!Civilización o barbarie!

El inspirador y organizador del encuentro, calificado de extraordinario por sus alcances ha sido, como antaño, el escritor y periodista Miguel Urbano Rodrigues. Entre paréntesis, gran amigo de Bolivia y preocupado admirador de los procesos de cambio que se han dado y se dan en nuestro país.

El título del seminario parecería corresponder no sólo a su contenido, sino hasta a la historia de la multicentenaria ciudad. Viejísimos olivos, plazuelas, iglesias y callejuelas, pero sobre todo murallas que datan del siglo XIII, parecen mudos testigos de las batallas y choques de intereses nacionales (portugueses y españoles; musulmanes y cristianos, judíos y otros de por medio); batallas de siervos contra señores feudales y hasta los enfrentamientos de clase de obreros agricolas y campesinos pobres contra los explotadores, representados en el siglo XX por el fascismo de Salazar, hasta la explosión revolucionaria de Abril de 1974, con la "Revolución de los Claveles".

Siempre las luchas sociales plantearon, en definitiva, el terrible dilema de civilización o barbarie. En Serpa el dilema tuvo una referencia a escala mundial. Por eso mismo interesó lo que pasaba en Bolivia: ¿Triunfará el proceso de cambios que pueden abrir las compuertas de la revolución social? ¿O caeremos otra vez en las tinieblas de una regresión autodestructiva y anómica, sin valores de justicia social, dignidades y libertad?

Entre destacadas personalidades - del mundo académico, las letras y la política - asistieron escritores y ensayistas como el egipcio Samir Amín, Isabel Monal directora de "Marx Hoy" de La Habana; los filósofos franceses Georges Labica, Georges Gastaud; Jean Salem y Remy Herrera. Salem es autor de un trabajo titulado "Lenin y la Revolución" que, cerca del 90° Aniversario de la Revolución de Octubre, es un estupendo recordatorio acerca de que las revoluciones sociales tienen ineludibles regularidades y, en todo caso, quien las tome a la chacota, las pagará caro. Por su parte Herrera, físico matemático de profesión, ha llegado a la demostración !matemática! de que la solución al problema de la tierra (y la alimentación del mundo) es su colectivizacion. Habría sido loable que aquellos que leen "en las arrugas de los viejos" escucharan a Isabel Monal y la importancia del marxismo en el flujo revolucionario latinoamericano.

Fue el profesor estadounidense John Catalinotto que recordó cómo Rosa Luxemburgo, escribiendo desde la cárcel y dos años antes la I Guerra Mundial, planteó directamente que el socialismo era la única alternativa a la barbarie. Y así fue. El valor del II Seminario de Serpa ha sido ante todo ese: ratificar una convicción de eminencias del pensamiento marxista: Fuera del cambio social socialista la humanidad se hundirá en la barbarie y el homo sapiens sapiens involucionar hasta ser apenas un pitecantropus erectus.

La Prensa