Las mujeres polacas marchan contra el intento del régimen de restringir el derecho al aborto
Miles de personas, en su mayoría mujeres, se concentraron este viernes en Varsovia en protesta contra un plan para endurecer la legislación sobre el aborto, ahora en trámite parlamentario y respaldado por el partido gubernamental, el nacionalista y conservador Ley y Justicia (PiS).
El detonante de estas concentraciones es el proyecto de ley para limitar la interrupción voluntaria del embarazo, que fue admitido por la Cámara Baja el pasado 10 de enero, resultado de la iniciativa popular "Stop Aborcja", que cuenta con el apoyo mayoritario de diputados del PiS.
Desde entonces, una comisión parlamentaria revisa la propuesta, que busca prohibir el aborto para los casos en que el feto presente malformaciones, una enfermedad irreversible o el síndrome de Down.
La propuesta sólo permite el aborto para los supuestos en que la vida de la madre corra peligro o que el embarazo sea resultado de violación o incesto.
Las manifestantes, llegadas en muchos casos desde distintos puntos de Polonia, pasaron ante el Parlamento polaco, la sede de Ley y Justicia y una de las iglesias más significativas de Varsovia, en protesta por el apoyo de la jerarquía católica a la propuesta "Stop Aborcja".
Además de Varsovia, hay convocadas este viernes protestas en otras ciudades de Polonia contra la restricción del aborto.
Natalia Greniewska, que encabeza el movimiento Strajk Kobiet (Huelga Feminista), desde las primeras marchas en 2016, hizo un llamado urgente: “¡Necesitamos vuestro apoyo y lo necesitamos ya! Necesitamos solidaridad y hermandad. Hace ya dos años que el partido gobernante en Polonia, con el respaldo de la iglesia católica, está intentando convertir nuestras vidas en un infierno”. La iglesia contra los derechos de las mujeres
El portavoz de la Conferencia Episcopal Polaca, Pawel Rytel-Andrianik, ha dicho que "la dilación en los procedimientos parlamentarios sobre la legislación para limitar el aborto son motivo de preocupación" para la Iglesia en Polonia, donde el 90 por ciento de la población de declara católico.
"No queremos que ni políticos ni curas vengan a decirnos qué hacer con nuestro cuerpo", dijo a la agencia Efe una de las manifestantes, Magda, que como otras mujeres portaba una percha, alusiva a que su cuerpo no es sólo un simple recipiente, sino que es la mujer la que debe poder decidir sobre su cuerpo.
El líder de Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, se ha mostrado en numerosas ocasiones partidario de la prohibición del denominado aborto eugenésico, a pesar de que Polonia ya cuenta de por sí con una de las legislaciones al respecto más restrictivas de Europa.
La ley polaca vigente, que data de 1993, sólo permite el aborto cuando la salud o la vida de la madre están en peligro, el embarazo es el resultado de una violación o incesto o el feto sufre malformaciones o enfermedad irreversible.
Los datos oficiales indican que se practican algo más de 1.000 abortos cada año, aunque la Federación para la Mujer y la Planificación Familiar, dedicada a ayudar a mujeres a abortar dentro de los supuestos permitidos, cree que la cifra real de embarazadas que abortan anualmente puede superar los 100.000 casos.
El Gobierno de Polonia intentó sin éxito endurecer la ley del aborto en octubre de 2016. En esa oportunidad la movilización de miles de mujeres en todo el país le obligó a frenar su proyecto, pese a que Ley y Justicia cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento.