lahaine.org
Mundo :: 05/07/2013

Libia: Un recuerdo a Mohamed Kalifa

Leonor Massanet
Este hombre ha muerto hace unos días y ha muerto de tristeza porque le han asesinado a uno de sus hijos.

Hace algunos años conocí a este hombre sencillo, sabio, con el corazón limpio, hospitalario, gran conocedor del desierto y muy especialmente del área de Jabal Bin Ghanima.

No sé que edad tenía pero yo diría que era un hombre feliz. Era un verdadero hombre del desierto que amaba lo que tenía y no entró en esta vorágine del consumismo. No entró porque no quiso y no porque no pudiera.

Este hombre ha muerto hace unos días y ha muerto de tristeza porque le han asesinado a uno de sus hijos. Cuando le han dado la noticia ha durado una hora aproximadamente hasta que su corazón ha dejado de latir. Muy posiblemente ha sido un infarto masivo, sin embargo en el lenguaje de los sentimientos nadie puede negar que Mohamed ha muerto de pena.

Era un hombre que siempre defendió la vida y salvó muchas vidas por su trabajo y también por su gran corazón, porque una vez jubilado seguía colaborando en la salvación de vidas.

Mohamed vivía en un pequeño pueblecito en el área de Murzuq llamado Terbu y su trabajo consistía en recorrer el Jabal Bin Ghanima para ayudar a las personas que pudieran tener problemas.

El jabal bin Ghanima es una de las áreas más áridas de Libia donde no se puede encontrar agua ni pozos por lo que es imprescindible adentrarse en este lugar muy bien preparado. Esta zona es la que utiliza la tribu Tbawe (Tbu) para el tráfico de gente que llevan desde Chad hasta Murzuq, sin embargo las condiciones muchas veces son muy malas y terminan abandonando a los inmigrantes que han pagado todo cuanto tienen para lograr su sueño y terminan muriendo de hambre y sed sin lograr su objetivo.

Según me explicaron era la única zona de Libia que podía ser peligrosa, por la tribu Tbawe y por los traficantes que intentaban atravesar el Sahara utilizando la zona más inhóspita de Libia.

A pesar de haber escuchado en multitud de ocasiones estos comentarios sobre el supuesto peligro de esta área de Libia, se me hacía difícil creer que en Libia podía haber alguna área peligrosa ya que jamás me encontré en ningún lugar donde me hubiera sentido ni mínimamente en peligro.

Con el tiempo fui deseando más y más conocer esta área y me fui creando una idea de lo que podría ser hasta que llegué a pensar que podría ser aún mejor que el Jabal Akakos. Mi ilusión y ganas de conocerlo creció cuando supe que había también vestigios del hombre en el jabal y aún no habían sido ni clasificados porque solo eran conocidos por unos pocos libios.

Me fui montando mi propio sueño de poder ir desde el mar de dunas de Murzuq al antíguo volcán de Wau an Namús directamente atravesando el Jabal Bin Ghanima. Hablé con Osama y después de insistir mucho logré que contactara con alguien que conocía a Mohamed Kalifa que podría ser nuestro guía y protector. Nos enteramos que la tribu de los Tbawe tenía un gran respeto por Mohamed y jamás le harían nada ni a él ni a las personas que fueran con él.

Seguimos los trámites burocráticos necesarios en Libia para adentrarse en un área tan inhóspita porque era necesario avisar de la fecha que salías y la de regreso para que pudieran salir en nuestra busca en caso de que no volviéramos por algún problema.

Mohamed Khalifa estuvo encantado de acompañarnos y mostrarnos algunas zonas del Jabal, algunos grabados prehistóricos, wadis, valles, contarnos historias que vivió en la zona, su antiguo trabajo y sobre todo su compañía.

Vino en un 'pick up' conducido por uno de sus hijos y con un gran depósito de agua que miramos con sorpresa al verle y sin embargo al final del viaje nos fue muy útil a todos.

Quisimos pagarle y no aceptó, incluso se consideró nuestro anfitrión y al regresar a Terbu nos agasajó matando un corderito y asándolo para nosotros.

Nos contó que las familias que atravesaban el Jabal guiados por traficantes de la tribu Tbu salían en condiciones muy precarias y con pocos alimentos y agua y en ocasiones el traficante les abandonaba dejándoles en una situación que era imposible sobrevivir. Mohamed salía a recorrer el jabal cargado con mucha agua y alimentos y contaba que cuando encontraba ropas o zapatos por el suelo significaba que había personas que estaban sufriendo porque empezaban a desprenderse de todo lo que llevaban, incluidas sus ropas.

Mohamed iba siguiendo el rastro hasta que les encontraba, en ocasiones muertos o agonizando o en condiciones muy precarias. Nos explicaba que su meta era salvarles y sentía una gran tristeza cuando no llegaba a tiempo a salvar una persona que en ocasiones era un niño o una mujer. Cuando encontraba a alguien agonizando de sed debía ir con mucho cuidado porque no podían dejarles beber mucho de golpe a pesar de que se volvían como locos por la necesidad de beber.

Hacía mucho tiempo que Mohamed estaba jubilado pero siguió haciendo su trabajo, incluso una vez que desapareció un convoy de geólogos extranjeros que venían de Wau an Namus y no quisieron seguir las directrices del guía adentrándose solos en el jabal. Desaparecieron y se dio la voz de alarma así que mandaron helicópteros y gente en su búsqueda hasta que al cabo de tres días se pusieron en contacto con él para pedirle ayuda. Mohamed salió hacia la zona que creía que podían estar y se dio cuenta que un coche había abandonado al resto de la comitiva, fue siguiendo las pistas y por fin los localizó en condiciones muy malas, sin gasolina ni agua ni alimentos.

Escucharle describir la búsqueda, los pasos que siguió para lograr encontrar a las personas, sus sentimientos, etc. Era algo tan especial y enriquecedor.

Mohamed no ganaba nada con su trabajo, nadie le compensaba, no salía en los periódicos y sin embargo Mohamed era un hombre feliz.

Ojos para la paz

 

Contactar con La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal