Relativismo cultural y la nostalgia por las teologías de la liberación

Por circunstancias de la vida, en días recientes, corriendo por las rutas fuera del asfalto, conocí a un sacerdote católico, maya mam, de 62 años de edad. Un teólogo de la liberación que relee, con autocrítica, la época de “oro” de cuando la iglesia católica latinoamericana quiso ser pueblo.

En sus palabras lúcidas, cuyas insinuaciones constatan su involucramiento directo en los grupos guerrilleros [guatemaltecos] de finales del pasado siglo, se relatan frustraciones socioeclesiales, esperanzas en la teología política y nostalgia por la “tradición” que es engullida (casi de manera irreversible) por el relativismo cultural neoliberal.

Frustrado porque el Reino de Dios/revolución nunca llegó. En la segunda mitad del pasado siglo, inspirado por las líneas pastorales del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y los documentos del Concilio Vaticano II, una parte de católicos latinoamericanos, incluido parte del Clero, le apostaron a la “opción preferencial por los pobres”. Para ello promovieron lo que se denominó las comunidades eclesiales de base…

Muchos sacerdotes, religiosos/as, misioneros, dinamizados por la socioanalítica marxista, optaron por procesos de “inserción en territorios difíciles”. Algunos incluso optaron por acuerpar levantamientos armados contra el sistema opresor. En la atmósfera continental de ese entonces, existía una creencia cristiana compartida que el Reinado de Dios comenzaría muy pronto en la Tierra.

Décadas después, la gran mayoría de aquellos católicos, que creyeron que el Reino de Dios estaba a la vuelta de la esquina, al ver que dicho Reino (revolución) no llegaba en los hechos, fueron invadidos/habitados por la frustración. Incluso, varios de ellos abandonaron sus “ministerios religiosos”. Otros, perseveraron dentro de la institucionalidad católica, pero completamente escépticos ante nuevos anuncios de cambios sociopolíticos.

En la actualidad, casi ningún teólogo/a de la liberación se encuentra inserta en los nuevos movimientos sociopolíticos emergentes en Abya Yala.

Esperanzas en la teología política. La batalla intraeclesial de finales del pasado siglo entre el conservadurismo del Vaticano y la rebeldía de las y los teólogos de la liberación, concluyó a favor de los primeros. Aunque para sobrevivientes a la depredación de las teologías de la liberación, como es el caso del sacerdote católico maya mam, “la esperanza persiste muy a pesar del papa Ratzinger (Benedicto XVI) y de las traiciones de la propia izquierda revolucionaria”.

Como materialización de dicha esperanza teológica, en los últimos tiempos emergen movimientos sociopolíticos antineoliberales/anti imperiales, cuasi místicos, como brasas bajo las cenizas, desafiando al hegemónico sistema neoliberal, y anunciando el Buen Vivir y la construcción de estados plurinacionales. Estos movimientos sociopolíticos son emprendidos, no en pocos casos, por ex catequistas, agentes eclesiales, formados en escuelas de “las teologías de las esperanzas” o las “teologías políticas” del siglo pasado.

Relativismo cultural desafiante. El conservadurismo católico le hizo la guerra a las teologías de liberación creyendo que el problema era la socioanalítica marxista que utilizaban estos últimos para comprender y explicar el mundo de los pobres. Pero, mientras se libraba dicha “guerra” intraeclesial, en el mundo se impuso la posmodernidad en su versión de relativismo cultural y neoliberal.

El primero (relativismo cultural), terminó matando incluso la tradición (incluida la judeocristiana) sin que “los depositarios” de la sana tradición pudiesen reaccionar. Certezas conceptuales como la idea de dios, la verdad, la iglesia, la ética/moral, etc. fueron y son anulados del imaginario colectivo mundial. Ahora, todo es positivo. Todo es relativo.

El segundo (neoliberalismo), por sus recargados impactos negativos en los territorios de los pueblos está generando insospechados procesos de resistencias sociopolíticas en el continente en el que en tiempos recientes florecieron prometedores teologías de liberación.

Aún no sabemos si las víctimas eclesiales del relativismo cultural se sumarán en algún momento a los actuales movimientos sociopolíticos de resistencias creativas emprendidas por los sujetos colectivos anti neoliberales que prometen la restauración del Buen Vivir en el continente. 

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