Relevo en las Fuerzas Armadas ucranianas
El episodio del 29 de enero, cuando se dio por hecho el cese del principal líder militar ucraniano, Valery Zaluzhny, había dejado sentenciado al general, que a pesar de sus maniobras políticas y mediáticas no logró salvar su puesto, aunque sí ganar tiempo y crédito para quedar en una mejor posición en el momento en el que ocurriera el anunciado desenlace.
Desde entonces, la prensa nacional e internacional no ha dudado en cual sería el resultado del enfrentamiento entre Zelensky y Zaluzhny y se ha centrado en especular sobre sus sucesores. Dos han sido los nombres que se han manejado esta semana como posibles aspirantes al cargo: el comandante de las Fuerzas Terrestres Oleksander Syrsky (finalmente elegido), una opción de continuidad, un general para proseguir una guerra terrestre y Kirilo Budanov, líder de la inteligencia militar y elemento disruptivo cuyas aspiraciones se centran en minar el esfuerzo bélico ruso en la retaguardia.
Medios occidentales han llegado a especular incluso sobre el rechazo de ambos a aceptar el puesto, lo que habría retrasado el cese de Zaluzhny y nombramiento de los nuevos altos mandos de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Aunque la prensa ha incidido menos en ello, hay que recordar también las reticencias de EEUU, cuyo peso en la toma de decisiones de Ucrania es elevado, a ciertas acciones organizadas por Budanov.
En el tiempo transcurrido desde el fallido intento del régimen de apartar del poder militar a Valery Zaluzhny, incómodo políticamente para Zelensky, el hombre fuerte ucraniano se ha esforzado en insistir públicamente en la necesidad de cambios en los cuadros militares. Ayer, apenas minutos después de que un mensaje del presidente en las redes sociales confirmara la salida de Zaluzhny del puesto de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el ministro de Defensa, Rustem Umarov, repetía nuevamente que “la guerra está cambiando y eso requiere cambios”.
El comunicado del ministro es relevante, ya que, pese a agradecer su labor a Zaluzhny, del que afirma que ha tenido “una de las tareas más difíciles: gestionar a las Fuerzas Armadas de Ucrania durante la Gran Guerra contra Rusia”, se centra fundamentalmente en el éxito de “las Fuerzas Armadas y la población de nuestro país” y añade que “nuestros soldados repelieron la invasión del agresor, defendieron nuestra soberanía y continúan diariamente defendiendo nuestra independencia”.
No hay ni rastro de la imagen de Zaluzhny como el héroe de Ucrania y gran estratega que ha hecho posibles los éxitos. Hace tiempo que el militar, única persona que hace sombra a Zelensky en las encuestas de popularidad y con el que ha mantenido diferencias tácticas importantes, molesta al entorno del presidente.
Fue el propio Zelensky tras una nueva reunión con el general, que en esta ocasión no pudo movilizar a sus partidarios en defensa del cargo como sí lograra hace unos días, quien confirmó el cese de Zaluzhny, aunque lo hizo con un mensaje notoriamente ambiguo. “Me he reunido con el general Valery Zaluzhny. Le he agradecido los dos años de defensa de Ucrania. Hemos discutido la renovación que requieren las Fuerzas Armadas de Ucrania. También hemos discutido quién podría ser parte de un liderazgo renovado de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Ahora es el momento para la renovación. He propuesto al general Zaluzhny que permanezca como parte del equipo. ¡Definitivamente, venceremos! ¡Gloria a Ucrania”, escribió Zelensky en su cuenta oficial de Twitter.
El mensaje parece querer dar a entender una decisión consensuada y amigable que no se corresponde con la realidad. La semana pasada, Zaluzhny y su entorno filtraron el inminente cese para presionar al presidente. El ya excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas utilizó sus conexiones mediáticas y políticas para colocar a Zelensky en una posición comprometida en la que se le presentaba como un presidente autoritario que cesa al héroe militar que le hace sombra o cedía ante la presión y era obligado a otorgar al general un puesto en el que seguir siendo relevante, manteniendo presencia mediática y quizá política.
Los mensajes de Zaluzhny a lo largo de esta semana, resignados y con tono de despedida, hacían ver que sus maniobras no buscaban mantener un puesto que sabía perdido, sino mejorar su posición una vez consumado el cese. Esa sigue siendo ahora la gran pregunta: ¿qué significa realmente “permanecer en el equipo”? Contentar al general para mantenerlo cerca aunque en un puesto secundario y contener a sus partidarios entre las filas militares parecen ser dos de los aspectos principales de la búsqueda de acomodo de Zaluzhny.
Por el momento, únicamente se ha confirmado el nombramiento de Oleksander Syrsky como sucesor de Valery Zaluzhny, aunque los comunicados de ayer de Volodymyr Zelensky, que mencionó específicamente los nombres de varios generales que se espera que conformen el nuevo Estado Mayor, hacen presagiar más sustituciones a corto plazo. Los cambios no suponen una ruptura sino una continuidad que se observa claramente en la ausencia, por ejemplo, de un relevo generacional.
Nacido en la República Socialista de Rusia en 1965, Syrsky es ocho años mayor que Zaluzhny y se formó militarmente en la URSS, un detalle representativo en un momento en el que se observan ciertas tendencias de retorno a la doctrina soviética, especialmente tras el fracaso de la ofensiva de Zaporozhie (realizada según la metodología militar occidental), que iba a suponer la ruptura definitiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania con la forma en la que Ucrania había planteado en el pasado la acción militar. “Algunos analistas creen que su táctica en la batalla refleja su jerárquica formación soviética”, comentaba ayer Reuters.
El perfil que de él han realizado en las últimas horas los medios occidentales resaltan su actuación en la defensa de Kiev y en la ofensiva con la que Ucrania recuperó gran parte del territorio perdido en la región de Járkov en septiembre de 2022. A ello, Reuters añade su papel en la batalla de Artyomovsk, en la que abogó, contra el criterio de Zaluzhny, por la defensa del fortín hasta la derrota final.
“Syrsky afirmó que la firme defensa de Ucrania en Bajmut había minado el esfuerzo militar ruso en general al atar ahí al grupo mercenario Wagner”, un argumento que difícilmente se sostiene, ya que fueron las tropas ucranianas y no las rusas las que más acusaron el desgaste de una defensa que durante semanas, si no meses, fue evidente que era contraproducente. Syrsky tendrá que responder en breve a la pregunta de si seguirá la misma estrategia en Avdeevka.
Syrsky, hasta ahora comandante de las Fuerzas Terrestres, encarna así la guerra convencional clásica en la que grandes operaciones militares buscan lograr los objetivos. El contraste es importante en comparación con el otro aspirante, Kirilo Budanov, que no solo habría supuesto el cambio generacional que Zelensky ha querido realizar en Ucrania desde su llegada a la presidencia, sino un giro completo en la forma de hacer la guerra.
Pese a la fama ganada en las batallas de Kiev y Járkov, no todo son halagos para el nuevo líder militar. “Una queja que se escucha a menudo es que Syrsky se parece a los generales rusos en algo importante: hace que la gente esté demasiado aterrorizada para decirle la verdad”, escribió Carroll, que no fue el único que publicó argumentos que le asemejan a la imagen estereotipada que da Occidente sobre los militares rusos.
Sin embargo, el periodista añadió también que “hay otros en el ejército ucraniano que tienen una postura radicalmente diferente y le ven como el general más experimentado que tiene Ucrania”. Syrsky, como Zaluzhny o Budanov, lleva en guerra contra Rusia desde 2014.
slavyangrad.es
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Apodado de "carnicero" y con padres en Rusia: ¿quién es Alexánder Syrski, el nuevo jefe de las FF.AA. de Ucrania?
Actualidad RT
Syrski, que desde 2014 ha participado activamente en la guerra de Kiev contra Donbass, fue calificado por Zelenski como el "comandante más experimentado" de Ucrania.
Este jueves, el presidente del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, anunció la renovación de la cúpula de las Fuerzas Armadas de Ucrania, nombrando como su nuevo jefe al coronel general Alexánder Syrski.
Nacimiento e inicio de la carrera militar
Syrski, de 58 años, nació el 26 de julio de 1965 en la URSS, en el territorio de la provincia rusa de Vladímir. Se trasladó a Ucrania en la década de 1980. Sus padres y el hermano siguen viviendo en Rusia.
Se formó en la Escuela Superior de Mando de Armas Combinadas de Moscú, tras lo que fue destinado a la RSS de Ucrania y en 1986 comenzó a servir como comandante de un pelotón de infantería motorizado. También se graduó con honores en la Academia de las Fuerzas Armadas de Ucrania y posteriormente con medalla de oro en la Academia Nacional de Defensa de Ucrania.
Desde 2013 supervisó la cooperación del Ejército ucraniano con la OTAN, en particular, representó a Kiev en las negociaciones sobre la adaptación de las tropas ucranianas a las normas del bloque militar.
Participación en la guerra en Donbass
En el verano del 2014, tras el golpe de Estado del Maidan en Ucrania, Kiev anunció el inicio de la llamada operación antiterrorista (ATO) en Donbass. A principios de 2015, Syrski asumió el cargo del primer jefe adjunto de la ATO y participó en las batallas por la ciudad de Debáltsevo.
Aunque la urbe fue tomada por las fuerzas de las repúblicas populares de Donbass provocando la muerte de 2 mil soldados de Syrski, este fue condecorado con la Orden de Bogdán Jmelnítski, otorgada por méritos especiales en defensa de la soberanía estatal y la integridad territorial, por la retirada de las fuerzas de Kiev de la ciudad prácticamente rodeada.
Posteriormente, en 2016, encabezó el Estado Mayor Operativo Conjunto de las Fuerzas Armadas, y un año después se convirtió en comandante de la ATO, que en 2018 pasó a ser una operación de fuerzas conjuntas.
A partir de 2019, fue comandante de las Fuerzas Terrestres de Ucrania, y al comienzo del conflicto en febrero de 2022 dirigió la creación de la defensa de Kiev y posteriormente las operaciones ucranianas de otoño de 2022 en la región de Járkov. También estuvo al mando de las tropas ucranianas en la estratégica ciudad de Artiómovsk (conocida como Bajmut en Ucrania), en Donbass, liberada por las tropas rusas en mayo del año pasado con un costo altísimo en vidas de militares ucranianos.
"Carnicero"
Mientras tanto, los medios ucranianos y occidentales señalaron que el nuevo jefe de las FF.AA. es bastante impopular entre los militares. Así, según The Washington Post, "entre los soldados rasos, Syrski es especialmente desagradable, considerado por muchos como un comandante al estilo soviético" que mantuvo a las tropas "bajo fuego durante demasiado tiempo" durante la fallida defensa de Artiómovsk. "El 100 % de ellos no lo respetan, porque no creen que para él cuenten las vidas de los soldados", dijo al medio un oficial militar de alto rango.
Además, según los militares que hablaron con Politico, las tropas ucranianas han dado a Syrski el apodo de "Carnicero", así como el "General200", porque 200 es el código de soldado muerto en combate.
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