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EE.UU. :: 09/05/2009

Los tres de Angola: la tortura en nuestro propio traspatio, por Hans Bennett

Amig@s de Mumia
Culpables del practicar el "Panterismo Negro", tres presos pasan casi 4 décadas en una moderna plantación de esclavos en EU.

“Mi alma llora por todo lo que he presenciado y aguantado”, dijo el Pantera Negra Robert Hillary King, al salir de Angola, la infame penitenciaria del estado de Louisiana, en el 2001, después de pasar 29 años en aislamiento. King sostiene que la esclavitud persiste en Angola y en otras prisiones de Estados Unidos, permitida por la Enmienda 13 a la Constitución de Estados Unidos, la cual legaliza la esclavitud en las prisiones como “un castigo para un crimen por el cual una persona ha sido debidamente condenado”. Dice King: “Puedes estar legalmente encarcelado, siendo moralmente inocente”.

Robert King, Albert Woodfox y Herman Wallace se conocen como “los tres de Angola”, un trío de presos políticos que han contado con el apoyo de Amnistía Internacional, Desmond Tutu, el congresista John Conyers y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU). Kgalema Mothlante, el presidente de Sudáfrica, dice que este caso “tiene el potencial de desnudar los defectos del sistema estadounidense entero”. Woodfox y Wallace son los dos co-fundadores de la agrupación en Angola del partido Panteras Negras—la única agrupación oficial de los Panteras en prisión. Condenados por el asesinato con arma blanca del guardia blanco Brent Miller, Woodfox y Wallace han pasado más de 36 años en aislamiento.

La demanda federal de derechos civiles interpuesta por King, Woodfox y Wallace, alegando que el tiempo que pasaron en aislamiento constituye “el castigo cruel e inusual”, será procesada en próximos meses en el tribunal del Distrito Central de Estados Unidos en Baton Rouge, Louisiana. La apelación de Herman Wallace a su condena por asesinato está ante la Suprema Corte de Louisiana, y el 18 de marzo, él fue trasladado al penal Hunt en St. Gabrielo, Louisiana, donde está mantenido en aislamiento. El 2 de marzo, el Tribunal Federal del Quinto Circuito escuchó argumentos orales con respecto a la condena de Albert Woodfox después de que el Procurador del estado de Louisiana apeló un dictamen de un tribunal menor que había desechado la condena.

Angola, una ex plantación esclavista de 7,300 hectáreas en Louisiana rural, es la prisión más grande de Estados Unidos. Hoy en día, las condiciones ahí guardan un asombroso parecido a las de la esclavitud antes de la Guerra Civil en Estados Unidos: los Africano-americanos son más de 75% de los 5,108 presos, los guardias se conocen como “hombres libres”, la jornada de trabajo semanal de 40 horas es obligatoria y el salario mínimo es 4 centavos por hora. A principios de los 1970s, la situación fue aún peor: los presos fueron obligados a trabajar jornadas semanales de 96 horas (16 horas diario / 6 días a la semana), con un sueldo mínimo de 2 centavos por hora. Oficialmente considerada “la prisión más sangrienta del Sur” en esos tiempos, tanto la violencia de los guardias como la que existía entre los propios presos fue endémica. Las autoridades de la prisión permitieron la violación sexual de los presos, y según el ex director Murray Henderson, los guardias ayudaron a facilitar un sistema brutal de esclavitud sexual, donde los presos más jóvenes y débiles físicamente fueron comprados y vendidos para ser sometidos. Como parte del notorio sistema de internos “de confianza” quienes funcionaban como guardias (responsables de matar a 40 presos y mutilar gravemente a 350 otros en el periodo 1972 y 75), a algunos presos las autoridades les dieron armas para imponer la esclavitud sexual y todas las otras injusticias de esta prisión. La vida en Angola fue un verdadero infierno ––una plantación esclavista del siglo XX.

Los Panteras de Angola vieron la vida en Angola como la esclavitud moderna y se resistieron con huelgas de hambre y huelgas laborales no violentas. Las autoridades de la prisión se enfurecieron ante los esfuerzos organizativos de los Pantera Negras, y hay contundente evidencia de que tomaron represalias contra los tres organizadores, tendiéndoles una trampa e inculpándolos de asesinatos que no cometieron.

Albert Woodfox y Herman Wallace

Condenados por el asesinato con arma blanca del guardia blanco Brent Miller el 17 de abril de 1972, Albert Woodfox y Herman Wallace han logrado recientes victorias importantes que podrían resultar en su libertad. Como respuesta, el director de Angola Burl Cain y el procurador James “Buddy” Caldwell hacen todo lo posible para evitar su salida y mantener a los presos aislados. Por contraste, la viuda del guardia Miller, Leontine Verrett, ahora cuestiona la culpabilidad de Woodfox y Wallace. Entrevistada en marzo del 2008 por el noticiero NBC Nightly News, ella llamó a una nueva investigación del caso. “Lo que quiero es la justicia. Si estos dos hombres no lo hicieron, creo que deben salir”.

Woodfox y Wallace se encontraban en Angola, cada quien condenado por un robo distinto, cuando fundaron la agrupación del partido Pantera Negra en Angola en 1971. Woodfox se había fugado de la prisión de Nueva Orleans y huido a la ciudad de Nueva York, donde conoció a varios integrantes de los Panteras Negras, incluso “los 21 de Nueva York”, antes de ser atrapado de nuevo y enviado a Angola. Wallace había conocido a unos integrantes de la agrupación de Louisiana de los Panteras, incluso “los 12 de Nueva Orleans”, en la cárcel de esa ciudad.

El 19 de septiembre de 2006, la Comisionada Judicial del estado de Louisiana Rachel Morgan recomendó la revocación de la condena de Wallace porque las autoridades de la prisión habían ocultado información al jurado mostrando que el testigo de cargo principal fue sobornado para dar testimonio falso. Sin embargo, en mayo del 2008, en un voto 2-1, el Tribunal de Apelaciones estatal rechazó la recomendación de Morgan y se negó a revocar la condena. La apelación de Wallace ahora está ante la Suprema Corte de Louisiana, donde esperan una decisión en los próximos meses.

El 10 de junio de 2008, la magistrada federal Christine Noland recomendó la revocación de la condena de Woodfox, en base de pruebas de representación legal inadecuada, conducta improcedente de la Procuraduría, supresión de pruebas exculpatorias y discriminación racial. El 25 de noviembre, el juez federal James Brady del Tribunal de Distrito avaló la recomendación de Noland, revocó la condena y autorizó la salida de Woodfox bajo fianza. El estado de Louisiana respondió con una apelación al Tribunal del Quinto Circuito federal. En diciembre, el Quinto Circuito negó su salida bajo fianza pero decidió agilizar la apelación, indicando simpatía para la revocación. Escribió: "No estamos convencidos de que el Estado haya establecido una probabilidad de éxito basada en las cuestiones de fondo del caso”. El 3 de marzo, los jueces Judges Carolyn Dineen King, Carl E. Steartm y Leslie H. Southwick, escucharon la apelación y se espera que darán su dictamen dentro de seis meses. Si el panel de tres jueces afirma la revocación de la condena de Woodfox, el estado tendrá 120 días para aceptar el dictamen o enjuiciar a Woodfox de nuevo. El estado ha jurado enjuiciarlo de nuevo si es necesario. Si el Quinto Circuito acepta los argumentos del estado, la condena de Woodfox será restaurada.

Ira Glasser, ex integrante de la ACLU, criticó a Caldwell, explicando que después de que la sobrina de Woodfox anunció en octubre de 2008 que ella estaba dispuesta a recibirlo en su casa si lograba la fianza, Caldwell “emprendió una campaña pública de miedo semejante al tipo de histeria incendiaria utilizada para provocar a las turbas enardecidas de linchamiento. Caracterizó a Woodfox como violador violento, aunque él jamás fue acusado, y mucho menos condenado de la violación; envió correos electrónicos a los vecinos [de la sobrina de Woodfox], diciendo que Woodfox era un asesino y violador violento e instó a los vecinos a firmar peticiones contra su salida. Al final, su sobrina y familia estaban tan asustados que el mismo Woodfox rechazó la propuesta de vivir con ellos al estar libre bajo fianza”. En su dictamen del 25 de noviembre, el juez Brady criticó la campaña de intimidación: “Aparentemente, la organización de vecinos no fue informada de que el señor Woodfox es físicamente débil, que su salud es delicada y que él tiene un record de buena conducta durante más de veinte años”.

Cuando la Radio Pública Nacional (NPR) informó sobre el caso directamente desde Angola en su serie del 27-29 del octubre pasado, la reportera Laura Sullivan se mostró horrorizada por las patentes imágenes de supremacía blanca y esclavitud, observando que “hay cien hombres negros en el sembradío con el cuerpo doblado, cosechando jitomate. Un solo oficial blanco montado en caballo los vigila con escopeta sobre las piernas...Se veía igual hace 40 años, hace 100 años”. Al comentar que muchos de Angola, “al parecer, quieren enterrar este caso en un lugar donde nadie lo va a encontrar”, NPR reportó que el director Burl Cain y otros oficiales se negaron a comentar. Sin embargo, Caldwell le dijo a NPR que está convencido de que Woodfox y Wallace son culpables y jura que él va a apelar el caso de Woodfox hasta la Suprema Corte de Estados Unidos. Afirmó: "Él es una persona muy peligrosa. Es la persona más peligrosa del planeta”.

Tal como fue documentado por NPR, no hay evidencia física que relaciona a Woodfox o Wallace con el asesinato. Una huella digital sangrienta fue encontrada en la escena, pero no hay comprobación entre ésta y las huellas de Woodfox o Wallace. Es indignante que las autoridades de la prisión siempre se han negado a comparar esta huella con las huellas en su propio banco de datos. Caldwell promete continuar esta práctica, comentando a NPR: "Pueden sacar una huella digital de cualquier lugar...A nosotros no nos van a engañar”.

Caldwell también le dijo a NPR que él cree el testimonio del testigo ocular de la procuraduría, Hezekiah Brown, un violador en serie con sentencia de cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional. Al principio, Brown les dijo a las autoridades de la prisión que no sabía nada, pero después testificó que vio a Miller apuñalado a muerte por cuatro internos ––Woodfox and Wallace, más otros dos, ahora difuntos: Chester Jackson (testigo de cargo quien se confesó culpable de un cargo menor) y Gilbert Montegut (absuelto después de que un oficial le dio una coartada).

Perdonado en 1986, y ahora difunto, Brown siempre negó haber recibido favores especiales de las autoridades de la prisión a cambio de su testimonio; sin embargo, numerosos documentos de la prisión revelan el trato especial que recibió, incluso buen alojamiento y un cartón de cigarrillos cada semana. Al dar testimonio en el juicio de Woodfox, el ex director Murray Henderson reconoció haberle dicho a Brown que si él daba testimonio para “resolver el caso”, sería recompensado y que Henderson haría cabildeo para un indulto.

Aislamiento por el “Panterismo Negro”

A principios de 2008, una petición con 25,000 firmas iniciada por la organización ColorofChange, llamando a una investigación de las condenas y del aislamiento de Woodfox y Wallace, fue entregada al gobernador de Louisiana Bobby Jindal por Cedric Richmond, el presidente del Comité Jurídico de la Casa de Diputados estatal, pero Jindal todavía se queda callado.

En marzo de 2008, después de una visita de John Conyers, el presidente del Comité Jurídico de la Cámara de Diputados federal; el fundador del Innocence Project Barry Scheck y Cedric Richmond, las autoridades cambiaron a Wallace and Woodfox de sus celdas de aislamiento y los alojaron juntos en un nuevo dormitorio de máxima seguridad para veinte hombres. Este respiro duró ocho meses. Woodfox reflexionó: “Lo que más me gusta de estar con Herman es reírnos, platicar, chocar hombros...todo eso nos fue negado durante tanto tiempo. De vez en cuando él me echa el brazo sobre mis hombros o yo le pongo el brazo sobre los suyos. Son esas las cosas que te hacen sentir humano y nos estamos disfrutando mucho de eso”.

En abril, después de su visita, Conyers le escribió una carta al FBI, pidiendo los documentos relacionados con el caso. Dijo: “Estoy muy preocupado sobre la trágica falta de justicia indicada por la evidencia en el caso de estos hombres. Hay importantes pruebas que no sólo sugieren su inocencia sino también la preocupante mala conducta de los oficiales de la prisión”. Sospechosamente, el FBI respondió insistiendo en que no tienen archivos sobre el caso porque, supuestamente, todos han sido destruidos.

En su declaración jurada del 22 de octubre del 2008, el director Burl Cain explicó por qué se oponía a concederle a Woodfox la fianza. En respuesta a por qué le preocupa Woodfox, Cain dijo: “Él quiere manifestarse. Quiere organizar. Quiere ser rebelde...Una huelga de hambre es muy muy mal porque él obviamente estaba organizando una manifestación pacífica. No hay tal cosa como una manifestación pacífica en prisión”. Cain declaró que aún si Woodfox es inocente del asesinato, quisiera mantenerlo aislado porque “Sé que tiene tendencia a la violencia...él todavía intenta practicar el “Panterismo Negro” y yo todavía no quisiera tenerlo suelto en mi prisión porque podría organizar a los nuevos internos. Yo tendría todo tipo de problemas, más de lo que podría aguantar, y tendría los negros siguiéndolo. Tendría caos y conflicto. Eso creo”.

El único otro preso que tiene tantos años en aislamiento es Hugo Pinell, en California. Uno de “los seis de San Quentin”, Pinell era compañero cercano del Pantera Negra y escritor desde la cárcel, George Jackson. Ahora encerrado en la notoria Unidad de Alojamiento Especial (SHU) de la prisión Pelican Bay, Pinell ha estado en continuo aislamiento desde por lo menos 1971. Robert Hillary King dice que Pinell “es un claro ejemplo de un preso político”. Este enero, a Pinell le fue negado la libertad condicional para los próximos 15 años. Dice King que “ésta es una sentencia para morir en prisión. Es el castigo cruel e inusual, que puede ser legal pero no es moral”.

Robert Hillary King

El nuevo libro, From the Bottom of the Heap: The Autobiography of Robert Hillary King (Desde abajo del montón: La autobiografía de Robert Hillary King), publicado por PM Press, acaba de salir. Este libro inspirador cuenta el triunfo de King sobre los horrores de Angola. Nacido pobre en Louisiana rural, él fue criado por su heroica abuela, que “trabajó en las plantaciones de caña desde el amanecer hasta el atardecer por menos de un dólar por día. Cuando no era la temporada, ella lavaba, planchaba y limpiaba el piso para los blancos, por unos centavos o por las sobras de la mesa. Sus juanetes y ampollas contaban la historia de sus tribulaciones”.

King ingresó a Angola por la primera vez a la edad de 18, condenado por un robo. [Durante la siguiente década pasó varios años en prisión por robo o por violaciones de la libertad condicional...] A principios de los años ’70 conoció a unos de los presos de “los 12 de Nueva Orleáns”, integrantes del partido Panteras Negras detenidos después de un enfrentamiento con la policía. Se radicalizó y trabajó con los Panteras, organizando huelgas de hambre no violentas y practicando la auto-defensa contra ataques violentos de los oficiales.

En 1972, King fue cambiado a Angola un poco después de la muerte del guardia Brent Miller. Al llegar, fue acusado de “querer jugar a ser abogado para otro interno” y fue mantenido en aislamiento, primero en “la mazmorra”, luego en la sección conocida como “Sombrero Rojo”, y luego en la unidad de Celdas Cerradas de Corrección (CCR), donde quedó hasta su salida en 2001. King escribe que los Panteras de Angola y otros internos siguieron luchando desde la CCC, usando la única hora al día en que les permitían salir de sus celdas, bañarse y platicar con los demás, para organizar: “De esa manera platicamos, intercambiamos periódicos, nos educamos y coordinamos nuestras acciones”.

King escribe sobre la campaña, iniciada en 1977, para poner fin a la práctica de las revisiones anales de los presos: “Llegamos a un consenso de que esta práctica fue el legado de la esclavitud (antes de ser vendido, el esclavo fue desnudado y sujeto a un examen rectal), y después de varios meses de apelar a los custodios, nos pusimos de acuerdo en tomar un paso atrevido: simplemente nos negamos a permitir una revisión anal. No íbamos a ser participantes voluntarios en nuestra propia degradación”. Cuando King y los demás se opusieron a las revisiones, fueron brutalmente golpeados. Woodfox contrató a un abogado para representar a todos los presos, quienes entablaron una exitosa demanda. El tribunal dictaminó un fin a las “revisiones anales rutinarias”. Otra victoria se dio después de una huelga de hambre de un mes que detuvo la insalubre y deshumanizante práctica de meter la comida del interno debajo de la puerta de la celda, resultando en la pérdida y ensuciamiento de la comida.

En 1973, King fue acusado de asesinar a otro preso y fue condenado en un juicio donde fue atado y amordazado. Después de muchos años de mantener su inocencia y apelar su caso, su condena fue revocada en el 2001, después de que él, muy renuente a hacerlo, se declaró culpable de un cargo menor, “conspiración a cometer un asesinato” y fue liberado, tomando en cuenta el tiempo que él había estado ahí.

Kenny “Zulu” Whitmore

El 21 de junio de 2008, Robert King asistió a la inauguración de un mosaico de 12 metros de altura dedicado al Pantera Negra, preso de Angola, Kenneth “Zulu” Whitmore, lanzando la campaña “Libertad para Zulu”. King está trabajando para difundir su caso. Dice: “Zulu es un verdadero guerrero, Pantera, sirviente del pueblo. ¡Ha peleado una buena batalla durante tanto tiempo, sin reconocimiento, sin apoyo!”

El mosaico adorna una pared de la casa de la activista/artista Carrie Reichardt en el suburbio de Chiswick en Londres. Dice Reichart: “Decidimos basar el diseño sobre una interpretación moderna de la diosa Kali. Ella es considerada la diosa de liberación, tiempo y transformación. Queríamos usar una fuerte y positiva imagen femenina que podría dar esperanza y alentar a otras personas a sumarse a la lucha para hacer un cambio social. Su burbuja de diálogo dice: La revolución es ahora.

Presos desde 1977, Whitmore conoció a Herman Wallace en la prisión de Baton Rouge en 1973...Después de salir de prisión y volverse organizador en su comunidad, fue condenado por robo y asesinato en segundo grado. Su caso, igual que el de “los 3 de Angola”, está lleno de hoyos y él está apelando su condena. Hay un esfuerzo para recaudar fondos para contratar un abogado. Vean www.freezulu.co.uk.

Angola: La última plantación esclavista (Angola: The Last Slave Plantation)

En esta etapa crítica con tres casos pendientes..., un nuevo DVD ha salido, producido por PM Press, titulado The Angola 3: Black Panthers and the Last Slave Plantation (Los 3 de Angola: Los Panteras Negras y la última plantación esclavista). El DVD es narrado por el periodista Mumia Abu-Jamal desde el corredor de la muerte, y tiene metraje de la salida de King en 2001, igual que una entrevista con King y varios otros Panteras y personas que apoyan a “los 3 de Angola”, incluso Bo Brown, David Hilliard, Geronimo Ji Jaga (antes Pratt), Marion Brown, Luis Talamantez, Noelle Hanrahan, Malik Rahim, y la difunta Anita Roddick.

La continuación de la supremacía blanca y la esclavitud en Angola es un tema principal del documental. Fred Hampton Jr. enfatiza que “tenemos que conectar estas plantaciones modernas con lo que pasó con respecto a la esclavitud “chattel” (cuando personas son tratadas como la propiedad de otra persona o entidad). Scott Fleming, un abogado para los Angola 3, dice: “Todavía manejan esa prisión como una plantación esclavista...Personas como Albert Woodfox y Herman Wallace son ejemplos de lo que te pasará si resistes ese sistema”.

La activista japonesa-americana de toda la vida Yuri Kochiyama dice que Woodfox y Wallace “aman a la gente y pelean por la justicia aún cuando los pone en una situación peligrosa. Yo los veo como verdaderos héroes...que lamentan ver que otras personas en prisión sufran maltratos”. La periodista de San Francisco y ex Pantera Negra Kiilu Nyasha agrega que “No podemos olvidar a los que estaban en la línea de batalla por nosotros...Hay que rescatarlos porque ellos nos rescataron”.

Los muchos años de represión y tortura no han extinguido el espíritu y la voluntad para resistir de los 3 de Angola. Como explica Woodfox en el DVD: “En el corazón, mente y espíritu, seguimos siendo Panteras Negras. Todavía creemos en los mismos principios como el partido Panteras Negras y todavía promovemos el programo de diez puntos. Todavía insistimos en que todos los presos, negros o blancos, son seres humanos. Merecen ser tratados como seres humanos”.

La lucha continua! Para más información: www.angola3.org

Para ver un video en inglés sobre el caso: http://www.youtube.com/watch?v=ArZImMoC5Ns

Hans Bennett es periodista independiente de multi-media (www.insubordination.blogspot.com) y co-fundador de los Periodistas por Mumia Abu-Jamal (www.abu-jamal-news.com)

http://www.alternet.org/rights/139222/the_angola_three%3A_torture_in_our_own_backyard/

 

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