9 de julio de 1816: Patriotas... eran los de antes

La ventana de oportunidad política generada por la invasión napoleónica a España se había cerrado. Napoleón había sido derrotado en Rusia y en España el Rey Fernando VII, que había recuperado el poder en la península, intentaba volver a controlar sus dominios coloniales.

En febrero de 1815 partió de Cádiz una expedición con 15.000 hombres, cuyo destino original era Montevideo y su objetivo era aplastar la rebelión en Buenos Aires. Las noticias sobre esta expedición, cuyo poder militar era incontenible, generó gran preocupación al Director Supremo de las Provincias Unidas, Ignacio Alvarez Thomas y en el Cabildo de Buenos Aires. Se publicaron proclamas destinadas a recaudar dinero y se ordenó la movilización obligatoria de los ciudadanos para formar milicias. Recién en setiembre de ese año, se confirmó que el alzamiento producido en Venezuela y Nueva Granada había hecho cambiar de rumbo y de planes a la expedición que desembarcó en Carúpano, al este de Caracas. Pero también, empezaron a llegar noticias sobre “la expedición Pacificadora”, dirigida por Pablo Morillo, que estaba derrotando a los ejércitos de Simón Bolívar.

Por el lado de Chile, las noticias no eran mejores. El imperio español había aplastado a la rebelión en Santiago y derrotado al ejército de O´Higgins en Rancagua.

En México, los españoles ahogaron con sangre la revolución iniciada en 1810 por el cura Hidalgo, y en 1815 fusilaban a su continuador, el sacerdote José María Morelos.

En ese mismo año se creó en Europa La Santa Alianza, que era una unidad política que abarcaba a las principales naciones del continente para restaurar las monarquías y recuperar los dominios coloniales.

Las vacilaciones del gobierno de Buenos Aires habían provocado rupturas con aliados que estaban decididos a independizarse. Primero fue el Paraguay, que en 1811 decidió suspender el reconocimiento de las Cortes, Consejo de Regencia y toda otra “representación de la autoridad suprema o superior de la Nación en la provincia del Paraguay”. Después fue la Liga Federal encabezada por Artigas, que el 29 de junio de 1815, en Concepción del Uruguay, declararon la independencia bajo un régimen constitucional democrático que garantizaba el voto popular, la reforma agraria, la libertad de culto y el federalismo.

Las dudas sobre cómo enfrentar el rearme del poderío español quedaron expresadas en que la mayoría de los representantes que concurrieron al Congreso de Tucumán no traían mandato para declarar la independencia. Las excepciones fueron los que respondían a tres caudillos militares con enorme influencia política: Manuel Belgrano, que había estado a cargo del ejercito del Norte, José de San Martín, que estaba organizando en Mendoza el Ejercito de los Andes y Martín Miguel de Güemes, que era gobernador de la provincia de Salta.

Adherían a esta posición los representantes del Alto Perú, que respondían a jefes guerrilleros como José Miguel Lanza, Ascencio Padilla y Juana Azurduy, el cacique guaraní Pedro Cumbay, Ignacio Warnes, Francisco Pérez de Uriondo y Juan Antonio Álvarez de Arenales. Diez días después de declarada la independencia de España, y ante las maniobras de un grupo de diputados por instalar a la princesa Carlota Joaquina de Portugal como monarca, y por presión de los diputados altoperuanos, se agregó al texto: …”y de toda dominación extranjera”.

La decisión de declarar la independencia el 9 de julio de 1816, en un contexto regional e internacional sumamente adverso, contrasta con la realidad política de nuestros días en la Argentina, donde todos los candidatos con posibilidades de ganar la presidencia aceptan la sumisión a la estafa del Fondo Monetario Internacional y se alinean sin pudor con la política de EEUU.

La política derechisata Patricia Bullrich de fiesta en la Embajada de EEUU.

Horacio Rodríguez Larreta en un viaje a EEUU realizado en 2022, y ante la evidencia de que Argentina y Chile contribuyen con el 91% de las importaciones de litio de ese país, declaró: “Necesitamos una mayor participación de compañías norteamericanas en la industria del litio argentina”. Agregó además que: “La seguridad en toda América Latina hace a nuestra propia seguridad y posibilidades de desarrollo. Tenemos que profundizar la cooperación con EEUU para erradicar las redes de crimen organizado y el terrorismo”.

Patricia Bullrich en su viaje a EEUU declaró: “Nadie espera nada del gobierno de Alberto Fernández, ni siquiera que cumpla el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”. También dejó claro cómo se ubica en las disputas geopolíticas: “Nosotros no vemos al mundo en una lógica de tercera posición. No tiene sentido. La lógica del mundo es una lógica de comercio. En las posiciones geoestratégicas tenemos no un alineamiento con los EEUU, pero sí con la democracia en el mundo. Y eso te lleva a que vos mires cómo es el régimen chino, cómo es el régimen ruso y las cosas que están pasando ahora, la guerra. Es preocupante pensar que pueden aumentar las autocracias en el mundo”

Sergio Massa quedó expuesto en sus relaciones con la embajada EEUU cuando se conocieron los cables de wikileaks, donde opinaba sobre el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, o el conflicto de Kraft. Nunca ha ocultado su relación con políticos demócratas o republicanos, por el contrario se ufana de ello. Su posición con respecto a la política argentina con respecto a EEUU no tiene ambigüedades propone: “Tender puentes y fortalecer los lazos bilaterales es fundamental para alcanzar las soluciones que Argentina necesita en temas claves para el presente y el futuro de nuestro país”.

Uno de los que le abrió puertas en EEUU fue el empresario de medios y energía Daniel Vila. Según fue publicado en el Diario Argentino, Vila lo alentó a formar su propio espacio político, diciéndole: “Si te va bien, en dos años vamos a gobernar el país. Si te va mal, nos vamos a vivir a Miami”. En una entrevista posterior aclaró: “A Sergio le encantó la idea porque Miami es su debilidad”.

Seguramente hoy, esos mismos candidatos presidenciales se acordarán del 9 de Julio y de los próceres de la independencia. Debería sentir un poco de vergüenza, pero es pedirle mucho.

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