Ataques con explosivos en Chile reivindicados por anarquistas.
CARLA GALLEGOS M./ JORGE MOLINA S.
LA POLICÃA Y LA FISCALÃA a cargo de la indagatoria por la bomba que explosó ayer en la cercanía de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), investiga un atentado de similares características, ocurrido en Punta Tralca el 13 de enero, que afectó la casa de veraneo del alcalde de Pudahuel, el socialista Johnny Carrasco. Junto con esta acción existe una tercera -el 6 de julio de 2005- que está relacionada por el mismo modus operandi y el tipo de explosivo usado (ver recuadro).
Estos vínculos surgieron luego que aproximadamente a las 02:00 de la madrugada de ayer, al menos un sujeto -hasta ahora no identificado- abandonó una bolsa plástica con el artefacto explosivo frente a la sede de la ANI, ubicada en Tenderini esquina Moneda.
A las 07:00 horas, Sergio Águila González (51), aseador municipal, realizaba sus actividades habituales. Tomó la bolsa y la trasladó por Tenderini hasta la esquina de Agustinas para depositarla en un contenedor. Luego de cerrar el recipiente, se alejó caminando cuando explosó el artefacto, provocándole quemaduras leves en el cuero cabelludo, lesiones al incrustársele esquirlas en la espalda y un trauma acústico severo. Águila fue internado en el Hospital del Trabajador y dado de alta cerca del mediodía.
El atentado se lo atribuyeron las "Fuerzas Autonómicas y Destructivas León Czolgosz", hasta ahora desconocidas. El nombre corresponde a un anarquista de origen polaco que en 1901 asesinó a balazos al entonces Presidente de Estados Unidos, William Mackinley.
En el lugar se encontraron panfletos, a los que tuvo acceso La Nación, en los que se consigna una dura diatriba en contra del sistema económico, la "depredación ambiental", la presidenta electa y la ANI como una supuesta entidad continuadora de la labor de la desaparecida CNI. "Las elecciones son un circo de la ignorancia, sólo perpetúan el sistema de los ricos (...) Los enfrentamos. Los destrozamos. Nuestro ataque será incesante. Y cada vez más violento", dice el documento.
Según el análisis del texto hecho por los especialistas de inteligencia consultados por La Nación se trata de un lenguaje no común, teórico y culto de universitarios anarquistas, usado por grupos globalofóbicos, vinculados con acciones de violencia en la IX Región. Se indicó que, incluso, el texto contiene un sesgo inductivo, es decir, como si un tercero hubiese logrado que otros ejecutaran la acción por él.
En la ANI no descartan ninguna tesis. Y las sospechan van desde los grupos anarquistas chilenos, descolgados de otras organizaciones, e incluso elementos castrenses o derechistas que buscarán desestabilizar al próximo Gobierno. De hecho, parte del panfleto señala que "la inteligencia del Estado es tan frágil y destructible como estos cristales rotos".
La versión pública de la ANI la entregó, visiblemente nervioso, el jefe de Administración y Finanzas, Gastón Denis, quien sólo confirmó los hechos y explicó que no había antecedentes que hicieran sospechar de lo ocurrido ni llamados de alerta.
La investigación quedó en manos del fiscal Marcelo Cabrera, quien llegó ayer a la sede de la agencia y revisó las imágenes captadas por la cámara de seguridad del recinto, donde se ve a una persona que deja una bolsa. Otras cámaras de vigilancia existentes en las cercanías de la ANI, manejadas por Carabineros y que también fueron revisadas por la fiscalía, no registraron la acción, según confirmó este diario.
El informe del GOPE, entregado ayer al Ministerio Público, descartó que se tratara de una bomba de ruido, como se especuló. Se trató, en cambio, de un artefacto con explosivo y un sistema electrónico de iniciación, que podría haber sido de relojería, activado a distancia o por movimiento, con radio de destrucción de 20 metros aproximadamente. LN
Gobierno: hecho policial
El ministro portavoz, Osvaldo Puccio, calificó como un hecho meramente policial la situación. "El Gobierno no sólo expresa su rechazo y va a tener la más completa disposición y energía en perseguir actos tan repudiables como éstos", dijo. Agregó que no cabía duda de que el atentado "será prontamente aclarado y cualquier indicio de esta naturaleza no sólo no tiene espacio político, cultural o humano de ningún tipo en Chile, sino tampoco tiene espacio con órganos de seguridad pública muy eficientes como los que tenemos en Chile".
Sin pistas
Sin indicios se encuentra la policía con el atentado en contra de la casa de veraneo del alcalde Johnny Carrasco. Se sabe que se trató de un "artefacto químico de acción forzada", es decir, de una botella con monedas de un peso y un tipo de explosivo que no causó víctimas fatales.
Algo similar a la bomba puesta cerca de la ANI, lo constituye el atentado que -en julio de 2005- afectó a una sede del Banco Santander-Santiago, en la calle del Arzobispo, en Providencia, atribuido a un comando Luigi Lucciani, con el fin de dificultar las pesquisas.