Cómo dirigió Washington la purga de los cristianos de su "Nuevo Oriente Medio" (II)

Primera parte: https://lahaine.org/eQ7m

Purga de los cristianos de Siria

El papel de EEUU en la purga de los cristianos sirios fue evidente desde los primeros meses de 2011, pero las advertencias llegaron antes. En 2005, Christine Amanpour, de la CNN, estrechamente vinculada a altos funcionarios de Washington, dijo al presidente sirio Assad: "La retórica del cambio de régimen se dirige hacia usted". 

Más o menos al mismo tiempo, los cristianos iraquíes que huían a Siria habían advertido a los cristianos sirios: "¡Sois los siguientes!". Creían que Siria era la siguiente en la línea para el "cambio de régimen" y que "los cristianos, en particular, serían el objetivo de una guerra sectaria planificada, al igual que en Iraq". 

De hecho, fueron el objetivo de los ejércitos terroristas por delegación que el exvicepresidente Joe Biden y el general Martin Dempsey reconocieron en 2014 que habían sido financiados y armados por EEUU y sus aliados.

La violencia sectaria fue evidente desde el comienzo de la guerra sucia en Siria, ya que el eslogan "Masehi la Beirut wa alawi altabut" (Cristianos a Beirut, alauitas a la tumba) fue coreado por islamistas sectarios en la ciudad de Homs durante abril - mayo de 2011. Y efectivamente, mientras los medios de comunicación occidentales culpaban de toda la violencia al Gobierno sirio, los alauitas eran asesinados mientras que muchos cristianos huyeron a Beirut. El asalto internacionalizado a Siria desplazó a la mitad de la población del país, creando la mayor crisis de refugiados del mundo.

Sin embargo, en 2011 se informó de que los cristianos de Siria tenían más fe en el presidente Assad que en la "oposición" armada respaldada por EEUU, Israel, Arabia Saudí y Qatar. En 2011, los medios de comunicación estadounidenses sabían muy bien y reconocían que tanto Saddam Hussein en Iraq como Bashar Al-Assad en Siria protegían a los cristianos. Wingert y Hoff en su libro 'Siria Crucificada' documentan el sufrimiento de muchas familias cristianas "a manos de terroristas radicales" apoyados por países occidentales.

En 2014, los terroristas de Jabhat Al-Nusra (llamados "rebeldes moderados" por los medios de comunicación de la OTAN), procedentes de Turquía, atacaron la ciudad de Kesab, mayoritariamente armenia-cristiana, en el noroeste de Siria, secuestrando, asesinando y profanando iglesias, con pintadas que recordaban a los residentes armenios las masacres otomanas de un siglo antes. Las 14 iglesias fueron quemadas y vandalizadas.

En diciembre de 2021, el alcalde de Kesab, Sebouh Kurkjian, dijo a este redactor: "conocemos la lengua turca... están hablando juntos en lengua turca... el gobierno turco les ayuda". El sacerdote Nareg Iwisyan dijo que las bandas habían robado objetos de valor y tumbas, y luego destruyeron todos los artefactos y libros religiosos, dejando grafitis sectarios e incluso excrementos humanos en su iglesia. 

Daesh, introducido desde Iraq, también aterrorizó a las comunidades de Siria, hasta que las fuerzas libanesas, iraquíes y sirias, respaldadas por Irán y con un gran coste en vidas, los expulsaron. 

Los asirios y otros cristianos del noreste de Siria formaron su milicia Sootoro, armada por Damasco y aliada de éste, al principio para defender a las comunidades cristianas atacadas por Daesh. El gobierno sirio también armó a los grupos kurdos, pero éstos comenzaron a buscar apoyo externo, para servir a su propia agenda regional. 

Cuando Washington empezó a armar y a conseguir apoyo popular para el romántico proyecto de patria kurda de "Rojava" en Siria, las historias occidentales se reescribieron para borrar las otras minorías del norte y el este de Siria, en particular los grupos árabes, asirios, armenios y otros grupos cristianos. 

Un punto clave fue Qamishli, cerca de la frontera turca, una ciudad fundada por refugiados cristianos que huían de las masacres del Imperio Otomano a principios del siglo XX. Los grupos kurdos, en su mayoría musulmanes, no sufrieron la persecución otomana, pero sí la represión del Estado turco moderno. Como resultado de ese conflicto en Turquía, combinado con la represión de Saddam Hussein en Iraq, y las purgas de Daesh, el NE de Siria recibió muchos inmigrantes kurdos de Turquía e Iraq.

Sin embargo, los kurdos nunca dominaron las poblaciones del noreste de Siria. Casi al final de la ocupación francesa, la potencia colonial llevó a cabo un censo de Qamishli y Hassakeh, el núcleo de las zonas que los estados occidentales reclaman como una especie de patria natural kurda. La tabla siguiente muestra que los kurdos eran una pequeña minoría en las principales ciudades de la región, pero una ligera mayoría en el campo de Qamishli. Sin embargo, en la región, en su conjunto, los kurdos habían sido alrededor del 31%, mientras que los cristianos eran el 40% y los árabes el 28%.

En otras palabras, en una región que desde la década de 1940 ha sido una gobernación o provincia de Siria -pero que Washington y su ocupación militar en torno a 2015 designaron como el corazón de una "administración autónoma" que debía ser entregada a los kurdos separatistas- los cristianos habían sido históricamente el grupo más numeroso. 

Muchos medios de comunicación occidentales recientes pintan falsamente el separatismo kurdo en Siria como un movimiento "indígena" heroico, criticando al gobierno sirio por los supuestos "abusos" contra los kurdos. Sin embargo, Damasco concedió la ciudadanía a decenas de miles de inmigrantes kurdos a principios de 2011. Lo más probable es que hayan llegado desde Iraq y Turquía. No obstante, con unos 15 millones de kurdos en la vecina Turquía, Siria siempre pondría límites a la inmigración.

El objetivo de EEUU de desmembrar Siria y utilizar partes como trampolín para las agendas kurdas dirigidas -muy en secreto- por Turquía, era tanto un golpe ilegal a la integridad territorial de la nación siria como un ataque directo a las comunidades cristianas del noreste de Siria. Después de luchar contra los sectarios estadounidenses-saudíes de Daesh, un proyecto kurdo discriminatorio cayó sobre los cristianos y árabes de la región del noreste.

A principios de 2015, Amnistía Internacional acusó a los "combatientes kurdos" sirios y a su milicia, el YPG, del "desplazamiento forzoso y la demolición de viviendas" de "árabes y turcomanos." Varios medios de comunicación estadounidenses calificaron esto de "limpieza étnica" kurda de estos otros grupos. Sin embargo, no se mencionaba la purga de las comunidades cristianas. 

El informe de Amnistía -siempre funcional al partido Demócrata de EEUU- también afirmaba que los kurdos habían sido "objeto de una larga discriminación y de violaciones de los DDHH" en Siria antes de 2011; en particular, por las "restricciones al uso de la lengua y la cultura kurdas" y por habérseles "negado los derechos de que gozan los nacionales sirios." El informe admitió después que "el Gobierno sirio [en abril de 2011] concedió la nacionalidad a la mayoría de estos kurdos."

Los preparativos para una invasión terrestre de EEUU en el norte y el este de Siria en 2015 hicieron uso de la "carta kurda". En octubre de 2014, las fuerzas kurdas habían ido desde Erbil, en el norte de Iraq, hasta el norte de Siria, a través de Turquía, supuestamente para reforzar los esfuerzos del YPG contra Daesh; y EEUU comenzó a lanzar armas desde el aire al YPG. En marzo, EEUU envió instructores para ayudar a las YPG.

Y en agosto se informó de que la potencia de fuego de EEUU se utilizaba en apoyo de lo que se había convertido en otra milicia antigubernamental siria. Las "Fuerzas Democráticas Sirias" (SDF o QSD en árabe) se formaron a partir de una base del YPG en octubre de 2015, incluyendo un proyecto de constitución que contenía una declaración unilateral separatista kurda. 

Después de que la intervención directa de EEUU reforzara estas SDF, Amnistía dejó de hablar de los "desplazamientos forzados y las demoliciones de viviendas" kurdas. Sin embargo, los cristianos seguían siendo expulsados de Qamishli. Este SDF era nominalmente (pero no en la práctica) más amplio que los separatistas kurdos, ya que Washington sabía que había muy pocos kurdos en las ciudades de Manbij, Raqqa y Deir Ezzor, centros clave que iban a ser incluidos en la región "autónoma" liderada por el SDF de Washington, escindida de Siria.

En octubre de 2021, este periodista visitó Qamishli y su comunidad cristiana. Suheil y George, del antiguo ayuntamiento, me dijeron que la comunidad cristiana de Qamishli había sido de 62 mil personas antes de la guerra, pero que se había reducido a unas 50 mil. Esto se produjo tras el terrorismo de Daesh y la incautación de muchas propiedades por parte de las SDF, respaldadas por EEUU. 

Debido a su respaldo militar estadounidense, el SDF controlaba la mayor parte de la ciudad del norte, pero no la totalidad. El Ejército Árabe Sirio seguía protegiendo el aeropuerto, el hospital principal y varias zonas militares y de "seguridad", que incluían residencias y escuelas. La milicia cristiana Sootoro tenía puestos de control en varias zonas adyacentes. Sin embargo, todas estas instalaciones se enfrentaban a la obstrucción del SDF. El Consejo seguía operando en la "zona de seguridad" y en las áreas cristianas, y en cierta medida fuera de ellas. Desde hacía algunos meses se había instaurado una paz incómoda, con pocos enfrentamientos directos.

Una característica visible de la vida en las ciudades ocupadas de Qamishli y Hassakeh era el gran número de estudiantes que asistían a las escuelas sirias. Muchos miles de niños acuden diariamente a las escuelas de la "zona de seguridad". Nos dijeron y pudimos ver, en algunos casos, que la SDF había cerrado muchas de las escuelas provinciales. Las escuelas con currículo kurdo eran pocas y no habían sido bien aceptadas. 

Tanto en la ciudad de Qamishli como en la de Hassakeh, los profesores de las escuelas me dijeron que algunos dirigentes de la SDF enviaban a sus hijos a escuelas de currículo sirio secular. La directora de Educación de la provincia de Hassakeh, Ilham Sourkhat, nos mostró tres escuelas superpobladas en la ciudad de Hassakeh y me dijo que, de las 2 mil 189 escuelas de la provincia de Hasakeh, la mayoría estaban ahora cerradas, y que muchas se utilizaban para fines de las milicias cipayas de las Fuerzas de Autodefensa y el SDF. Sin embargo, Siria gestionaba 145 escuelas, incluidas 22 grandes en la ciudad de Hassakeh y 20 en la ciudad de Qamishli. Una escuela primaria que vimos tenía más de 4 mil alumnos.

Los cristianos de Siria fueron así atacados y purgados en el oeste del país por los islamistas sectarios respaldados por EEUU y la OTAN ("rebeldes moderados") y en el este por el culto a la muerte ISIS. Como escribió el padre Elias Zahlawi, en nombre de "la libertad, la democracia y los DDHH", Washington "declaró la guerra a mi país natal, Siria, y condujo a ella, desde un centenar de países... a los yihadistas, perseguidos por el mal del dinero, la sangre, la avaricia y el poder." Después de eso, las milicias proxy de las Fuerzas de Autodefensa (SDF) en el noreste se apoderaron de muchas propiedades no kurdas, lo que se sumó al éxodo de más cristianos.

Cómo Australia ayudó a purgar a los cristianos iraquíes y sirios

Bajo el pretexto de ayudar a las "minorías perseguidas", aliados de EEUU como Australia y Canadá ayudaron a esta purga. A finales de 2015, el primer ministro australiano, Tony Abbott, se ganó los elogios por anunciar 12 mil nuevos "visados humanitarios" para "grupos perseguidos" en Oriente Medio. En su mayoría provendrían de Iraq y Siria, y eran en su mayoría cristianos asirios. Sin embargo, al mismo tiempo, Abbott dijo que el ejército australiano se uniría a los "ataques aéreos" de EEUU contra Daesh.

De hecho, en septiembre de 2016, la Fuerza Aérea Australiana, junto a la de EEUU, atacó y mató a más de 120 soldados sirios en la montaña detrás del aeropuerto de Deir Ezzor. Ese ataque cuidadosamente planificado, que permitió a Daesh tomar el control de la montaña, fue desestimado por el entonces primer ministro australiano Malcolm Turnbull como un "error". Sin embargo, las pruebas demostraron que se trataba de una operación bien planificada, diseñada para ayudar al ISIS en sus esfuerzos por tomar la ciudad de Deir Ezzor. 

En Australia había más de 40 mil inmigrantes asirios, el grupo más numeroso en el suburbio de Fairfield, en Sidney. Una nueva oleada llegó tras los ataques y "sanciones" de EEUU a Iraq en la década de 1990. El libro de Frederick Aprim "The Betrayal of the Powerless" (La traición de los impotentes) describe el desplazamiento de los asirios iraquíes tras la invasión de 2003. Al principio, la mayoría procedía de Iraq, pero, después de 2015, muchos también llegaron de Siria. 

En enero de 2017, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, le dijo al presidente de EEUU, Donald Trump, en su típico estilo servil, "tomaremos más, tomaremos a cualquiera que usted quiera que tomemos." Del programa de Turnbull para traer "12 mil refugiados sirios, el 90 por ciento ... serán cristianos ... es un hecho trágico de la vida que cuando la situación en el Medio Oriente se asiente - las personas que van a ser más improbables de tener un hogar continuo son esas minorías cristianas." Por supuesto, fueron los sucesivos proyectos de guerra de Washington los que les privaron de sus hogares. De este modo, los colaboradores ayudaron a Washington con su proyecto de "Nuevo Oriente Medio".

Detrás de las superficiales declaraciones de valores cristianos y del cínico uso de las reclamaciones de "intervención humanitaria" como pretextos para las guerras de agresión, Washington ha sido el motor central de la purga de las comunidades cristianas más antiguas del mundo en Palestina, Siria e Iraq. No sigamos siendo ingenuos. 

Al Mayadeen