Policías racistas asesinan en EEUU a un latino sordomudo que no oyó sus órdenes
Magdiel Sánchez, en una fotografía facilitada por la famiia.
Magdiel Sánchez estaba sentado la noche del martes en el porche de su casa en Oklahoma City con un tubo de metal en la mano, que siempre lo lleva por el miedo que le tiene a los perros.
Un policía se acercó a su domicilio para interrogarle por un accidente. El represor pidió refuerzos al ver el objeto. Le ordenó que lo tirara y que se echara al suelo. En lugar de responder, el latino se levantó y se acercó a ellos para explicarles su condición, mientras los vecinos gritaban que era sordomudo. Los policías blancos le dispararon sin justificación varias veces y cuando llegaron los servicios de emergencia ya estaba muerto.
Es el enésimo incidente de este tipo que se vive en la ciudad. La víctima, de origen hispano, tenía 35 años de edad.
Los vecinos relatan a la prensa local que la única manera que tenía Sánchez de comunicarse con los policías era “moviendo sus manos”. “Se veía que estaba frustrado porque trataba de decirles que no podía hablar y explicarles lo que estaba pasando”, lamenta Julio Rayos. Jolie Guebara añade que siempre iba con algo en la mano, porque le daba miedo los perros.
Los testigos de este asesinato contaron hasta seis disparos. El departamento de policía de Oklahoma City es uno de los que adoptó las cámaras corporales para registrar la acción de los agentes en este tipo situaciones. Sin embargo, y como es habitual, ninguno de los agentes las llevaba.
La víctima no tiene historial criminal. La policía aclara, además, que el vehículo envuelto en el accidente que investigaban lo conducía el padre de Sánchez. Este ni siquiera estaba en el coche en el momento del asesinato. Su nombre se suma a las 712 personas que fueron tiroteadas por la policía este año en EE UU, de acuerdo con la base de datos del Washington Post.