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Triunfo del plan de Trump en las elecciones europeas
Ursula von der Leyen, rusófoba, incitadora en su rol de jefa de la Comunidad europea del envío de ejércitos a Ucrania para apoyar al nazi Selensky y el un poco payaso Macron, postulador de dicho envío, se vio superado por la Le Pen, ultraderechista pero aparentemente conciliadora hacia Rusia, o sea hay contradicciones, esquizofrenia entre la ultraderecha triunfante en Europa.
VOX, el facha español, triunfó, triunfó el fascismo en Alemania, opacando al gobierno que enviaba armamento a Selensky. Es un movimiento de derecha a ultraderecha producido, según todas las apariencias por el malestar impuesto por los EEUU al viejo continente al impedirle comprar el gas y el petróleo rusos. Tiene en consecuencia alegres a gentes rusófilas, gentes que coinciden con Donald Trump, partidario del desacoplamiento europeo, vieja receta que implica regalarle Europa a Rusia a cambio de que ésta le ceda América Latina a los EEUU. Así como suena, regalarle Europa a Rusia a cambio de que ésta le ceda América Latina a los EEUU.
¿Será Rusia capaz de entrar en tan criminal negocio? La ética que ha mostrado hasta ahora el presidente Vladimir Putin dice que no, pero es seguro que dentro del poder ruso algunas voces exigirán dar ese paso, que cumpliría el programa que se llamó o se llama Tercera Roma, vinculado históricamente a América de la siguiente manera: el Imperio romano se dividió y la mitad occidental quedó bajo la capitalidad de Roma mientras Constantinopla gobernaba la mitad oriental y constituía la Segunda Roma.
Fracasado el Concilio de Florencia, que intentó conciliar y reunir las dos partes, los emperadores bizantinos debieron huir hacia el norte, a gobernar en Moscú y San Petersburgo, constituyendo la Tercera Roma, cuyo programa era reconstruir el Imperio romano. Cerrada la ruta a oriente, de donde venían las especies y la seda, lujos cuya importación constituía negocio magnífico —era la Ruta de la seda, que renace hoy multiplicadísima— se hizo urgente una ruta alternativa y se le prestó apoyo financiero a Cristóbal Colón. ¿Es ello pura casualidad o hay geopolítica?
En 1823 se intentó la Tercera Roma desde Paris y Londres, tal vez contactando a Bolívar y San Martín, combatiendo otra vez contra la Roma italiana y, tras dos asesinatos, se creó la Doctrina Monroe.
Volviendo al presente, un estadista brillante y sensato como lo es Petro, clamó que el triunfo ultraderechista es el fin del siglo de las luces europeo, que se ha mudado a Latinoamérica. ¿Qué sentirá Milei?
Rusia, menos mal, es amiga del Tercer mundo o Sur global. Mueve los BRICS.
