¿Prosperidad de quiénes?
Como tantas otras Cumbres, la retórica del “desarrollo” se reduce en gran medida:
. Al crecimiento de los de arriba.
. A la bonanza de las elites capitalistas y de la narco-economía.
. Al calentamientoglobal y la depredación ambiental.
. A enormes desigualdades sociales.
. A una educación que no enseña a pensar.
. A una alienación mediática, a una comunicación masiva, cargada de banalidades, consumismo, desinformación, mentiras y medias verdades.
. A una alimentación en gran escala realmente mala y tóxica.
. A un sistema de tratamiento de enfermedades, no de salud.
. A exclusiones y bloques asfixiantes de los Estado que deciden ejercer la independencia.
. A una OEA propiedad de EEUU que da vergüenza ajena, bochornosa.
También pasa así con la Cumbre Iberoamericana, una cumbre presidida por el Rey de España, cuyo carácter retórico muchas veces fue denunciado por el comandante Chávez.
Eso es lo que en fin de cuentas siempre ha predominado, sin que falten una que otra denuncia y reflexiones interesantes en esas cumbres, dada la relativa diversidad de los Estados miembros; y algunas facilidades para paliar cargas explosivas.
Ninguna cumbre emprendida por EEUU y UE puede dar otros resultados mientras las potencias del coloniaje sean dominantes en América Latina y el Caribe, África y Asia. Y por demás el evento realizado se realizó en un periodo de endurecimiento de la voracidad y del guerrerismo estadounidense, al extremo del derroche de horror que derrama esa superpotencia en compañía de Israel y del accionar de la OTAN.
Esa “ALIANZA PARA LA PROSPERIDAD ECONÓMICA” es una maniobra de distracción, es un intento de sembrar ilusiones en bondades imperiales ficticias, de adornar un fondo de oscuridades. Es un taparrabo del monstruo engendrado.
Luis Abinader fue de los escogidos y anduvo por esos lares. Pocos de los seleccionados la usaron para guardar ciertas distancias de la agresiva decadencia imperial de estos tiempos.
El gobernador de esta neo-colonia supo emplear su participación para alabar a EEUU y mentir sobre las supuestas bondades y ventajas de una alianza esencialmente destinada a la prosperidad de minorías sociales y elites capitalistas.
Encubrió de esa manera la gravedad de la relación EEUU-RD y la opresión de toda isla; donde las víctimas del victimario -como en el resto de Nuestra América- son los pueblos oprimidos de la región y sus países intervenidos, saqueados y estrangulado; a los que nunca le faltado minería destructiva ni las nuevas amenazas de las mega-mineras de EEUU y CANADÁ, dos destacados miembros de esa santa y prospera alianza.