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Chile :: 13/06/2006

La Educación como herramienta de lucha y de transformación social

Colaboradores Anónimos Hommodolars

Autor: Preuniversitario Popular Daniel Menco
difunde: colectivo hommodolars ( http://www.hommodolars.cl/e107/news.php )

Hoy nos encontramos en tiempos donde la dispersión social ha inundado al conjunto del pueblo pobre, hecho que principalmente desde comienzos de los años noventa, ha avanzado en la desarticulación de las organizaciones sociales y el Estado por su parte, ha avanzado en su cooptación y persecución. Estos hechos se han visto potenciado en el contexto de la llamada globalización de la economía mundial (integraciones regionales, TLCs, acuerdos bilaterales o multilaterales), la que ha transformado no sólo a Chile sino que al planeta en su conjunto, en un gran supermercado donde todo -incluida la educación- se compra o se vende al mejor postor.

Desde el "espectacular" y abanderado retorno a la "democracia" que vivió nuestro país en el año noventa, la lógica de articular el desarrollo económico social se fue perfeccionando tocando especialmente aquellos puntos que no habían sido explotados por la dictadura y sus cerebros económicos. Todo esto, en el contexto de un movimiento popular casi extinto y con un diseño coyuntural evidentemente estratégico muy elemental, es decir, una estreches de miras vinculada al pasado reciente de la lucha antidictatorial y no una lucha por acabar con una forma de producir y reproducir la vida que nos ha impedido ser todo lo que deseamos. Este gran tormento es el denominado capitalismo.

Es en este contexto donde nace el Preuniversitario Popular Daniel Menco (Específicamente año 2000), en plena derrota, pero con los ojos puestos en la lógica de la articulación y la construcción del movimiento popular en torno a una demanda concreta: ejercer la educación por nuestros propios medios y con nuestras propias manos. Nacemos en la población Nuevo Amanecer (ex Campamento Nueva Habana) espacio natural donde se ven todas las asimetrías del sistema que debemos destruir.

Reconociendo que la educación es una demanda que como pueblo debemos exigir, insistimos en la necesidad de encontrarnos y articularnos entre las distintas organizaciones populares, creemos que desde la educación y la unidad desde la lucha podemos hacer frente al sistema que hoy adquiere el nombre de globalización capitalista, pero que independientemente de la nomenclatura que se emplee, sigue fundamentado en una lógica elemental que no ha cambiado desde sus orígenes: la explotación del hombre por el hombre y por ende el robo de nuestras vidas.

Por lo mismo, creemos que es urgente retomar la organización popular como vehículo para resolver nuestras necesidades que devienen en las problemáticas cotidianas, cuando los derechos nos son negados. Rescatamos la riqueza popular de la experiencia de organizaciones históricas como los cordones industriales, talleres productivos autogestionados, las ollas comunes o las tomas de terreno. En síntesis, distintas y variadas formas de construcción colectiva, que apuntaron directamente a la creación del poder del pueblo y que hoy, ante la marginación económica y la porfiada realidad vuelven a tener sentido. Apostamos a la organización popular con capacidad de unir y multiplicar nuestras sabidurías, en pos de ejercer la capacidad de hacer y decidir.

Nuestra apuesta no se limita a denunciar, reclamar y exigir al Estado el derecho a la educación, sino que por sobre todo creemos que es necesario avanzar desde cada organización popular educativa en el ejercicio directo de nuestros conflictos que nos son negados, esto es, volver a creer en nuestras propias capacidades como pueblo para resolver nuestros problemas: nos organizamos para educarnos, porque colectivamente somos capaces de ejercer aquello que los ricos y los administradores de la miseria nos niegan.

En la construcción cotidiana y la lucha por esta demanda es que generamos espacios concretos de vinculación, reconocimiento de distintos actores que intervienen en la educación: jóvenes, pobladores, estudiantes universitarios y secundarios, cesantes, madres, padres y niños. Nos hacemos parte del mismo proceso organizativo, rompemos en conjunto la dispersión impuesta por los poderosos, generamos identidad, nuestra identidad, de explotados y pobres, pero con claras ansias de acabar con esta sociedad de clases y por tanto, demoler todos sus actuales referentes que le entregan validez.

Esta es hoy nuestra apuesta, que a partir de la educación, planteada en cuanto demanda popular -como la vivienda y la salud- lograremos encontrarnos y complementarnos junto a otros sectores que creen que el capitalismo no puede ser lo mejor que construyamos como seres humanos. Que este sistema y su actual panacea globalizadora no solucionaran ni nuestros problemas actuales, ni futuros.

En definitiva, La capacidad de los sujetos de auto-educarse y constituirse paulatinamente en sujeto histórico es clave: desde las organizaciones populares generamos las condiciones necesarias para potenciar lo mejor de cada una de nosotras (os), decidiendo y construyendo desde abajo, en una lógica que apunta a fomentar la participación de sectores más amplios de mujeres y hombres dispuestos a forjar sus destinos". Así, esta experiencia va dotando de sentido el actuar de cada uno.

Nuestro énfasis está en la lucha ideológica que damos con el sistema, a través de la generación de una conciencia de pobres, de excluidos de este sistema, una conciencia de clase que nos ayudara a hacer frente a nuestro enemigo histórico. Este proceso lo vamos construyendo a través de prácticas concretas en las que hacemos realidad lo que pensamos, donde se rompen las relaciones de poder. Las dinámicas organizativas que fomentamos tienen que ver con la oposición expresa del cómo nos han tratado de hacer ver el tema del poder a lo largo de nuestras vidas; no son unos pocos los que hacen y deciden por nosotros, sino que somos nosotros y nosotras, las que ejercemos nuestros derechos y demandamos, lo que nos han arrebatado por años. En las clases del Preu cuando todos aprendemos, rompemos la barrera y la jerarquía establecida alumno-profesor.

El Preu en la práctica y en su discurso, intenta llevar adelante una construcción de carácter popular (aunando intencionalidad, metodología, traspaso de valores). De esta manera constituye una experiencia educativa antagónica a la oficial, por lo tanto, buscamos hacer una educación diferente a la que imparte el capitalismo, diferente a lo que se entiende por ella, es decir, como derecho y no como mercancía. Diferente en su forma de construcción como una elaboración grupal, y no como algo impuesto verticalmente, y ojalá, diferente en cuanto contenido, que busca apartarse de la malla curricular oficial. En síntesis, estamos por la auto-educación y auto-organización del pueblo, para generar paulatinamente el ejército para el cambio social.

En esta concepción, el aprendizaje está en el quehacer, pues enseñar no es la pura transferencia mecánica del perfil del contenido que el profesor hace al alumno, pasivo, dócil. La educación liberadora problematiza y desmitifica la realidad, ya que práctica de forma directa la construcción de un mundo nuevo. Hablamos de esa práctica porque pensamos que "la clase se constituye en la pelea", al calor de la lucha, en la unidad desde la lucha.

¡Por la superación del capital y la sociedad de clases. Abolición de la mercancía, del estado y del trabajo asalariado!

anecer, Santiago. Otoño de 2006

 

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