Falleció María Esther Gatti, incansable militante por los desaparecidos

Este domingo 5 de diciembre, falleció María Esther Gatti de Islas, a los 92 años. Madre de María Emilia Islas Gatti y abuela de Mariana Zaffaroni.

Fundadora de Madres y Familiares Detenidos Desaparecidos, contribuyó con muchos años de lucha, hasta sus últimos días siguió su búsqueda por su nieto o nieta desaparecido, y por todos los que aún faltan encontrar. Su incansable labor, la encaró junto a las Abuelas de Plaza de Mayo. En compañía de su nieta Mariana vivió sus últimos años, tras su proyecto solidario “Ibiray.

Integró en el 2007 la Comisión presidida por Mario Benedetti, del Museo de la Memoria. Finalmente, el 27 de marzo de 2008, fue nombrada Ciudadana Ilustre por la Junta Departamental de Montevideo.

Era la madre de María Emilia Islas, joven militante de izquierda secuestrada en septiembre de 1976 en Argentina, donde se había radicado con su marido, Jorge Zaffaroni Castilla, al ser perseguidos por la dictadura, se convirtió en uno de los puntales de la acción por desentrañar el paradero de los detenidos desaparecidos. La hija de Gatti, María Emilia Islas fue secuestrada, el 27 de septiembre de 1976, en Argentina, junto a su esposo, Jorge Zaffaroni y la hija del matrimonio, Mariana.

Junto a Luz Ibarburu de Recagno, Violeta Malugani, María Elena Antuña de Gatti, Irma Hernández y Milka Prieto, iniciaron las primeras denuncias colectivas ante distintos organismos internacionales, entre los cuales la OEA, sobre los uruguayos desaparecidos en Argentina.

En 1983, Esther Gatti obtuvo la primera información sobre su nieta, al publicarse en Brasil una entrevista a un integrante de las fuerzas de seguridad argentinas quien dijo que otro represor se habría apropiado de la niña. Una foto de Mariana Zaffaroni Islas, se transformó en un símbolo de la lucha de los familiares de desaparecidos por encontrar a estos, después del retorno de la democracia a Uruguay, en 1985. Después que obtuvo información de que un miembro de la SIDE de Argentina era quien se habría apropiado de su nieta, realiza la denuncia ante la Justicia de ese país.

La acción realizada por Esther Gatti dio sus frutos en 1992, cuando se descubrió que Mariana vivía con una familia, encabezada por un ex integrante de los servicios de seguridad argentinos. Le fue restituida la identidad a Mariana y quienes se habían apropiado de ella fueron procesados.

Todavía se desconoce el destino de su hija María Emilia y de Jorge Zaffaroni.

Esther Gatti prosiguió su militancia por los desaparecidos, realizando dos giras por Europa para exponer sobre la defensa de los derechos humanos. Fue una activa militante contra la Ley de Caducidad (Impunidad) que aministió los crímenes del terrorismo de Estado.