La falacia del "éxito" económico de Milei
El ministro Luis Caputo se reunió días atrás en Washington con unos 400 inversores, banqueros y analistas financieros internacionales organizados por sus ex patrones del JPMorgan. La idea central fue mostrar que el plan de ajuste es social y políticamente sustentable. Terminó su exposición diciendo: “Es la primera vez que responden de una manera tan alta y clara (los argentinos). Vamos así a un equilibrio fiscal que sirve como un ancla muy fuerte, a pesar de que algunos intenten socavarlo. Siendo extremadamente ortodoxos en el lado fiscal y llegando a un superávit financiero en el primer mes de gobierno”.
Sin duda el corazón de los presentes acompañó a Caputo, pero los bolsillos no se abrieron. Tampoco el FMI mostró mucha voluntad de liberar más dinero para la Argentina, al menos hasta fin de año, cuando finalizará la asistencia prevista en el programa vigente. Sin ese primer paso, parece difícil que puedan prosperar los contactos con bancos y fondos de inversión extranjeros que se dejan trascender desde el Palacio de Hacienda.
Para el INDEC y estudios privados basados en las estadísticas del organismo oficial las estadísticas están claras.
El instituto oficial marca un aumento del 205% anual en los salarios privados registrados, en blanco; un 168% en los sueldos públicos también registrados y 124% para los no registrados, en negro y sin coberturas laborales. Contra una inflación de 288% para el nivel general y 308% en el costo de alimentos y bebidas. Les saca 83 puntos porcentuales a los salarios privados en blanco y 164 a los sueldos en negro.
Otro tanto sucede con el costo de la canasta que mide la pobreza y la alimentaria básica que define la línea de indigencia. La primera aumentó un 304% anual y la segunda 308%.
Según CAME las ventas caen, sobre todo, en los comercios chicos y medianos, un promedio de 27% durante el bimestre enero-febrero. Que se eleva a 35,2% en alimentos y bebidas.
Tengamos en cuenta que el consumo privado es el pilar de la actividad económica que anda entre 63/65% del PBI.
Parate de la inversión pública
La Asociación Argentina de Presupuesto, una entidad con 46 años y calificados especialistas, ha dicho que, comparada con el mismo período de 2023, la caída del gasto de capital en primer trimestre de 2024 “presenta niveles de parate casi total de la inversión pública”.
Se trata de un 83,4% real, descontada la inflación, que el ministerio de Economía no destinó, sobre todo, a obras de infraestructura en el transporte terrestre, ferroviario y aéreo y a viviendas y servicios sociales básicos. En plata representó un “ahorro” fiscal de $ 124.700 millones, poco más de la cuarta parte del recorte de $ 597.000 en jubilaciones y pensiones.
Entre noviembre de 2023 y marzo del 2024 -solo cuatro meses- el poder de compra de la jubilación mínima cayó un 21,5% (16,1% con los bonos extras).
Calculada como porcentaje del PBI, la inversión pública argentina tuvo su mejor desempeño en 2021, superando el 2% del PBI, cuando se pagaron deudas atrasadas. Los datos de América Latina destacan que entrado el año 2000 la inversión pública promedio osciló en torno al 2,6%, el 2,9% y el 3,9% del PBI. En el sudeste asiático, la media anda en 7%. Según el FMI, entre 2013 y 2015 superaba el 7% del PBI en el 30% de los países desarrollados.
En cuanto a la inversión privada, finalizó el primer bimestre con una caída del 13,3% respecto del mismo período de 2023, según el último informe de la consultora Orlando Ferreres y Asociados.
El estudio consignó que la inversión en maquinaria y equipo registró una baja de 8,2%. La inversión en el sector de la construcción registró un descenso de 17,3%.
La actividad económica
Dos de las grandes e importantes la están pasando mal. Una es la industria que acumula nueve meses consecutivos barranca abajo, con rojos muy subidos en diciembre 2023 (-12,9%) y -12,2% en enero y -9,9% en febrero del 2024.
Otro bajón fuerte es el de la producción de maquinaria agropecuaria (-48,3%), la siderurgia (-39,7%) y la actividad automotriz (-17,7%).
La UIA, en su informa de marzo, sobre “Indicadores industriales y expectativas”, reveló que en el primer bimestre del año “se registraron los niveles más bajos de la serie de las variables de producción y ventas, indicando una agudización de las dificultades en el entramado productivo industrial, especialmente en las pymes”.
Entre febrero del 23 y el año siguiente la construcción cayó 24,6%. Y dentro del rubro el asfalto 64,9%, hierro y acero 45,9% y hormigón 34,8%.
Entre la industria manufacturera y la construcción explican el 20% del PBI. Si se agrega el comercio minorista y mayorista que arranca el año con una baja del 8,2%, tenemos que, por lo menos un tercio de la economía está en recesión.
La actividad industrial y de la construcción en febrero vuelve a registrar una caída del 3,2% según el Estimador mensual de Actividad Económica (EMAE), respecto del mismo mes de 2023. Fue la cuarta caída consecutiva de la actividad, aunque en los últimos tres meses se viene desacelerando (4,5% en diciembre y 4%en enero).
En el segundo mes del año, la mayor pérdida corresponde a la construcción (19,1%), seguido por la intermediación financiera (12,1%) e industria (8,4%).
El rubro que más creció fue pesca (31,6%), mi as y canteras (11,7%) y electricidad, gas y agua (7,6%). En la mayoría de los rubros que componen el índice del Centro de Estudios de la Actividad Industrial (CEU) se registra la tendencia a la baja: en 9 de 12 cayó el nivel de producción.
Para Aurum Valores “la perspectiva recesiva sigue agravándose, sin señales de mejora más que algún aporte del agro”.
Para Sebastián Menescaldi, economista de EcoGo, los números de marzo van a ser peores a los de febrero. “El mes pasado hubo una caída fuerte en autos y estamos viendo una baja para la industria del 15 al 20% en ese mes”. Y agrega: “la caída de la actividad se va a sentir sobre los ingresos públicos”.
Al respecto, el martes 23 se reunió la Junta Directiva de la UIA integrada por dirigentes del interior del país. Un comunicado de la entidad señaló: “Los sectores y regiones representados en la Junta Directiva de la UIA manifestaron su seria preocupación por la caída de la actividad y su impacto, principalmente en las pequeñas y medianas industrias”.
Según datos del tercer informe mensual de actividad industrial en febrero registró una caída interanual de -6,8%. Se trata del noveno mes consecutivo con caída, mientras que el primer bimestre de 2024 acumula un descenso interanual de -8,3%.
Las ventas reales de las PYME industriales en el cuarto trimestre de 2023 con relación al mismo período del año pasado cayeron un 12% y la ocupación disminuyó 3%.
Las importaciones se desplomaron un 18,6% en febrero
Mientras las exportaciones crecieron 5,6%, por lo cual Argentina registró u superávit comercial de U$S 1.438 millones, que casi duplicó el logrado en enero de U$S 797 millones.
La menor demanda de importaciones es sinónimo de una recesión que se hace sentir cada vez más. Brasil fue el principal vendedor para la Argentina (25% de las importaciones) y el principal comprador (19% de las exportaciones).
Con U$S 15.000 millones no alcanza para eliminar las restricciones cambiarias
La deuda comercial atrasada acumulada por los importadores alcanza “no menos de U$S 25.000 millones (incluye los Bopreal), según la consultora Equilibra de Diego Bossio y Martín Rapetti.
A lo que suman alrededor de U$S 10.000 millones de servicios promedio de deuda pública nacional y provincial por año y una modesta meta de acumulación anual de reservas de unos U$S 10.000 millones “para llegar a fines de 2027”.
La recaudación cayó 60 puntos por debajo de la inflación
Los ingresos tributarios alcanzaron los $7,72 billones en marzo último, con una variación interanual de apenas 230,6%, casi 60 puntos debajo de la inflación, que rondó el 290%. Esto supone una mala noticia para el objetivo del gobierno de Javier Milei de sostener el equilibrio fiscal, con déficit cero, y es un indicador de la caída de la actividad económica.
Por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) Neto se recaudó $ 2,8 billones, lo que significa una caída real de entre el 18% y el 19% y por el impuesto a las Ganancias se recaudó $1 billón, lo que supone una baja del 40%. Ambos gravámenes representan el 56% de la recaudación total.
El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que la Argentina podría llegar a estar en condiciones para bajar los impuestos "antes de lo esperado", al responderle la pregunta a un militante libertario.
En febrero el superávit financiero fue de $1,2 billones. La reducción del gasto público, principalmente por la eliminación de la obra pública y las transferencias discrecionales a las provincias, es hasta ahora la principal responsable.
La caída en los recursos para las provincias llegó a su nivel más bajo en 9 años, y en medio de los acuerdos con los gobernadores, el Ejecutivo prevé que la aceleración del ajuste para llegar al innegociable "déficit cero".
Durante el primer trimestre de 2024 los giros totales de la Nación cayeron 86% comparados con los $ 135.700 millones de enero-marzo del 2023.
"Falta, pero podemos llegar a ese punto antes de lo esperado", consideró el ministro. A base de este ajuste, el Gobierno está logrando un superávit primario sin emisión monetaria y con aumento de reservas del Banco Central.
“¿Exportaremos el grano de trigo e importaremos la pasta seca?”
Xavier De Escalada, secretario general de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), aseguró que “no hay ningún rubro que esté exento” de las consecuencias que provocan las políticas del gobierno nacional.
La Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) relevó una caída del 9,9% en la industria para el mes de febrero y significa el tercer mes seguido de retracción en las fábricas que releva CAME.
Las medianas empresas de la industria tuvieron una caída en el uso de la capacidad instalada para producir del 27% en diciembre y 30% en enero, según el relevamiento de la misma Cámara, acumulando casi un 60% de caída en lo que va del año.
Xavier De Escalada, secretario general de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), aseguró que “no hay ningún rubro que esté exento” de las consecuencias que provocan las políticas del gobierno nacional.
“Los efectos son devastadores. La caída de consumo la vemos muy fuertemente ya desde diciembre, que tenía un ‘efecto aguinaldo’ que atenuaba. Después tuvimos un enero muy muy malo, y en febrero ya se empezó a ver daños graves estructurales en la cadena de valor de la metalúrgica”, expresó.
Por otro lado, también se refirió a la suba de los precios en los alimentos y a la decisión del gobierno de La Libertad Avanza de abrir las importaciones para productos de la canasta básica alimentaria.
“Argentina es un país de 50 millones de habitantes que produce alimentos para 400 millones de personas de la misma manera como exportamos cuero e importamos zapatos, ¿exportaremos los granos de trigo e importaremos la pasta seca?”.
De Escalada remarcó que las medidas que impone el gobierno de Milei son recetas aplicadas en el pasado: “Esta sería la cuarta ola neoliberal”.
“Son las mismas políticas de Martínez de Hoz de 1976 con 30.000 desaparecidos e industricidio; después los ’90, con Carlos Menem y Domingo Cavallo, donde hubo privatizaciones y también industricidio. La tercera fue Macri la bicicleta financiera, del cual también fue parte el ministro de Economía (Luis) Caputo. Esta es la cuarta neoliberal que fija únicamente en los valores macroeconómicos y le cierran los números, pero con la gente afuera”, concluyó.
Los ingresos de las familias cayeron 16% en el primer trimestre
Este dato se corresponde con la caída de 3,1% en el consumo, según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
Los impactos son diferentes de acuerdo con los tipos de ingresos. “La mayor baja estuvo en las transferencias, donde el retroceso de los ingresos de los jubilados y pensionados fue de 35% interanual mientras que el resto de las transferencias registraron un deterioro de 18,7% i.a. (ayudados por la duplicación del pasado diciembre)”, indica el informe de la consultora EcoGo.
El total de las transferencias a las familias se ubicó en 7% del PIB en el primer trimestre del año, lo que implicó un retroceso de 2,9 p.p. del PIB frente a un año atrás. En lo que respecta al comportamiento de los ingresos provenientes del trabajo evidenciarían un retroceso de 13,1% i.a.
en términos reales.
Ingresos de las familias
Según el reporte, las mayores caídas en términos interanuales estuvieron centradas en las categorías registradas, al estar afectadas mayormente por los ingresos, en un marco donde las categorías más informales venían exhibiendo un incremento de sus cantidades.
“Dentro de este marco, el Gobierno se la está jugando a mostrar una fuerte desinflación de la economía. Así, pasó de desregular libremente mercados a iniciar ‘conversaciones’ con sectores económicos y sindicatos a pasar en la última semana a dar dictamen de la Comisión Nacional de la Defensa de la competencia para frenar (y retrotraer) el avance de los precios atrasados que habían sido desregulados con el DNU en el arranque”.
“Esta medida, marca un nuevo hito, en un contexto donde el salario promedio registrado se ve presionado por la caída del poder adquisitivo y el ajuste de los precios relativos”, agrega el análisis de la consultora que conduce Marina Dal Pogetto.
Entre noviembre y marzo, el salario promedio perdió 6% de poder adquisitivo medido en términos de la canasta de la clase media en CABA y llevó la distancia respecto al valor promedio a niveles cercanos de 20% inferiores. Esto no incluye los aumentos en tarifas que empiezan a impactar.