Un chiste alemán: Roger Waters es nazi

La Justicia alemana investiga al músico fundador de Pink Floyd por “la ropa lucida en un festival que es susceptible de exaltar o justificar el régimen nacional socialista”. Waters que es un conocido militante antifascista y defensor de los derechos humanos está siendo perseguido por sus posiciones sobre Palestina y sobre la Guerra de Ucrania.

Cualquier seguidor de Pink Floyd sabe que ese mismo vestuario lo usó en los conciertos de 1979 y aparecen en la película “The Wall” de 1982. También que esa vestimenta es parte de puestas en escenas donde se denuncia al nazismo. Waters no solo no es nazi, sino que por el contrario es un militante con una larga trayectoria en defensa de los derechos humanos.

Lo que no le perdonan a Waters es que no se haya dormido en sus “laureles de izquierda” y se haya atrevido a actualizar sus denuncias. Por ejemplo, proyectando en uno de sus espectáculos la imagen de Anna Frank, asesinada por los nazis, junto a la de la periodista Shireen Abu Akleh, asesinada por el ejército de Israel, el año pasado.

Tampoco le han perdonado que haya dicho que en el origen de la guerra de Ucrania hubo “provocaciones” previas del gobierno ucraniano y de los países de la OTAN. Waters ha calificado a Putin de mafioso, pero ha sugerido cosas peores de Zelensky y ha denunciado a las mafias vendedoras de armas, rompiendo el relato europeísta de que en esta guerra hay un solo demonio.

Batallón Azov, el grupo paramilitar neonazi integrado en el ejército de Ucrania.

Por su gran llegada como músico, un personaje como Waters, puede generar preguntas en las cabezas adoquinadas, pero con glamour, de la Unión Europea. Por eso empezaron a perseguirlo. Al principio lo castigaron cancelándole recitales, pero ahora lo quieren meter preso.

Resulta interesante indagar cuáles son los antecedentes del Ministerio de Justicia Alemán, que hoy persigue a Waters. En 2012, la Ministra de Justicia Sabine Leutheusser-Schnarrenberger mandó a hacer un estudio sobre la supervivencia del pasado nazi en esa institución. Ese estudio descubrió que hasta fines de los 50, el 77% de sus funcionarios habían pertenecido al Partido del Nacionalsocialismo (NSDAP), es decir habían sido reclutados por Hitler. También que el ministerio había sido un nido de nazis hasta los años 70 y actualmente buena parte de sus empleados tiene simpatías neonazis. Que desde ese lugar acusen a Roger Waters es un chiste. Pero no causa ninguna gracia.