Presidenciales 2024: Venezuela Decide
Carga que no se detuvo con la muerte del líder bolivariano, sino que ha continuado, sin tregua alguna, contra el actual presidente Nicolás Maduro.
Primera parte
El 6 de diciembre del año 1998 Venezuela abrió una nueva página en su historia y con ello en el conjunto del continente. Aquel día, Hugo Rafael Chávez ganó ampliamente la elección presidencial. Esto marcaría también la decisión de EEUU y sus socios europeos, en sociedad con las administraciones de gobierno derechistas del continente --en especial su vecino Colombia bajo los ex presidentes Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque-- y la Organización de Estados Americanos (OEA) presidida por el converso político uruguayo Luis Almagro, de no permitir el desarrollo de este este proceso revolucionario denominado bolivariano, como lesivo para los intereses de Washington y los suyos.
Una historia conocida en el continente y cuyos efectos en países con cambios revolucionarios como Cuba desde el año 1959, Nicaragua desde 1979, Chile en el gobierno de la llamada unidad Popular entre 1970-1973 e incluso bajo gobiernos reformistas como la Bolivia de Evo Morales, Rafael Correa en Ecuador, entre otros, han significado bloqueos, embargos, sanciones, presiones económicas, desestabilización a manos de grupos derechistas generosamente financiados para llevar a cabo lo que conocemos hoy como golpes suaves (1) y en otras múltiples ocasiones brutales golpes de estado, con miles de detenidos, torturados, muertos, desaparecidos. Gene Sharp --el ideólogo de esta estrategia-- define cinco etapas fundamentales para así provocar acciones desestabilizadoras o "golpes suaves" contra lo que Washington considera gobiernos "incómodos" en Latinoamérica y el mundo:
Deslegitimación del gobierno mediante campañas políticas internacionales, uso de medios de desinformación y manipulación. Calentamiento de calles, con financiamiento de grupos violentos, organismos de fachada de supuesta defensa de los derechos humanos o instituciones de estudio generosamente retribuidos con el dinero de Washington y los suyos. Combinación de diversas formas de lucha: pacíficas, violentas, intentos de movilización al interior de las fuerzas armadas, atentados. Etapa de desestabilización con la toma de instituciones públicas, compra de voluntades y renuncias de dirigentes del gobierno que llaman a sublevarse, llamados a la violencia en las calles incluso aupados directamente por los países rivales. Fractura institucional. Gobiernos acéfalos
En el caso de Venezuela y los ataques sostenidos contra el chavismo, las matrices descritas son el ejemplo elocuente del trabajo desestabilizador ejercido por EEUU y sus socios regionales, tanto de gobiernos como de instituciones estadounidenses como la Agencia de EEUU para el Desarrollo (USAID) la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Fundación nacional Para la democracia (NED) que financian a Organismos No Gubernamentales e instituciones de estudio venezolanas, medios de información y partidos políticos en esta estrategia destinada a sacar del poder al chavismo.
Resulta evidente que el próximo 28 de julio, la elección presidencial venezolana existe dos fuertes proyectos políticos en disputa y absolutamente divergentes. Uno, encabezado por el actual presidente Nicolás Maduro proclamado como candidato en la plenaria del V Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en marzo de este año 2024. Y por el lado de la derecha, el candidato es el ex diplomático Edmundo González Urrutia proclamado en el mes de abril bajo el escudo de la llamada Plataforma Unitaria Democrática (PUD). Candidato elegido bajo la dirección de la legalmente imposibilitada y ultraderechista y figura favorita de Washington, María Corina Machado (2) y el ex candidato presidencial Manuel Rosales. Entre ambos, a pesar de que existen otros candidatos en disputa saldrá el ganador y donde se juega algo más que el nombre de quien ocupará el sillón presidencial del Palacio de Miraflores.
Las incuestionables diferencias discursivas, políticas, económicas e ideológicas tendrán su corolario el día 28 de julio. Los más optimistas desde el bando derechista cuyos fondos electorales se han ampliado en forma considerable, al amparo de organizaciones comerciales, Organismos No Gubernamentales (ONGs) entre ellas "Súmate", "Nueva Conciencia nacional", Fundación Futuro presente". Los líderes y representantes de este tipo de instituciones emplean ingentes recursos provenientes de EEUU y Europa para apoyar la labor de manipulación y desinformación llevada a cabo por medios como "El Universal", "El Nacional", "Opinión" e incluso contando con el apoyo de periodistas venezolanos (as) radicados en países latinoamericanos, que son empleados por medios ultraderechistas, en Chile por ejemplo a través de medios como El Libero profundamente antichavista y profuso defensor de lo que en su momento se denominó el grupo de Lima.
María Corina Machado y los suyos, entre ellos el candidato González Urrutia puesto allí como testaferro de los intereses más allá de Venezuela ha sufrido un duro golpe al develarse el llamado programa de gobierno Land Grace (Tierra de Gracia) donde la política ultraderechista y sus financistas en octubre de 2023 forma secreta trazaron un plan destinado a privatizar todo si llegan a triunfar el 28 de julio. "aquí hay que privatizar todo...hay que montar un plan de privatización masiva" sostiene en un video difundido urbi et orbi (3) siguiendo en ello el ejemplo de la dictadura militar chilena y aquellos herederos políticos tras el retorno de la democracia que han privatizar todo: cárceles, carreteras, sanitarias entre otros. En la cadena Telesur el analista Luis Brito señaló que este plan de la derecha extremista venezolana es privatizar los derechos sociales (4)
En Venezuela, los más optimistas, desde el bando derechista, sostienen que es posible dar un golpe a la cátedra y acceder a la presidencia de la mano de Gonzáles Urrutia, pero, el trabajo de recuperación económica de Venezuela, su inserción en el bloque de países con objetivos de multilateralidad y las estrechas alianzas tejidas con fuertes poderes económicos, políticos y militares han calado hondo en el seno del propio gobierno estadounidense. Un informe desclasificado de la Comunidad de Inteligencia de EEUU (5) - instancia asesora que trabaja directamente para el presidente de los EEUU - aseguró que el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ganará las elecciones presidenciales de este año.
El reporte, denominado "Evaluación Anual de Amenazas" elaborado por la Oficina del director de Inteligencia Nacional y dado a conocer el 5 de febrero de 2024, consigna en su página 29 que "el presidente Nicolás Maduro obtendrá la victoria en los próximos comicios" bajo la consideración que la oposición política derechista venezolana no consigue superar sus profundas divisiones y tiene escasa influencia social. Dicho documento, además, da a conocer que el apoyo de China, Rusia e Irán, han sido fundamentales para que país sudamericano logre mitigar el impacto de las medidas coercitivas unilaterales (MCU) y que Maduro mantiene "un sólido control del poder".
Este año 2024 la elección presidencial tiene características especiales, no sólo por el mejoramiento evidente de la situación política, económica y de relaciones internacionales de Venezuela, sino también por las propias debilidades del patrocinador de la derecha que es EEUU con sus propias dificultades entre un candidato como Biden con serios problemas cognitivos, un Trump que entre procesos judiciales y supuestos atentados trata de mostrarse como la mejor alternativa para el alicaído Estado Unidos. Un mundo europeo enfrascado en una guerra, a la cual lo condujo la expansionista y belicosa política exterior estadounidense. Un mundo dotado de un objetivo de multilateralidad del cual forma parte Venezuela, que da nuevos bríos a bregar en esta pugna electoral del 28 de julio y que al mismo tiempo cataliza los intentos de Washington de impedir el triunfo de Nicolás Maduro.
Esto a pesar del trabajo de zapa de los medios de información ligados a la derecha venezolana y que suelen criticar todos y cada uno de los programas sociales del gobierno venezolano, destinados a paliar las políticas máxima presión digitadas desde Washington y que permitan elevar el nivel de vida de la población venezolana. Medios acusados por el gobierno venezolano de tener influencia y apoyo financiero extranjero como los mencionados El Nacional, El Universal e incluso Opinión de Colombia, opositor a Maduro y que se distribuye en el estado fronterizo del Táchira. Estrategia desestabilizadora, que unido al programa político expresado por Plataforma Unitaria y su candidato Edmundo González Urrutia de revisar las relaciones entre Venezuela con la República Popular China, la Federación Rusa y la República Islámica de Irán, que muestran el camino claramente injerencista de Washington y los suyos, para influir en la disputa presidencial en el país sudamericano.
Notas
1. El analista Raúl Capote nos recuerda que "Gene Sharp, el hombre al que se le atribuye la autoría de la estrategia, fue considerado el gurú de las revoluciones no violentas. Su obra "De la dictadura a la democracia" que describe y orienta cómo derribar a una "dictadura" con métodos no violentos, ha sido traducida a más de 30 idiomas. El Instituto Alberto Einstein fue el centro pionero, junto a la Open Society Foundations, del multimillonario George Soros, de esta nueva forma intervencionista, disfrazada de revuelta popular pacífica, que se puso en práctica para el derrocamiento de Slobodan Milosevic, en Yugoslavia, en el año 2000". https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/07/19/pensamiento-critico-nicaragua-y-el-golpe-blando/
2. Recordemos que la Sra. Machado, consciente que su postulación iba a ser revisada por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) tensionó el panorama político presentándose a las primarias de la derecha y quedando de facto como la primer opción para pelear la presidencia pero, esa jugada política y con ello el deseo derechista de presentar a Machado como su carta electoral quedó en nada porque el TSJ en enero pasado emitió un fallo indicando que Machado está inhabilitada para ejercer cargos públicos durante 15 años.
3. https://x.com/VNVenezuelanews/status/1804622934495129731
4. https://www.telesurtv.net/denuncian-que-plan-de-la-oposicion-extremista-venezolana-es-privatizar-derechos-sociales/
5. https://www.dni.gov/files/ODNI/documents/assessments/ATA-2024-Unclassified-Report.pdf
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Segunda parte
La desestabilización se sigue generando. Esto, a pesar del mejoramiento del país sudamericano en índices económicos, estabilidad social e incremento de relaciones en el plano regional y con objetivos de multilateralidad de la mano de alianzas con países como la República Popular China, la República Islámica de Irán y la Federación rusa. Crecimiento en el campo de la economía, que ha sido uno de los principales blancos de ataque por parte de la derecha y sus avales extranjeros.
Todos los candidatos hablan de desarrollo económico, pero ello es imposible de llevarlo a cabo en normalidad, si la política de máxima presión implementada por Washington durante un cuarto de siglo sigue siendo el eje en materia de política exterior de EEUU y los suyos. Sí sigue siendo la línea maestra en los ataques a Venezuela y nueve, de los diez candidatos, no lo tienen en sus programas.
En estas elecciones del 28 de julio se presentan diez candidatos:
Nicolás Maduro Moro del Partido Socialista Unido de Venezuela. Actual presidente.
Edmundo González Urrutia de la Mesa de Unidad Democrática. Exdiplomático.
Claudio Fermín Maldonado de Soluciones para Venezuela.
Antonio Ecarri Angola - Partido: Alianza del Lápiz.
Benjamín Rausseo Rodríguez - Confederación Nacional Democrática (CONDE).
Enrique Márquez Pérez - Centrados en la gente. Apoyado por el Partido Comunista.
José Brito Rodríguez de Primero Venezuela, Primero Justicia, Unidad Visión Venezuela y Venezuela Unidad.
Javier Bertucci Carrero del Movimiento El Cambio. Pastor Evangélico.
Luis Martínez Hidalgo de Acción Democrática, Bandera Roja, Movimiento Republicano y Unión Nacional Electoral.
Daniel Ceballos Morales - Arepa Digital Internacionalista. Agrónomo.
Y de este numeroso grupo de candidatos son dos los que presentan mayores niveles de adhesión: el actual presidente, Nicolas Maduro, y el derechista Edmundo González Urrutia. Igualmente, de todos ellos, el único que constantemente habla de relaciones exteriores, desarrollo interno y externo, ampliar los vínculos de Venezuela con el mundo, como ejes indispensables de desarrollo es el actual presidente Nicolás Maduro (1) con experiencia en materia de política exterior como presidente, con estrechos vínculos con la organización más fuerte hoy en día en materia política y económica como son los BRICS.
El progreso económico, mencionado con anterioridad, ha sido reconocido incluso por medios de información, que se han caracterizado por los ataques virulentos contra Venezuela, como es el caso del diario El País de España. Este medio centroderechista afirma que se ha experimentado un recobro económico después de años de dificultades muy severas.
La tasa de crecimiento proyectada para este año 2024 es cercana al 4,5 %, generado fundamentalmente en el ámbito del comercio y los servicios. Todo ello gracias al aumento en la producción, distribución y comercialización en áreas estratégicas de Venezuela como es el sector energético con la industria petrolera y la minería como ejes centrales.
Una producción que logra dentro de todas las dificultades un millón de barriles diarios, que significa un 25 % más que aquella del 2022. Pero, aún lejana de los tres millones de barriles diarios, en el año de mayor obtención, el 2000.
Sumemos el equilibrio logrado en materia de la actividad cambiaria, el tema alimenticio, la producción farmacéutica, entre otros. Y que se destacan en un escenario en que no ha cesado la política de máxima presión de EEUU y países europeos. Esto en materia de bloqueos, sanciones, embargos, robo de empresas venezolanas como Citgo además del oro depositado en el banco de Inglaterra, entre otros puntos que evidencian las dificultades para llevar adelante un proceso político con normalidad, cuando se te ataca en forma permanente --y ello no es materia de crítica del mundo occidental contrario a Venezuela.
Por ello es destacable --y una base importante para la elección presidencial que está en curso-- el hecho indiscutible de la disminución de la hiperinflación que sacudió a Venezuela en los últimos años. Este 2024 el porcentaje de inflación se calcula puede rondar un 50 %, lo que evidencia lo acertado de haber ejecutado un ajuste en el plano fiscal; aumentar la eficiencia en la producción de alimentos --que en un 80 % son producidos en Venezuela--, un gasto social focalizado en los sectores que lo requieren lo que permite al gobierno disponer de mayores recursos monetarios.
Es, a todas luces irrefutable, que esta mejora en Venezuela ha requerido un esfuerzo y un sacrificio de millones de venezolanos, pero que aún se requiere un trabajo de enorme envergadura, para poder bajar así los índices de pobreza por ingreso, que suponen una ingente labor, que marche, por ejemplo, en una senda de crecimiento económico del país, que duplique el proyectado para este año 2024. Los sectores de la construcción, turismo, manufactura, la creación de polos tecnológicos, atraer la inversión privada son algunas de las líneas que demandan fortalecer, como también generar incentivos para el retorno de aquellos millones de venezolanos que han salido del país, entre ellos una masa crítica valiosa para sacar adelante a este país sudamericano.
Pero, sobre todo, crecer y generar aumentos en la producción de petróleo y de minerales de enorme riqueza, en aquella zona conocida como el escudo precámbrico rico en depósitos de hierro, aluminio, manganeso, oro, diamantes, tierras raras, torio y caolín (2). Todo ello renglones con necesidad de inversiones multimillonarias.
Un campo de generación de recursos que es tremendamente ambicionada por las potencias occidentales, que en el caso de EEUU y Gran Bretaña han tensionado las relaciones entre Guyana y Venezuela por el Esequibo, una región rica en recursos petroleros y que es reclamada por Venezuela como símbolo de justicia, de soberanía y equilibrio para el mundo.
Como sostiene el gobierno venezolano, el Esequibo representa para los venezolanos una vieja reivindicación territorial, ligada a valores, sentimientos y anhelos vinculados con la venezolanidad. El presidente Maduro sostuvo respecto a este contencioso, cuestión que no ha sucedido con los otros candidatos a la presidencia, particularmente con Edmundo González Urrutia que "hay una campaña brutal contra Venezuela, mienten, es financiada por la ExxonMobil, transnacional petrolera estadounidense vinculada al lobby armamentista de Washington, que tiene gran influencia dentro del Pentágono. (...) La ExxonMobil ha financiado una campaña en la televisión, radio, prensa, factores políticos del Caribe, de Guyana específicamente".
Así como el Esequibo representa un área de intereses para Washington y los suyos, la riqueza petrolera de la Faja petrolífera del Orinoco es también un botín apetecido, que explica gran parte de la intervención estadounidenses en los asuntos internos de Venezuela --con apoyo de aquella época nefasta para Colombia como ha sido el uribismo-- y los ataques sostenidos para generar el derrocamiento de lo que han sido los gobiernos bolivarianos.
Botín que también está en las ideas de la derecha venezolana y el programa de gobierno de Edmundo González Urrutia, quien ha prometido privilegiar la explotación de esos recursos en la dirección occidental y revisar las relaciones entre Venezuela con la República Popular China bajo la retórica de "un retorno a una política exterior menos desequilibrada ideológicamente -lo que implica también una revisión estricta de esas relaciones" (3) y donde el entorno más extremo del candidato derechista plantea también un examen a fondo de las relaciones con la República Islámica de Irán, la Federación Rusa, sumando también a Cuba que según González "desde el año 2000 en adelante ha habido una especie de alineamiento "automático"
Las razones esgrimidas por González Urrutia mencionan la acusación de violación de los derechos humanos en estos países, que ha sido el argumento permanente que utiliza occidente, que suele mirarse el ombligo en estas materias. Lo evidente es que cortar las relaciones con aquellos países miembros del BRICS con todo lo que ello conlleva. Tres países claves en el actual mejoramiento de la situación política, económica y militar de Venezuela.
Pero, sobre todo, esa hipotética revisión de relaciones puede derivar en consecuencias negativas, para la economía de la nación sudamericana y generar un retroceso en su mejoramiento general, afectando con ello todo el tema y problema migratorio, que ha generado enormes discusiones en los países latinoamericanos. Este domingo 21 millones de venezolanos están llamados a definir su futuro, entre ese panorama sus lazos internacionales revisten una importancia capital.
Notas
1. Implementar un nuevo modelo productivo enfocado en la exportación, transformando por completo el sistema económico actual. Enfocarse en la ecología, renovar el modelo de protección humanista, y abordar aspectos geopolíticos y de repolitización. Incluir la protección y desarrollo de la Guayana Esequiba, un territorio en disputa con recientes tensiones diplomáticas. Implementar medidas para combatir el cambio climático.
2. Consideremos, igualmente que en Venezuela existe un mineral considerado tan precioso que su valor supera al del dólar en el mercado global y que esconde en su suelo una de las mayores reservas de este metal llamado Rodio, de la familia del platino. Es uno de los metales más raros, poco abundantes y caros del mundo y destacado en el uso en el desarrollo de tecnología sostenible.
3. https://www.eltiempo.com/economia/sectores/cual-es-el-metal-mas-caro-del-mundo-737506 https://www.agenzianova.com/es/news/Candidato-presidencial-venezolano-Gonz%C3%A1lez-Urrutia-promete-una-revisi%C3%B3n-rigurosa-de-las-relaciones-con-China/. El candidato derechista promete una revisión rigurosa con China e Irán, países con los que Venezuela tiene hoy una "gran deuda" y cuyos productos --gasolina y automóviles, sobre todo-- están cada vez más presentes en el mercado interno.
Al Mayadeen