Ningún apoyo a los represores; ninguna solidaridad ante los verdugos del pueblo trabajador
No hay lugar para la confusión ni el oportunismo: ningún apoyo a los verdugos de los pobres.
Parte de las fuerzas que el gobierno nacional desplegó por nuestras barriadas en una medida supuestamente “progresista” y en pretendida contraposición a las viejas y rancias policías, están acuarteladas y en tren de desobediencia desde hace un día y medio.
Suboficiales de Prefectura Naval, gendarmes y recientemente miembros de la Marina, están movilizados realizando reclamos y ocupando los edificios de sus fuerzas. Sus exigencias, en principio se presentan vinculadas a un ajuste salarial, pero implican la momentánea insubordinación de estas fuerzas represivas.
Desde la Agrupación Hombre Nuevo señalamos que de ninguna manera puede considerarse este reclamo como parte de los miles de reclamos que desde nuestra clase realizamos en contra del ajuste que como pueblo trabajador sufrimos a diario. Prefectos, gendarmes y marinos, pertenezcan a la suboficialidad o no, son parte del aparato represivo del estado. Son quienes pese a provenir en muchos casos de las mismas barriadas pobres que nosotros, son sirvientes de los ricos y protectores fieles de los responsables de que en nuestro país haya hambre. Son los que nos persiguen y espían mediante el “Proyecto X”; son quienes nos reprimen en las rutas del país, como en la Panamericana o en El Tabacal, Salta; son quienes nos matan como han hecho, entre tantos casos, con nuestra compañera Teresa Rodríguez en 1997.
Ningún miembro del aparato represivo capitalista puede merecer nuestra solidaridad. Como fuerza de choque de la clase poseedora, son quienes no dudaron, no dudan ni dudarán en masacrar a nuestro pueblo a cambio de dinero, poco o mucho; con o sin descuentos en su salario. Por eso merecen nuestro repudio y nuestro desprecio: por ser represores, y por moverse tras fines reaccionarios.
No hay lugar para la confusión ni el oportunismo: ningún apoyo a los verdugos de los pobres.