serlo en realidad: "Toda empresa fundada por comunistas o con su participación recibe a cada paso, de buenas a primeras, el nombre de «comuna»; pero se olvida con frecuencia que una denominación tan honrosa debe ser conquistada por una labor prolongada y tenaz, por éxitos prácticos concretos en la edificación verdaderamente comunista."
¿Dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"? Al contrario, plantea la necesidad de la labor prolongada y tenaz, de éxitos prácticos concretos en la edificación verdaderamente comunista. Y eso sólo se logra "desde abajo". Es común que los autoerigidos fiscales de la historia se esfuercen en mostrar la eventual separación de la "vanguardia revolucionaria" soviética con respecto de las masas del pueblo ruso para decir que los bolcheviques pretendían "instaurar el socialismo desde arriba", como si esto hubiera sido el propósito de Lenin y los bolcheviques. Pero léase lo que decía Lenin al respecto: "La vanguardia cumple sus tareas como tal vanguardia sólo cuando sabe no aislarse de la masa que dirige, sino conducir realmente hacia adelante a toda la masa. Sin la unión con los no comunistas, en los más diversos terrenos de la actividad, no puede ni siquiera hablarse de ninguna construcción comunista eficaz."
¿Dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"? Al contrario, plantea la inmersión de la vanguardia revolucionaria con la masa proletaria y de la unión con los no comunistas. Nadie debe rechazar la verdad de que los bolcheviques y los socialistas del mundo fracasamos en el proyecto de la URSS, pero eso dista mucho de decir que "instaurar el socialismo desde arriba" era el propósito de Lenin y los bolcheviques.
Lenin advirtió lo terriblemente difícil que era la construcción socialista, pero al mismo tiempo supo definir que el problema radicaba en la necesidad de una auténtica revolución cultural: "Nuestro aparato estatal se encuentra en un estado tan lamentable, por no decir detestable, que primero debemos reflexionar profundamente en la manera de luchar contra sus deficiencias, recordando que las raíces de éstas se hallan en el pasado, el cual, a pesar de haber sido subvertido, no ha desaparecido por completo, no ha quedado en la fase de una cultura perteneciente a tiempos remotos. Si planteo aquí la cuestión de la cultura es porque en estas cosas debe considerarse como logrado sólo aquello que ha entrado en la vida diaria, en las costumbres."
Lenin propuso además una solución concreta: "Para renovar nuestro aparato estatal tenemos que fijarnos a toda costa como tarea: primero, estudiar, segundo, estudiar, tercero, estudiar y después comprobar que la ciencia no quede reducida a letra muerta o a una frase de moda (cosa que, no hay por qué ocultarlo, ocurre con demasiada frecuencia entre nosotros), que la ciencia arraigue, efectivamente, que llegue a ser plena y verdaderamente un elemento integrante de la vida diaria".
Con enorme exactitud, Lenin habla del asunto de la conciencia del pueblo, de la cultura, cuando dice que "debe considerarse como logrado sólo aquello que ha entrado en la vida diaria, en las costumbres".
Pero, ¿dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"? Al contrario, habla de la vida diaria y de las costumbres. Y esa vida diaria y esas costumbres no pueden ser otras más que las del pueblo. Además, propone el estudio, cosa que les permite a los trabajadores dejar de ser sorprendidos y embaucados por quienes escamotean la lucha de clases y la heroica iniciativa de los pueblos del mundo. Es muy importante aclarar que Lenin criticaba también a quien proponía sólo "estudiar la ciencia proletaria", pues él decía que lo que se necesitaba era "sencillamente, estudiar." También Lenin es honesto e implacable consigo mismo y con sus compañeros de lucha cuando dice que es frecuente entre ellos que la ciencia quede en letra muerta o en una frase de moda. Pero, insistimos, ¿dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"?
Es completamente falso que los bolcheviques pretendieran acabar con la democracia, y para comprobar esa mentira pongamos el caso de los Soviets de soldados: "He aquí ahora las reivindicaciones de un regimiento de infantería de Petersburgo: «A la Duma deben de elegirle diputados nuestros, soldados, que defiendan nuestras necesidades. » Los soldados no quieren permanecer al margen de la política".
En vísperas de la Revolución de Octubre de 1917, la consigna bolchevique fue: "todo el Poder a los Soviets". Y si no hubiera sido por los Soviets de obreros, soldados y campesinos pobres, la Revolución de Octubre no hubiera sido posible. Lo que sucede es que los bolcheviques estaban constituidos orgánicamente en los Soviets y éstos a su vez estaban integrados por los obreros, los soldados y los campesinos más pobres, o sea, por el pueblo. Es, por lo tanto, una estupidez decir que los bolcheviques pretendían "instaurar el socialismo desde arriba".
Hoy se quieren hacer pasar como nuevos conceptos como "los de abajo" y "los de arriba". Veamos cómo Lenin abordaba ya esos conceptos antes de 1917: "Para un marxista resulta indudable que la revolución es imposible si no se da una situación revolucionaria, pero no toda situación revolucionaria conduce a la revolución. ¿Cuáles son, en términos generales, los signos distintivos de una situación revolucionaria? Estamos seguros de no equivocarnos al señalar estos tres signos principales: 1) La imposibilidad para las clases dominantes de mantener su dominio en forma inmutable; tal o cual crisis en las "alturas", una crisis de la política de las clases dominantes abre una grieta por la que irrumpen el descontento y la indignación de las clases oprimidas. Para que estalle la revolución no basta que «los de abajo no quieran vivir» como antes, sino que hace falta también que «los de arriba no puedan vivir» como hasta entonces. 2) Una agravación de la miseria y las penalidades de las clases oprimidas. 3) Una intensificación considerable, por las razones antes indicadas, de la actividad de las masas, que en tiempos «pacíficos» se dejan expoliar tranquilamente, pero que en épocas turbulentas son empujadas, tanto por la situación de crisis en conjunto como por las alturas mismas, a una acción histórica independiente."
¿Dónde dijo Lenin que el "socialismo se instaura desde arriba"? Al contrario, habla de la necesidad de una acción histórica independiente de parte de las masas de trabajadores urbanos y rurales. Lenin sabía el gigantesco paso que el pueblo soviético había logrado en octubre de 1917, pero jamás consideró que la tarea revolucionaria en Rusia había ya finalizado: "Nosotros hemos empezado la obra. Poco importa saber cuándo, en qué plazo y los proletarios de qué nación culminarán esta obra. Lo esencial es que se ha roto el hielo, que se ha abierto camino, que se ha indicado la dirección a seguir".
¡Qué claridad la de Lenin! Y qué lástima que su pensamiento sea poco conocido aún por el pueblo mexicano. Por mera justicia, los bolcheviques, los iniciadores de la "primera victoria, [que] no es aún la victoria definitiva", del trabajo sobre el capital, no merecen ser acusados de haber pretendido "instaurar el socialismo desde arriba", porque eso sencillamente no es cierto. Quien diga que los bolcheviques pretendían "instaurar el socialismo desde arriba" o es un ignorante de la historia de "los de abajo" o es un hombre de mala fe. Pero igual da, Lenin decía que la ignorancia no es un argumento válido. Por lo tanto, que cada quien saque, en completa libertad, sus conclusiones

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