Capitalismo del siglo XXI. El “escándalo” Volkswagen
Según los entendidos, etimológicamente, la voz escándalo significaría trampa. Si así fuese, al anunciar de ese modo el fraude realizado por Volkswagen con el software que engaña sobre el nivel de contaminación, el término tendría una doble función. Denunciar el hecho como una trampa y ser una trampa la misma denuncia. Denuncia tramposa porque presenta el hecho como una anormalidad, una excepción. Cuando, en realidad, no es más que le emergencia de un nudo económico, político y social de extrema gravedad que, al permanecer obliterado, preterido por un declamado asombro, naturaliza su existencia.