Manifiesto contra la guerra en Siria y en apoyo a su gobierno

PLATAFORMA GLOBAL CONTRA LAS GUERRAS

MANOS FUERA DE SIRIA

NO MÁS MENTIRAS

Septiembre 2013

Desde la Plataforma Global contra las Guerras rechazamos tajantemente las maniobras de los EE.UU. y el lobby sionista contra Siria y los preparativos de guerra contra un país libre y soberano, que solo obedecen a intereses económicos y a los últimos intentos de preservar como moneda de cambio internacional al devaluado dólar, mantenido aún con vida por la mascarilla de oxígeno que le brinda la familia teocrática de Arabia Saudí (decir estas verdades costó la carrera profesional, y casi la vida al ex Director del FMI, Dominique Strauss-Kanh)

La historia siempre es la misma, y una vez más se repite: Iraq, con las “armas de destrucción masiva”, que no aparecieron; Libia con los “bombardeos de población civil”, inexistentes, por más que miembros de Ojos para la Paz trataron de averigüarlo sobre el supuesto lugar de los hechos; Siria, ahora con el gas sarín, que fue localizado en manos de elementos del Frente Al-Nusra (Al Qaeda), en registros realizados en Turquía, sin que volviera a hablarse del tema. A los mismos que apuntó la investigación llevada a cabo en la ONU, dirigida por la fiscal Carla del Ponte: utilización por “los rebeldes” de gas sarín . Pero al tratarse del Frente Al Nusra, rama de Al-Qaeda, socio del lobby anglojudeoamericano y de los países occidentales, no había lugar a reprobación alguna por parte de quienes les suministran estas armas químicas.

Una vez más la democracia y la protección de los civiles son el pretexto para el saqueo y la rapiña y para ocupar una zona geográfica estratégica a nivel internacional. Todo ello con la perversa utilización de unos medios de comunicación convertidos en medios de calumnia, de mentira y de propaganda y con la colaboración de una izquierda infiltrada, allanadora del camino del imperio.

Siria no es cuestión de democracia sino que, lamentablemente, está incluida, desde hace tiempo, en el listado de países en el objetivo de los EE.UU. Así lo ha declarado el ex-general de los EE.UU. y excomandante supremo de la OTAN, Wesley Clark, al explicar a través de un video que unos días después del 11-S altos mandos militares de los EE.UU. le comunicaron que había que atacar a Iraq. ¿Por qué?, preguntó sorprendido. No solo Iraq -fue la respuesta- detrás vienen Libia, Siria, Líbano, Somalia, Yemen, Sudán e Irán. Tras la exposición, Wesley Clark aclara que no hay otra razón que “el petróleo”.

Ninguno de los países que han sido anteriormente agredidos, supuestamente para implantar la democracia, ha vuelto a recuperarse como estado. Todos han quedado sumidos en el islamismo radical y en el caos más absoluto y controlados por bandas terroristas (Afganistán, Iraq, Libia...) que garantizan el saqueo de sus recursos por las potencias coloniales.

Las armas químicas han sido utilizadas hasta ahora profusamente por EE.UU. y sus aliados, en Vietnam, en Yugoslavia, en Afganistán, en Palestina, en Iraq, en Libia... Ojos para la Paz presentó en el Parlamento Europeo una solicitud para que se investigara el asedio a la ciudad de Beni Walit, en el que se utilizaron tanto napalm como gases asfixiantes (tenemos pruebas, tanto por conversaciones con testigos presenciales como fotográficas). El gas sarín y otras armas químicas, el uranio, el napalm, etc. son asiduamente utilizados por el lobby anglojudeoamericano en los paises que escogen como víctimas. Buena prueba de ello es la epidemia de mortalidad por cáncer existente actualmente en Iraq.

Lo sorprendente es que EE.UU. tenga la desfachatez de apelar a motivos humanitarios cuando no respeta las más elementales reglas del juego democrático, como han sido las elecciones celebradas en Siria con fecha 7 de mayo de 2012 en las que, con un 61% de voto registrado, salió elegida una coalición integrada por el Partido Baaz, PSS, PCS y Partido Nasserista. ¿Cómo pueden continuar acusando a Bashar al Assad de gobernar en solitario? Siria ha realizado también un referendum constitucional en base al cual se ha dotado de una constitución muy avanzada. Todo es ignorado deliberadamente. No solo eso sino que, en vista de que no pueden ganar a Siria con las urnas ni ante la ONU, la invaden de mercenarios dedicados al sabotaje, al terrorismo, al asesinato de niños y a la práctica incluso de la antropofagia con sus víctimas.

Siria está en el objetivo de los EE.UU. desde hace varias décadas, porque es la llave para la entrada en el continente asiático. Y no solo eso. Habría que preguntarse por qué la primera provincia que tomaron los llamados rebeldes fue Homs. En 2007 científicos noruegos descubrieron en el subsuelo de Homs unas inmensas reservas de gas, además de, en otros lugares de Siria, distintos yacimientos de petróleo que situan a Siria en cabeza de los países gasísticos y petrolíferos del mundo.

Por si no fuese suficiente, en suelo sirio se está produciendo una lucha por el control de los oleoductos. Por aquí cruzan dos oleoductos que proceden de Irak y desembocan en el Mediterráneo. Uno pasa por la ciudad de Homs y el otro por los Altos del Golán, un territorio que Israel le arrebató a Siria en la Guerra de los Seis Días. Por otra parte, Siria es un obstáculo para llevar a cabo el macroproyecto de oleoducto que trasladará el petróleo de Bakú (Azerbaiyán) a través de Turquía e Israel hacia Asia, presumiblemente hasta la India, parte del cual ya está construido: el oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan (discurre por suelo de países aliados de la OTAN: Azerbaiyán, Georgia y Turquía), un oleoducto que se inauguró en julio de 2006 y que es considerado el más estratégico del mundo ya que surte a los mercados occidentales. El “problema” es que para llevar ese petróleo desde Turquía a través de Israel hacia Asia hay que pasar por 400 km de costa siria y libanesa...motivo por el que Francia, Reino Unido, Estados Unidos e Israel plantean destruir Líbano y Siria.

Y hay otras razones: la ampliación del estado de Israel, creando el “Gran Israel” a costa de Líbano, Siria, Gaza y Egipto.

Y que Siria es un trampolín para saltar a Irán, convertido en la guinda de la tarta.

Denunciamos los intentos desesperados de EE.UU. y las potencias coloniales de declarar una guerra en Siria, que llevaría consigo el incendio de todo el Oriente Medio y nos arrastraría a la III Guerra Mundial.

Denunciamos enérgicamente el papel de los gobiernos títeres árabes como los de Arabia Saudí y Qatar, así como del Gobierno turco, sometidos a los intereses atlantistas y sionistas. Resulta patético que una monarquía absoluta, autoritaria, religiosa y fanática como Arabia saudí pretenda dar lecciones de democracia a Siria.

Denunciamos la campaña orquestada de mentiras y calumnias, utilizadas para desestabilizar países, con el apoyo inestimable de unos medios sionistas de propaganda, que no de información, y de sectores de la izquierda.

Apoyamos al gobierno democrático y antiimperialista de la República Árabe Siria y a su heroico pueblo en su lucha por defender su derecho a la soberanía nacional, a la independencia y a la libertad.

Por todo ello, pedimos el respeto más absoluto al Derecho Internacional, basado en el principio sagrado de la NO INJERENCIA. Porque los pueblos tienen derecho a decidir su futuro con libertad y justicia.

Condenamos los intentos de llevar la guerra a Siria, y todas las guerras del imperio.

Pedimos que, de una vez por todas, se constituya un Tribunal de los Pueblos que demande responsabilidades por genocidio y crímenes de lesa humanidad a esta cuadrilla de calumniadores, asaltantes y asesinos en que se ha convertido la autodenominada “Comunidad Internacional”, que, en nombre de una democracia de la que no pueden dar lecciones, llevan la muerte, la destrucción y la desesperanza a los lugares del planeta que consideran su objetivo.

Ya es hora de exigir que EE.UU. y sus aliados de la OTAN paguen por sus crímenes.