24 de Marzo: masivas movilizaciones en toda Argentina por el aniversario del Golpe genocida

En la tarde de este jueves emergió un profundo descontento político y social, que pudo verse en todo el país. A 40 años del golpe genocida, una cifra que globalmente superó las 200.000 personas se movilizó en todo el país. Las marchas ocurrieron en Buenos Aires y las principales capitales provinciales, pero también en muchas ciudades medianas y pequeñas de todo el país.

El rechazo fue por partida doble. En todas las marchas, junto al reclamo por la cárcel a los genocidas y sus cómplices civiles, hubo críticas hacia el plan de ajuste que lleva adelante el gobierno nacional.

Un país en movimiento

En Buenos Aires, desde pasado el mediodía, el centro estuvo ocupado por miles de personas que marcharon en contra de la impunidad. Desde temprano, la Plaza de Mayo estuvo poblada por miles de personas. Según diversos cálculos, la participación fue de cerca de 100.000 personas en las calles.

En Rosario, una multitud de más de 30.000 personas ocupó las inmediaciones del Monumento a la Bandera. Según la agencia DyN la marcha finalizó por la noche con un comunicado repudiando la visita del presidente del régimen estadounidense.

En Córdoba se vio una de las movilizaciones más grandes de los últimos años. Más de 50.000 personas recorrieron el centro de la ciudad capital. No solo fue allí. También en Río Cuarto se marchó contra la impunidad para los genocidas.

Más de 10.000 neuquinos y neuquinas tomaron las calles de esa ciudad. Lo hicieron para repudiar la visita del hombre fuerte de EEUU y para rechazar el protocolo represivo del gobierno macrista, entre otras consignas.

A más de 400 kilómetros de allí, más de 1.000 personas marcharon en San Carlos de Bariloche en rechazo a la presencia de Obama en esa ciudad. Cerca de 4000 personas se concentraron en las calles de la ciudad de Mendoza. Allí se marchó contra la impunidad a los genocidas, pero rechazando también al gobierno del radical Cornejo.

En Mar del Plata más de 3.500 personas tomaron las calles de la ciudad. Allí el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia marchó contra la visita de Obama pero también contra la represión policial que sufren los jóvenes y sectores de la comunidad LGBTTI.

Las mencionadas constituyen sólo un parte de las concentraciones que se dieron en todo el país.

Ciudad de Buenos Aires: movilización del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia

La movilización central del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVyJ) se dio cita en Congreso a las 15:30 h, nucleando alrededor de 15.000 personas, que marcharon hacia Plaza de Mayo.

Entre las decenas de organizaciones que participaron de la convocatoria de esta multisectorial se encontraban la Asociación de ex detenidos-desaparecidos; el CeProDH; HIJOS La Plata, Liberpueblo, personalidades como las Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, Nora Cortiñas, Elia Espen y Mirta Baravalle; Alberto Santillán (padre de Darío); Adolfo Pérez Esquivel; María del Carmen Verdú (CORREPI), el escritor Osvaldo Bayer; la CTA (Autónoma); agrupaciones sindicales, la FUBA y centros de estudiantes universitarios, secundarios y terciarios, junto a colectivos artísticos variados.

Al llegar a Plaza de Mayo se leyó el documento consensuado por la Multisectorial. Reproducimos algunos extractos centrales.

“Estamos en la Plaza, como lo hemos hecho sostenidamente durante cuatro décadas, para repudiar el golpe que instaló la dictadura más sangrienta de nuestra historia (…) nuestra cita es hoy con la memoria rebelde, con la memoria que rinde homenaje a nuestros 30 mil compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos, a sus sueños de conquistar un país sin opresión ni explotación, ratificando el compromiso y la unidad en la lucha contra la impunidad de ayer y de hoy y por los derechos de los trabajadores y el pueblo”.

“Repudiamos a los grupos del poder económico, al sector financiero, a los grandes empresarios, a los terratenientes, que planificaron y financiaron el golpe (...) Denunciamos también a las patronales y dirigentes sindicales traidores que entregaron cuerpos de delegados, como en Ingenio Ledesma, Mercedes Benz, Ford; a la mayoría de la jerarquía de la Iglesia que los bendijo, a los jueces que los ampararon, a los políticos que los avalaron y a los grandes medios de comunicación que les lavaron la cara a todos ellos”.

En otro de sus pasajes, el documento se diferenció de la convocatoria del kirchnerismo al señalar que “la segunda desaparición de nuestro compañero Jorge Julio López fue encubierta por el gobierno kirchnerista, que no tomó ninguna medida para investigar a la bonaerense ni a los servicios de inteligencia. A 10 años, los responsables políticos y materiales siguen impunes. ¡Exigimos su aparición con vida y castigo a los culpables! Si algo desnuda el doble discurso de la etapa de los gobiernos kirchneristas es la continuidad en funciones de miles de militares, policías, jueces, fiscales, miembros del aparato de inteligencia, que actuaron bajo la dictadura. Los casos paradigmáticos han sido el nombramiento del genocida Milani al frente del Ejército, la sanción de las leyes antiterroristas, las represiones de Berni y el proyecto X”.

Al referirse al nuevo gobierno, desde el palco se denunció que “hoy, a 40 años, estamos ante un nuevo gobierno. Macri, en los primeros 100 días, ha marcado una clara direccionalidad de su política: ministerios cubiertos por gerentes de grandes empresas y bancos. Ajuste, con despidos, tarifazos y más inflación. Entrega, con el arreglo con los fondos buitres. Todo para los de arriba, nada para los de abajo. Represión, con un protocolo que pretende sacar de las calles la presencia combativa de los trabajadores ocupados y desocupados y el conjunto del pueblo. Impunidad, actualizando la teoría de los dos demonios y llamando a la reconciliación. La presencia de Obama en la Argentina, verdadera provocación a la memoria colectiva, se corresponde con esta política (...) el secretario de DD.HH. Claudio Avruj, propone mandar a los genocidas condenados a sus casas y recibe a los familiares de los militares genocidas como si fueran víctimas. En el mismo sentido, Lopérfido niega la existencia de 30.000 detenidos desaparecidos”.

Por último, el documento señaló que “hoy se cumplen 20 años de la conformación del Encuentro Memoria verdad y justicia, verdadera multisectorial independiente de los gobiernos y referente fundamental en la lucha contra la impunidad de los genocidas, contra la represión y la criminalización de la protesta, por la vigencia de las libertades democráticas. Seguimos luchando contra la impunidad de ayer y de hoy!!! Fuera Obama de Argentina!!! No al ajuste, el saqueo y la represión de Macri y los gobiernos provinciales. Más que nunca, 30.000 compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos presentes! Ahora y siempre. Apertura de los archivos de la dictadura. Cárcel a todos los genocidas, por todos los compañeros”.

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Un cínico acto de “memoria”

En el Parque de la Memoria, sin organismos de derechos humanos pero con muchos hombres armados, los presidentes de EEUU y Argentina hicieron su “homenaje” a las víctimas de la dictadura.

La puesta en escena no dejó lugar a dudas. Desde temprano la Costanera de la Ciudad de Buenos Aires se llenó de francotiradores, vigías, agentes de la CIA, autos blindados, motos y los más sofisticados vehículos de telecomunicaciones. Todos pertenecientes al régimen norteamericano. Todos armados hasta los dientes. Sumados a ellos, cientos de efectivos de la Policía Federal Argentina (en cuyas filas aún revistan muchos protagonistas del genocidio) obviamente también armados hasta los dientes.

En ese contexto, cerca de las 11 de la mañana Obama y Macri estaban muy cómodos. Primero, sin presencia de cámaras periodísticas que transmitieran en vivo, recorrieron el Parque de la Memoria y vieron los centenares de fotografías de desaparecidas y desaparecidos. Minutos después, desde la sala PayS (Presentes, Ahora y Siempre) y ubicados en dos tarimas, los mandatarios fueron recibidos en silencio. El “acto homenaje” duraría solo 13 minutos, repartidos entre dos discursos escuetos. Primero habló Omaba y luego Macri.

“Este parque es un homenaje a la valentía”, fueron algunas de las primeras palabras de Obama. Y a la distancia se dirigió “a esos familiares, a sus incesantes y constantes acciones que han marcado una diferencia. Ustedes han liderado los increíbles esfuerzos para que se responsabilice a aquellos que perpetraron esos crímenes. Ustedes son los que harán que el pasado se recuerde y se cumpla con la promesa de ’Nunca Más’”, señaló. Por último, en otro guiño a muchos de quienes miraban por televisión, Obama dijo que “los EEUU continuarán siendo socios de las familias de las víctimas en la búsqueda de la verdad”. Un tibio aplauso dio cierre al discurso.

Mauricio Macri se había olvidado el papel donde había escrito lo que tenía que decir. Preocupado por no poder hilar un discurso medianamente acorde a las circunstancias, prefirió romper el protocolo y con señas grotescas le pidió a un asistente el “ayudamemoria”.