Al menos cuatro muertos y 400 detenidos deja la represión a las protestas en El Cairo

Al menos cuatro personas han fallecido, más de 100 han resultado heridas y más de 400 han sido detenidas durante las últimas horas en el transcurso de la represión policial en distintas ciudades de Egipto a manifestantes contra la dictadura y partidarios de Hermanos Musulmanes, grupo declarado el miércoles "organización terrorista" por la dictadura.

Los fallecidos son un joven de 18 años asesinado en la ciudad de Damieta de un disparo policial, otro fallecido en la localidad de Minya, un bastión de resistencia al sur de El Cairo, y una tercera persona fallecida en algún punto de la capital. A última hora de la tarde del viernes, un joven fue muerto por la policía en enfrentamientos en la ciudad de Aswan, en el sur, donde los manifestantes han quemado tres vehículos policiales.

Además, cientos de manifestantes y partidarios de la organización del ilegalmente depuesto presidente Mohamed Morsi han sido detenidos durante las manifestaciones, según el Ministerio del Interior, que precisa que entre los arrestados hay 28 mujeres.

Particularmente intensos han sido los choques en Al Azhar, el mayor centro de estudios religiosos del país, situado en El Cairo, donde los agentes han disparado perdigones de plomo y gases lacrimógenos contra los manifestantes.

Los Hermanos Musulmanes desafiaron la reciente decisión de la dictadura egipcia de declarar a la organización "grupo terrorista" y empezaron su "semana de la ira" con una tensa jornada de protestas. La convocatoria fue realizada por la Coalición para la Defensa de la Legitimidad —que engloba a los Hermanos Musulmanes y otros grupos antidictatoriales—, para denunciar "las agresiones contra las mujeres manifestantes y los detenidos islamistas, así como la congelación de las asociaciones vinculadas con la cofradía".

Terrorismo es el golpe de Estado

Además de las ciudades donde se registraron los fallecimientos, se produjeron al menos otras 50 protestas más por todo el país, informó uno de los portavoces de los Hermanos Musulmanes, Mustafa al Jatib. Los manifestantes tuvieron como elemento común pancartas con la frase "terrorismo es el golpe de Estado", en alusión al golpe militar contra el expresidente islamista Mohamed Mursi el pasado 3 de julio.

Un portavoz de los manifestantes explicó que dos de los fallecidos fueron asesinados con balas reales, mientras que otro murió por un golpe directo de una bombona de gas lacrimógeno.

Estas protestas se producen dos días después de que la dictadura egipcia calificara de "grupo terrorista" a los Hermanos Musulmanes, lo que criminaliza la pertenencia a este grupo o la participación en sus manifestaciones. La decisión dictatorial ofreció la justificación jurídica a las autoridades de facto para congelar las actividades de más de 1.000 asociaciones populares que luchan por distintas reivindicaciones, por su supuesta vinculación con la Hermandad.

Tras esta medida de la dictadura, los agentes del régimen intensificaron las detenciones contra los miembros y seguidores de los Hermanos Musulmanes, prohibieron la difusión del periódico 'Libertad y Justicia' y formaron seis nuevas cortes penales para agilizar los procesos por "terrorismo".

Respecto al futuro de la "semana de la ira", Al Jatib señaló que las manifestaciones continuarán durante los próximos seis días de forma diaria y advirtió de que las fuerzas de seguridad aumentarán su represión cada vez que se acerque más la fecha del referéndum constitucional previsto para los próximos 14 y 15 enero.