La prensa y las elecciones venezolanas

Por una cuestión de trabajo, echo una ojeada todos los días a distintos medios de prensa de Argentina, de distintas orientaciones políticas. El diario La Nación, por ejemplo, sobresale por su coherencia editorial. Crónica es su contracara y uno puede adivinar quien pagó determinada nota, que no siempre son los mismos. Clarín es una mezcla de la Nación y Crónica, pero donde no tiene fisuras en defender siempre los intereses de EEUU.

Pero también hay otros medios como Perfil a los que llamo como nueva derecha, que puede sorprender por su diversidad. A veces se pueden encontrar allí notas muy interesantes, desde una perspectiva de izquierda, y también notas definidamente de derecha. También algunas sorpresas como que Juan Grabois es mencionado casi todos los días, se reproducen sus tuits, etc. Incluyo en esa orientación, aparentemente novedosa, programas radiales como el de Tenembaum.

Pagina 12 es la vocera oficial del progresismo vernáculo, acompañada por el canal C5N y la 750. Finalmente, con los medios que responden a partidos del FIT, como Izquierda Diario, todo es más previsible.

Leyendo distintas publicaciones he pasado varios inviernos y concluyo que si se quiere conocer a fondo la orientación política de un medio hay que registrar qué dicen en los momentos de crisis. Recuerdo, por ejemplo lo que sucedió el 26 de junio de 2002 cuando se produjo la masacre de Avellaneda. En ese momento en los medios de derecha las diferencias desaparecieron y difundieron en cadena. Más que noticias difunden partes de guerra. Pasada la crisis aflojan, unos más y otros menos. Hacerse los amplios y contener diversidades, también puede ser una estrategia comercial para ganar lectores.

Con respecto a lo sucedido con las elecciones venezolanas, todos los medios de la derecha clásica o moderna han vuelto a actuar en cadena, incluyendo además a medios caratulados como progresistas como C5N. Los zócalos de ese canal no tenían nada que envidiarle a los de Crónica o la Nación+. Perfil, también se anotó en la cadena. Tennenbaum nos dejó la perlita que entre Milei y Maduro se queda con Milei.

Como decía al principio lo que ocurre con los medios, también puede ser extensible a las organizaciones políticas. Si se quiere conocer sus posiciones políticas, hay que prestar atención en como actúan en los momentos de crisis. De qué lado se ponen. En situaciones de crisis los medios de prensa no pueden de dejar de informar y emitir opiniones. Las organizaciones y dirigentes políticos si se pueden callar la boca. Pero los silencios, también expresan posiciones políticas.

En el caso de las ultimas elecciones venezolanas la apuesta de máxima de los medios de la derecha argentina ha sido alentar el golpe de Estado, tratando de movilizar a los venezolanos residentes en el país. La de mínima, instalar en la conciencia colectiva que el gobierno de Maduro es una dictadura sangrienta que ha llegado al poder por medio del fraude. Es probable que dentro de unos meses maticen algunas de esas caracterizaciones, pero desde el punto de vista de la batalla ideológica no tendrá importancia. Para ese entonces, la mayoría de la población no va estar prestando especial atención al tema Venezuela y a esos artículos los van a leer muy pocas personas.

Repasando esas idas y venidas de la prensa me llamó mucho la atención lo ocurrido en Venezuela cuando se convocó a la Asamblea Constituyente en mayo de 2017. En ese momento, la postura de sacar al gobierno por la fuerza propuesta por la oposición de derecha después de haber ganado la Asamblea Nacional había tomado una deriva particular. La derecha había perdido masividad en las movilizaciones, pero habían crecido las protestas muy violentas protagonizadas por pequeños grupos. El gobierno que al principio había dejado hacer, especulando que estas acciones violentas terminarían por diluirse, advertía que esa táctica había fracasado y en sectores de las fuerzas armadas, fogoneados por Diosdado Cabello, había una posición cada vez mas decidida a poner en caja a los revoltosos, pagando los costos humanos que fueran necesarios.

En ese momento, Maduro se adelanta a esa acción represiva y convoca a una Asamblea Constituyente, que daba la oportunidad que los conflictos se canalizaran desde lo electoral. En ese momento desde la derecha se plantea una política comunicacional de partes de guerra oponiéndose a la iniciativa y aunque parezca increible, portales como Aporrea, dirigidos por una fuerza de izquierda, se suman a esa campaña, con argumento leguleyos. Se afirmó que previo a la convocatoria a una Constituyente se debía convocar a un plesbiscito para que el pueblo definiera si quería o no que se abriera esa instancia democrática. El resultado de la Constituyentes fue que se pacificó el país, los actos violentos (guarimbas) se quedaron sin sujeto ni plafond político y se ahorraron un montón de vidas. Quienes han leído mis opiniones de los últimos años saben que he sido muy crítico con muchas decisiones de Maduro, pero creo que la decisión de convocar a esa Asamblea Constituyente fue uno de sus mayores aciertos políticos.

El ya fallecido y muy valioso dirigente de la izquierda uruguaya Carlos Cores, dijo en una oportunidad que los momentos de crisis obligan a que las organizaciones políticas pongan las manos en el fuego. Y lo decía, porque entendía que en las decisiones que se toman en esos momentos expresan todo el acumulado de sus saberes y conductas política. Se acierta o se erra, pero los resultados son inapelables. De los aciertos o los errores, frente a hechos como estos, no se sale indemne.

En Venezuela, seguramente hay un genuino reclamo porque se presenten las actas de votación, y el gobierno, que alega ataque informático, haría muy bien en darlas a conocer lo más pronto posible. Pero la pelea de fondo no se está disputando por un puñado de actas. Con Maria Corina Machado al frente de la derecha y principal agitadora de los guarimbas no se está discutiendo por más o menos libertades democráticas, sino por el destino de Venezuela, de sus bienes naturales y el bienestar de sus habitantes. De ingenuos y leguleyos esta empedrado el camino al infierno.

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