Tormenta de Al-Aqsa destruyó concepto de "arrogancia" en "Israel"

El director de la plataforma Azar Weizman para “Seguridad Nacional” y del programa de maestría en diplomacia, seguridad e historia militar de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Tel Aviv, Azar Gat, indicó que el concepto que prevaleció en Israel hasta el 7 de octubre de 2023, antes de ser destrozado en la operación Tormenta de Al-Aqsa, tiene un título claro: es “arrogancia”.

Publicado por el Instituto de Investigación de Seguridad Nacional a finales de junio pasado, el experto abordó en un estudio titulado “Cuidado, el nuevo concepto: de la arrogancia a la angustia”, la debilidad del régimen de apartheid frente al “anillo de fuego iraní”, para el cual Israel no tiene buenas respuestas, quedó expuesto, y las severas dificultades asociadas con la guerra quedaron claras.

En este punto, mencionó el problema de los prisioneros en Gaza, el agotamiento de las fuerzas del ejército, el creciente pesimismo popular, el alto costo económico de la guerra, el colapso de la legitimidad internacional, la falta de soluciones al problema de los colonos desplazados de los asentamientos del norte (cerca del Líbano) y el rápido avance de Irán al estatus de Estado con umbral nuclear.

Gat señaló que ante todas estas dificultades surgió un nuevo concepto en Israel, que es el de “angustia” y con los siguientes fundamentos básicos:

Es necesario poner fin a la guerra en la Franja de Gaza y llegar a un acuerdo para los prisioneros, después del cual la guerra pueda reanudarse.

Las fuerzas del ejército israelí en la Franja de Gaza deben ser reemplazadas por fuerzas árabes e internacionales.

Si no se pone fin a la guerra en Gaza, no se alcanzará un alto el fuego en el norte.

La normalización con Arabia Saudita permitirá centrarse en Irán y sus aliados del Eje de Resistencia.

Toda Palestina se convertirá en Hamas

Gat dijo en su estudio que es poco probable que Hamas acepte algún acuerdo que no incluya un cese completo de la guerra y una retirada total del ejército israelí de la Franja con garantías internacionales.

Por un lado, en Israel existen quienes no han comprendido completamente esta realidad, sin embargo, algunos han llegado a la conclusión de que no queda otra opción que aceptar las demandas de la Resistencia palestina.

Señaló que a pesar del logro alcanzado por el Ejército israelí al dañar la enorme infraestructura militar gubernamental perteneciente a Hamas, después de su retirada de Gaza, el movimiento palestino renovará su control civil y sus capacidades militares a la velocidad del rayo.

En cuanto a los prisioneros israelíes, Gat apuntó que Hamas exigirá la liberación de todos los palestinos detenidos en la entidad, sobre la base del "todos a cambio de todos", incluidos los miembros de élite que participaron en la operación Tormenta de Al-Aqsa.

A propósito, destacó que las imágenes de cientos de autobuses que transportan a los liberados fortalecerán la posición de la Resistencia entre las masas en el mundo árabe, y “todo el escenario palestino se convertirá en Hamas en ese momento”.

Hizbullah siempre preocupa

En este punto, Gat consideró que es posible y era esperado un alto al fuego en el norte con el fin de la guerra en la Franja de Gaza, pero no parece haber ninguna posibilidad porque va acompañado de un “acuerdo político” bajo el patrocinio estadounidense que lleva a la retirada de la Resistencia de Líbano (Hizbullah) del sur al norte del río Litani.

Por el contrario, “se puede decir con casi seguridad que después del alto al fuego, Hizbullah regresará y se desplegará cerca de la frontera, y no debemos engañarnos sobre que pueda ser de otra manera”, agregó.

Gat puntualizó que Israel no tiene buenas respuestas en el Líbano, incluso si despliega fuerzas adicionales en el norte después del final de la fase de fuerza en la Franja de Gaza.

Aseguró que detener los combates ahora en el norte, con el objetivo de permitir que el ejército israelí se prepare mejor para la guerra con Hizbullah dentro de unos años, no resolverá los problemas básicos, regionales e internacionales asociados con la guerra en el Líbano, ya que la Resistencia y detrás de él Irán, no dejarán al régimen sionista estar tranquila en los próximos años.

La normalización con Arabia Saudita se está alejando

El investigador enfatizó que la normalización entre Israel y Arabia Saudita y el establecimiento de una “alianza regional” bajo los auspicios de EEUU, que los incluye, siempre serán un logro muy deseable en Israel.

Sin embargo, el fin de la operación Tormenta de Al-Aqsa, que será vista (en el mundo árabe) como una victoria aplastante de la Resistencia palestina, limitará en gran medida la capacidad de los regímenes de Arabia Saudita, Jordania y Egipto para presionar y tomar medidas hacia la normalización y la cooperación con Israel frente a la opinión pública en estos países.

Gat indicó que aunque la alianza regional informal (que incluye a Israel y naciones árabes) demostró su incapacidad defensiva durante el ataque con misiles iraníes a la entidad en la noche del 13 al 14 de abril de 2024, y además “no tiene la capacidades ofensivas contra el anillo de fuego en Yemen, Irak, Siria y Líbano”.

Además "no tiene ninguna capacidad ofensiva ante la posibilidad misma de que Irán pronto se convierta en un Estado al borde de la capacidad nuclear", según Gat.

Irán es un país en el umbral de las armas nucleares

El jefe del programa de maestría en diplomacia, seguridad e historia militar de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Tel Aviv manifestó que la idea de que el fin de la guerra en la Franja de Gaza permitiría un tratamiento más eficaz del programa nuclear iraní no tiene ningún asidero en la realidad.

A propósito, refirió que Israel ya no posee las capacidades ofensivas necesarias para detener el programa nuclear iraní en su etapa actual de desarrollo, si es que alguna vez los tuvo.

En este contexto, añadió que la única parte capaz de retrasar el armamento nuclear iraní es Washington, pero no está dispuesto a hacerlo, independientemente de la guerra en Gaza, y Biden no tomará la iniciativa, incluso si gana un segundo mandato.

Su competidor, Donald Trump, está menos dispuesto a hacerlo, ya que centra su agenda en China y Rusia.

Al final de su estudio, Gat reconoció que los israelíes deben mirar la realidad con los ojos abiertos y no caer en nuevas ilusiones, sentirse cómodos con ellas y luego pagar el precio.

Israel cayó en un profundo agujero el 7 de octubre de 2023, y como ocurrió después de Yom Kippur (la guerra de 1973) llevará años salir de este agujero, y los ciudadanos deben prestar atención a las graves crisis que pueden conducir a cambios profundos.