La famosa toma militar de El Plateado terminó en que las comunidades rurales expulsaron al ejército
El ejército colombiano, como siempre, asesinando y matoneando para viabilizar el mayor saqueo capitalista al imperialismo y sus transnacionales.
El presidente ordena al ejército bombardear, desoye a las comunidades. En vísperas de la COP16, sigue el pulso entorno a la venta o a la defensa de los territorios. Los medios del Capital llaman “delincuentes” a la insurgencia, como siempre.
A pesar de la intensa propaganda de la derecha, no sólo en los medios colombianos sino también en internacionales como El País de España o Clarín de Argentina, la operación de expulsión de la guerrilla terminó en fracaso.
Los campesinos expulsaron a los militares y organizaron protestas contra la rapiña capitalista.
Esta región es bastión de las fuerzas guerrilleras: la población apoya a la insurgencia porque la guerrilla es el propio campesinado que se defiende del latrocinio de multinacionales y latifundio.
El ejército colombiano perpetró luego bombardeos masivos contra las insurgencias y contra el campesinado que se opone a la venta de la biodiversidad y los territorios a las transnacionales.