Los ataques a civiles de la coalición de EEUU y Europa dejan más de 3.000 muertxs en septiembre
El mes de septiembre ha sido el más mortífero de 2017 en la guerra siria, con más de 3.000 muertos civiles, gracias a los ataques aéreos de la coalición de EEUU y Europa. El pasado mes sus aviaciones incrementaron los bombardeos, supuestamente contra los bastiones yihadistas en el norte y este del país.
Pero en la realidad, y vistos los resultados, se dirigen fundamentalmente a aterrorizar a la población y predisponerla contra el gobierno legítimo sirio. Sin dejar por ello de atacar también al Ejército sirio y sus aliados, para evitar que acaben totalmente con los terroristas apoyados por Occidente, Israel y las dictaduras el Golfo.
A pesar que desde el pasado mes de mayo los diferentes actores que intervienen en el conflicto sirio han acordado el establecimiento de cuatro zonas de distensión en el país con el fin de proteger a la población y abrir corredores humanitarios que permitan la entrada de alimentos y la evacuación de heridos, la coalición de EEUU y Europa continúa impertérrita sus ataques a zonas donde se encuentran exclusivamente civiles. Los occidentales son informados diariamente por la inteligencia rusa de los lugares de concentración de los terroristas, pero casi nunca los atacan directamente.
Desde septiembre de 2014 la coalición occidental ha efectuado 27.554 bombardeos en Siria e Irak, provocando más de 6.000 víctimas civiles. En los últimos meses, los diferentes grupos terroristas opuestos al Gobierno de Damasco y avalados por EEUU, Europa e Israel pierden terreno al tiempo que se intensifican los bombardeos de las aviaciones siria y rusa sobre ellos.
La balanza se inclina hacia las fuerzas legítimas sirias, que han recurrido a una serie de acuerdos con los diferentes grupos armados opuestos que han desembocado en la evacuación y traslado de terroristas que han entregado sus armas, y sus familias, hacia la periferia oriental de Damasco y hacia la provincia de Idlib.