La supuesta autoridad moral del papa de Roma
Es sorprendente como incluso los discursos civiles y sociales de los líderes de la centroizquierda como Izquierda Unida o Podemos o el peronismo pretenden legitimarse en la supuesta autoridad moral del papa de Roma.
No vamos a hablar aquí de la figura de Bergoglio, que se quiere presentar como un renovador del catolicismo (gastándose él mismo millones de euros en películas y documentales para blanquear su oscuro pasado), cuando en verdad la biografía de Bergoglio ha estado asociada al conservadurismo católico y a la persecución de la iglesia de los pobres en Argentina y donde fue denunciado por haber colaborado con la dictadura argentina en la represión del clero de la teología de la liberación y en la desaparición de menores.
Bergoglio, durante el periodo de gobierno de los Kirchner, se caracterizó en ser uno de los prelados más reaccionarios. Nestor Kirchner lo calificó como el "líder espiritual de la derecha argentina" Por ejemplo, cuando se presentó el proyecto de unión de hecho de homosexuales, Bergoglio lo calificó de ley antinatural y diabólica.
Estas fueron sus declaraciones en el 2010: "Aquí también está la envidia del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra. No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es solo el instrumento) sino de una ‘movida’ del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios».
Ahora, el papa Francisco I hace declaraciones de cierta apertura en cuestiones morales, pero para seguir manteniendo, dentro de la iglesia, una homofobia sin matices y en muchos países, donde aún no ha sido aprobado el matrimonio igualitario, realiza una batalla contra ese avance.
De paso diremos que es una vergüenza que en España siga teniendo el matrimonio canónico, donde no se permite el matrimonio homosexual, una eficacia civil directa.
CALPU